Salud
A continuación, una lista de consejos brindados por profesionales de la Clínica de Mayo para supera las excusas.
Muchas veces aunque sabemos que debemos ponernos en forma, ya sea porque queremos vernos y sentirnos bien o para cuidar nuestra salud, siempre encontramos excusas para no hacerlo. La mayoría de estas se basan en la falta de tiempo, el cansancio, la falta de voluntad y hasta el miedo a lesionarse. Sin embargo, lograr una rutina de ejercicios no tiene por qué ser difícil.
A continuación te comentamos algunos tips para poder superar las excusas más comunes que nos ponemos para no empezar a ejercitarnos. Estos consejos han sido tomados de varios artículos publicados por profesionales de la Clínica Mayo de Estados Unidos.
1. No tengo suficiente tiempo
- Hacé un hueco en tu horario para hacer caminatas. Solo necesitás diez minutos de caminatas rápidas para mantenerse saludable. Podés realizarlas varias veces al día y aumentar la actividad gradualmente.
- Levántate 30 minutos más temprano. No tienes que hacer grandes cambios en tu horario para poder hacer ejercicios. Inicia con un par de días a la semana y anda incrementando la cantidad progresivamente.
- Manejá menos, caminá más. Una buena idea es dejar el auto estacionado a unas cuadras de donde te encuentras para caminar un poco más cuando vayas a subir. También podés incluir paseos a pie o en bicicleta los fines de semana.
2. Es aburrido
- Elegí actividades que disfrutes. Es normal que en toda rutina a veces te sientas aburrido, pero podrás sobrellevarlo bien si haces algo que disfrutas.
- Podés variar. Alterná actividades, por ejemplo, nadar, montar bicicleta, caminar, etc. Además, de esta forma trabajarás diferentes músculos.
- Juntate con tus amigos. A veces, hacer ejercicios en grupo puede resultar mucho más divertido.
3. Estoy muy cansado después del trabajo
-Hacé ejercicios por la mañana. Despertarte 30 minutos antes y usar una cinta o pedalear en una bici estacionaria no solo te ayudará a mantenerte en forma, también te dará más energía para empezar tu día.
-Usá tu hora de almuerzo. Podés aprovechar el tiempo que te sobra en tu hora de almuerzo para salir a hacer una caminata, esa de diez minutos que te comentamos arriba.
4. Soy muy perezoso
- Ponete metas realistas. No te fijes objetivos demasiado ambiciosos, ya que es posible que desistas sin incluso intentarlo. Empezá de a poco, por ejemplo, dando una vuelta a la manzana o con las caminatas cortas. Lo importante es no rendirse y ser constante.
- Trabajá con tu naturaleza, no contra ella. Planificá la actividad física para los momentos del día en que sueles sentirte más enérgico, o al menos no tan perezoso.
5. No soy bueno para los deportes
- No te compliques. No necesitás ser un deportista para hacer ejercicios. Tampoco tengas miedo si es que has estado inactivo demasiado tiempo (siempre con cautela). Probá con algo básico, como las caminatas diarios. Lo importante es iniciar y darle a tu cuerpo y cerebro la oportunidad de habituarse a mayor actividad.
- Buscá compañía. Elegí una actividad que te guste, como bailar o hacer jardinería, e invita a tus amigos a que te acompañen.
- No te compares. Simplemente concentrate en los cambios positivos que estás logrando en tu cuerpo y en tu mente.
6. Tengo miedo a lesionarme
- Tené calma. Lo importante es iniciar con un programa sencillo y no olvidarte de los precalentamientos antes de hacer ejercicios y los enfriamientos cuando hayas terminado. A medida que te sientas más seguro con tus habilidades, añade nuevas actividades a tu rutina.
- Consejo de un profesional. Consulta tus dudas e inquietudes con un especialista. Asimismo, en este tiempo de internet puedes encontrar tutoriales de expertos certificados que te den una buena guía. Si sufriste alguna lesión o tienes alguna enfermedad, es conveniente que consultes con tu médico o un fisioterapeuta para que te ayuden a crear un programa de entrenamiento adecuado.
7. No puedo pagar un gimnasio
-Realizá ejercicios de fortalecimiento muscular en casa. En lugar de pesas podés usar bandas de resistencia. También podés hacer ejercicios utilizando el propio peso de tu cuerpo.
-Buscá alternativas. Existen grupos que se juntan para realizar diferentes actividades físicas como nada, correr, montar bici, entre otros, y, por lo general, son una alternativa más económica que el gimnasio.