ARQUITECTURA
La asociación Patrimonio Activo busca detener la caída de una medida cautelar que protege hasta el 14 de noviembre a viviendas anteriores a 1960 en el Centro
Catorce de noviembre de 2021. Esa es la fecha marcada a rojo en los calendarios de los integrantes de Patrimonio Activo. Es el día del vencimiento de medidas cautelares para inmuebles construidos antes del 1º de enero de 1960 en el Municipio B. “A partir de ahí nos estaríamos enfrentando a una posible avalancha de demoliciones”, dijo Erich Schaffner, presidente de Patrimonio Activo. Un relevamiento hecho por esta asociación civil advierte que 100 inmuebles corren este riesgo solo en el Centro. “Vamos a solicitar su protección permanente”, adelantó a El País.
Esto es lo que sucedió la semana pasada con la residencia Gallinal - Castellanos –ubicada en Roque Graseras 868– que comenzó a ser demolida dado que había quedado por fuera de la protección de la Comisión Especial Permanente de Pocitos.
“Si cae la cautela y se presenta un permiso de demolición se genera un periodo ventana entre esto y eventualmente se renueva hay un periodo en el que, si se presenta un proyecto a la IMM, se le da vía libre para demoler porque se ampara en que no tiene herramientas para conservarlo”, explicó.
En el inventario realizado por Patrimonio Activo –que se presentará actualizado en octubre y al que accedió El País– figuran, por ejemplo, el cine Radio City (del arquitecto Rafael Ruano e inaugurado en 1936), varias viviendas de finales del siglo XIX y principios del siglo XX de la avenida Uruguay (muchas actualmente en venta y otras que funcionan como pensiones), el local donde está emplazado el Bar Paysandú y la vivienda anexa en avenida Rondeau (padrón construido en 1910) y otros inmuebles en avenida 18 de julio y las calles Colonia, Maldonado, Andes, Aquiles Lanza y otras.
“Son 100 inmuebles que están identificados como de valor patrimonial. Muchos están siendo ofrecidos en venta como terrenos”, apuntó el activista.
Si se toma en cuenta todo el Municipio B, el que comprende más de 10.000 padrones, un 30% de las construcciones son “meritorias de algún grado de protección patrimonial”, según la exploración técnica de Patrimonio Activo, organización que está haciendo el mismo relevamiento en Punta Carretas y Pocitos.
La asociación pretende detener la caída cautelar como lo hizo en 2020; para eso remitirá a la Intendencia de Montevideo esta semana una iniciativa para que se renueve, al tiempo que se quiere dar un paso más: que se les conceda la protección patrimonial; además, que se amplíe la acción de la Comisión Especial Permanente de Pocitos a todo el barrio.
Palacio Deambrosis.
os murales del Palacio Deambrosis desaparecieron con el inmueble. También su estilo ecléctico del último cuarto del siglo XIX y un original mirador neogótico que estaba rematado por una aguda aguja piramidal bordada de caracoles cementicios. Estaba ubicado en la calle Colonia esquina Rondeau. Ocurrió en 2012 para dejar lugar a un parking.
“Desde que se elaboró el plan de ordenamiento territorial en 1998 se han hecho muy pocas modificaciones; además, solamente se limita a proteger y a reconocer monumentos históricos nacionales o bienes de interés departamental”, señaló.
Por no contar con protección es que se lamenta luego sobre los escombros. Un caso sonado fue la reciente demolición de la exsede del Club Naval (Soriano 1117), que no contaba con ningún grado de protección patrimonial, pese a haber sido construida en 1925 por Humberto Pittamiglio. Otro fue la demolición del local de la fábrica de alfombras de Manuel Assimakos en Avenida Italia y Mataojo, la cual se realizó incluso sin que existiera un permiso. En otros casos se logró intervenir. Una casa de 1905 ubicada en Canelones 935 fue salvada de la demolición al resolver que se conservara el frente y la primera crujía del edificio (los espacios delanteros, entre la fachada y el siguiente muro) y se permitió la construcción de un edificio retirado, aunque como compensación se otorgó mayor altura respecto a lo permitido en la zona. Para Schaffner este recurso es válido e implica un estudio del valor patrimonial que, a su juicio, debería ser de orden.
Demolición en Pocitos.
“Siempre venimos corriendo de atrás”, resumió el presidente de Patrimonio Activo a días de haberse iniciado la demolición de la residencia Gallinal - Castellanos que, en síntesis, repite otras historias. Esta vivienda tuvo una protección cautelar (que afectaba a un total de 121 padrones del barrio) hasta 2019.
Se trata de un inmueble que originalmente perteneció al matrimonio Alejandro Gallinal Heber y Elina Castellanos Etchebarne y sus cuatro hijos y que ocupa un sexto de la manzana. Fue un proyecto de los arquitectos Elzeario Boix y Horacio Terra Arocena a principios del siglo XX y más tarde se convirtió en sede de la Embajada de Chile.
“Solamente en Roque Graseras entre José Scosería y Jaime Zudáñez hay un conjunto de casas de principios de siglo de (Ramón) Bello y (Alberto Reborrati), de Alberto Muñoz del Campo, entre otros, que no solamente tienen valor como obra individual sino valor en su conjunto. Crean un paisaje histórico y patrimonial que es lo que conserva Pocitos como atractivo”, contó Schaffner.