METEOROLOGÍA
Las condiciones esperables para el miércoles y jueves favorecen el derretimiento de la nieve mientras cae a la tierra
La idea de que nieve en el país emociona a varios, especialmente a aquellos que no la conocen o que nunca vieron un espectáculo similar en Uruguay. Sin embargo, Néstor Santayana, meteorólogo y jefe de pronóstico del Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet), recordó que no hay que perder de vista el frío y las bajas sensaciones térmicas que podrán acompañar a este fenómeno esta semana.
“Lo que hay que destacar es la importancia del frío que se va a dar entre el miércoles y el jueves”, indicó Santayana a El País. “Las mínimas se ubicarán entre 2°C y -5°C; puntualmente podrían darse temperaturas inferiores”, agregó.
El meteorólogo explicó que se va a dar la cuarta ola de frío en lo que va del invierno, un número elevado con respecto a años anteriores.
“Este es el primer año que hemos tenido tantas; por ejemplo, el año pasado tuvimos dos y ahora tenemos cuatro, en forma subjetiva indica que se trata de un invierno más frío”, señaló.
Junto con el intenso frío y las bajas sensaciones térmicas también se espera que se den rachas de vientos de ente 40 y 60 kilómetros por hora.
Además se pueden a llegar a generar precipitaciones escasas entre el miércoles y el jueves. “Esas condiciones de lluvia, de viento y de frío podrían favorecer la ocurrencia de aguanieve y graupel (pequeño granizo blando)”, indicó.
La nieve se define como una precipitación sólida: está compuesta por cristales de hielo diminutos con temperaturas por debajo de los 0°C. Estos se crean en la atmósfera mediante la absorción de gotitas de agua y, cuando se unen entre sí y forman los copos de nieve. Mucho cristales unidos se vuelven lo suficientemente pesados para caer al suelo y, entonces, nieva.
Para que se forme la nieve se tienen que dar dos condiciones imprescindibles: bajas temperaturas y una humedad relativa concreta en la atmósfera. Es por eso que hay zonas de fríos extremos, pero con climas secos, donde jamás nieva.
Y en Uruguay juega el bajo nivel del mar para que este sea un fenómeno poco común.
La precipitación cae en forma de nieve cuando la temperatura del aire es inferior a 2°C. Si la temperatura está por encima de los 2°C, el copo de nieve se derretirá y caerá como aguanieve o lluvia, en lugar de nieve. Este fenómeno es más corriente en Uruguay: es la nieve que ha comenzado a derretirse y, por lo tanto, no tiene forma de cristal y se vuelve más húmeda.
El pronóstico dice que entre el término del miércoles y las primeras horas del jueves hay algunas condiciones que favorecen la formación de copos de nieve en niveles medios y bajos de la atmósfera. Pero para Santayana es una condición baja para la formación de copos.
En Argentina y en Brasil, sobre todo en sur, en las sierras que tienen más de 1.000 metros de altura, las precipitaciones terminan llegando como nieve, pero Uruguay no tiene esa misma orografía. El punto más alto es el cerro Catedral en el norte de Maldonado que tiene 513 metros.
En base a esta situación se espera que en caso de nevar ocurra en este tipo de puntos del país. “En Montevideo la temperatura de la superficie hace que los copos de nieve terminan llegando como aguanieve”, aclaró.
En agosto de 2019, se registraron copos de nieve en sierras de Maldonado y Lavalleja; sobre todo en el Cerro Catedral, que es parte de la llamada Sierra Carapé, en el municipio de Aiguá. Se debió a la combinación perfecta entre frío intenso en las alturas y la humedad. El graupel, una especie de granizo suave, llegó por su parte al sur y el este.
Otra forma de nieve conocida en Uruguay es la escarcha, que es la que se forma directamente en el suelo. Cuando las temperaturas están igual o inferiores a 0°C y existe una alta humedad ambiental, el rocío, o el agua que hay en la superficie terrestre, se congela. Cuando la cantidad de vapor del aire que se encuentra en contacto con los cuerpos es muy escasa, no se produce rocío sino que directamente se forma escarcha.
Distinta fue la mañana del 4 de julio de 1960, cuando la ciudad de Treinta y Tres amaneció cubierta por una significativa capa blanca que permitió incluso armar muñecos de nieve. En Montevideo se registró un fenómeno similar el 26 de junio de 1980, en particular, en Carrasco. (Producción: Irene Núñez)