PATRIMONIO NATURAL
Se trata de una variedad de la que quedan apenas 65 ejemplares en el departamento de Rivera y para que la que bastarían unas pocas medidas para poder salvar.
"En el entorno de la ciudad de Rivera sobrevive una pequeña población de cactus con 65 ejemplares adultos en perfectas condiciones de ser rescatada con pocas medidas. El lugar no está afectado a ninguna actividad productiva y lo único que lo hace singularmente relevante es la presencia de este cactus”. Así describe William Duarte De Barros el estado de situación de una especie de suculentas que está en peligro de extinción y cuyo nombre original es notocactus rauschii.
Como coleccionista desde hace 50 años de este tipo de plantas, las que también comercializa, Duarte De Barros viene de enviar sendas cartas al Ministerio de Ambiente y a la Intendencia de Rivera solicitando se haga algo para proteger a este cactus amenazado.
La constatación del hecho se dio hace unos años, cuando el coleccionista participó de un taller para la actualización de la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en lo que refiere a las plantas de la familia cactácea.
Se realizaron varios talleres en diferentes zonas y Duarte De Barros participó en el que se organizó en Mendoza, Argentina, invitado por la bióloga suiza MarielLa Superina. Allí comprobó la información con la que él ya contaba. “Más de 40 años recorriendo las poblaciones de cactus del país me permite conocer el antes y el después de muchas de ellas”, señaló en diálogo con El País.
En esas recorridas, Duarte De Barros ha venido notando cambios, muchos de los cuales han afectado gravemente a las poblaciones de cactus.
Las causas son diversas: urbanización, depredación directa, actividades agropecuarias, negocios inmobiliarios, fraccionamientos, cambios en los ecosistemas.
“La gran importancia que asigno a esta tarea es que por primera vez en Uruguay se plantea que el tema central de una zona protegida sea la salvaguarda de una especie de cactus. Eso a pesar de que hay mucha gente que ha viajado miles de kilómetros para llevarse apenas unas fotos de las muchas poblaciones de cactus nuestras, muchas de ellas únicas en el mundo”, indicó el coleccionista.
La iniciativa de escribir las cartas al ministerio y a la intendencia surgió por recomendación de su amigo el biólogo Giancarlo Geymonat tras haber fracasado al golpear la puerta “de gente cuya profesión los hace totalmente idóneos para redactar proyectos de perfil ambiental”, comentó Duarte De Barros, quien también ha creado en Facebook la página SOS Cactus Uruguay para atraer a personas interesadas en la conservación y cuidado de este tipo de plantas.
En la carta dirigida a la Intendencia de Rivera, el especialista apeló al vínculo que lo une a esta comuna como bisnieto de quien fuera intendente durante la Segunda Guerra Mundial, Julio César De Barros.
“Mi bisabuelo dejó como legado el Parque Gran Bretaña, fundado en honor a la visita de un dignatario británico a nuestro país”, contó a El País.
Duarte De Barros tiene actualmente una colección de cerca de dos mil plantas diferentes de la especie cactus.
Se ocupa de todo lo que hay que hacer para mantener la colección. “Desde preparar el terreno, hacer el invernáculo, hacer almácigos, plantar... absolutamente todo”, relataba a El País en una nota realizada en febrero de este año.
Además, desde hace cinco años comercializa las plantas y hace todo lo posible por proteger su existencia.
“Espero que al fin pueda lograr algo”, concluyó esperanzado sobre la especie de cactus que hoy intenta salvar.