¿Cuáles son los mejores lugares de Uruguay para ver las estrellas?

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ASTROFOTOGRAFÍA

La astrofotografía revaloriza el patrimonio natural; artista lidera el proyecto Mirá las Estrellas

La calidad del cielo nocturno se mide por la escala de Bortle. El 1 es el valor mínimo: es un cielo completamente oscuro que solo puede ser calificado como magnífico. El nivel más alto es el 9 y corresponde al cielo visto desde el centro de una ciudad donde solo puede verse la Luna, algunos planetas y unos pocos cúmulos estelares. Por ejemplo, es el cielo sobre la zona portuaria de la Ciudad Vieja.

Para que un sitio esté categorizado como “mejor paisaje para ver las estrellas” debe ser calificado entre el 1 y el 4, a juicio de Fefo Bouvier, astrofotógrafo dos veces reconocido por la NASA. En el nivel 4, por ejemplo, la Vía Láctea todavía se ve con claridad. Se trata de una zona en transición entre cielo rural y periurbano. Y en Uruguay hay muchos ejemplos.

Fefo Bouvier es el responsable del proyecto Mirá las estrellas (MLE) para explorar, documentar y difundir los mejores cielos uruguayos. En diálogo con El País comentó que en el centro y norte del territorio hay muchos parajes con cielos con calidad 1 pero todavía no ha encontrado ningún punto de referencia. Como están sobre extensiones de campos de propiedad privada no es posible el acceso.

Lo mismo sucede en el Paisaje Protegido localidad rupestre de Chamangá, al este de la ciudad de Trinidad, departamento de Flores, donde el cielo “está cerca del 1” en la escala de Bortle –“el cielo allí es espectacular”, describió el artista– pero se requiere de una autorización para permanecer durante la noche. Sitios como el Cerro de la Buena Vista (Rocha), el Parque Salto del Penitente, el Valle del Hilo de la Vida (ambos en Lavalleja) y la Sierra de Mahoma (San José) están comprendidos entre los niveles 2 y 4 y pueden ser visitados sin problema. Bouvier todavía no realizó estudios en zonas de Treinta y Tres, Cerro Largo y Paysandú que podrían sumarse a la lista.

Allí pueden apreciarse “el centro galáctico, la parte de la región de la Cruz del Sur que es muy rica en objetos celestes, las Nubes de Magallanes (galaxias cercanas) y fenómenos atmosféricos como el airglow”, comentó Bouvier. Este se refiere a la luminiscencia natural del cielo, un resplandor que desde el suelo solo puede ser apreciado si el cielo es oscuro y con una cámara sensible.

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Bioluminiscencia en la costa y la Vía Láctea. Foto: Fefo Bouvier

Además de un cielo sin contaminación lumínica, el lugar debe cumplir con otros requisitos: debe predominar el paisaje natural, debe ser de fácil acceso, debe ser seguro (puesto que hay que pasar la noche) y es siempre es un plus que tengan un valor cultural, arqueológico o patrimonial.

“Mi cometido es incentivar a la población a planificar sus propias salidas, proteger estos sitios y dar a conocer el patrimonio natural uruguayo a través de la astrofotografía; el cielo nocturno es otra cara que recién se empieza a mostrar”, dijo a El País.

Dos veces reconocido por la NASA.

Fefo Bouvier –nacido el 26 de octubre de 1990 en Montevideo– es un fotógrafo y artista uruguayo establecido en Colonia del Sacramento. Su experiencia es en el campo de la fotografía de paisajes, con especial enfoque en la fotografía del cielo nocturno. Algunas de sus imágenes han sido reconocidas internacionalmente: una fue publicada en Le ciel à l’oeil nu en 2019 y dos fueron seleccionadas por la NASA como Astronomy Picture Of The Day (en 20 de febrero de 2018 y 19 de septiembre de 2013).
Su cuenta es Instagram es @fefobouvier; el proyecto Mirá las estrellas puede ser visto en @miraalasestrellas.

Los mejores sitios en el país.

El Cerro de la Buena Vista encabeza la lista de Bouvier. “Estar ahí, entre las dunas y con ese cielo es una experiencia muy recomendable. Uno se siente protegido. Y casi siempre se ve bioluminiscencia, lo cual es una sutileza de la naturaleza”, puesto que desaparece ante la más mínima presencia de luz artificial, contó. Agregó que a simple vista no notó el airglow, pero cuando hizo la primera exposición larga, apareció un tinte rojizo en el horizonte.

En otoño, cuando hizo la primera expedición en el marco de este proyecto, el centro galáctico –la zona más brillante de la Vía Láctea–?se veía como una clara mancha blanca que atravesaba el cielo de este a oeste que comienza a verse sobre el océano Atlántico luego de la puesta del Sol. Las constelaciones de Orión y Escorpión que, en realidad, son fáciles de reconocer, se perdían entre miles de estrellas. Las Nubes de Magallanes se destacaban a simple vista en el cielo sur.

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El paisaje nocturno del Parque Salto del Penitente. Foto: Fefo Bouvier

El Salto del Penitente también es otro de los “mejores paisajes para ver las estrellas”. Su clasificación es entre 2 y 3 en la escala de Bortle. No llega a 1 porque la ciudad de Minas está a 20 kilómetros y su luz contamina; no obstante, las sierras ayudan a bloquear parte de la luz, pero solo se ve oscuro en lo alto del firmamento y no sobre el horizonte. Al igual que en el Cerro de la Buena Vista, se ve la Vía Láctea, las Nubes de Magallanes y varios cúmulos globulares.

Dos recomendaciones del experto para explorar y documentar cualquier sitio: hay que evitar el verano porque el centro galáctico no es visible –lo es entre marzo y octubre–?y siempre hay que elegir la fecha más cercana a la Luna nueva. El mejor momento es aproximadamente dos horas después del atardecer, cuando comienza la oscuridad total. La ausencia de la luz del Sol va a perdurar hasta dos horas antes del amanecer.

¿Cómo capturar las mejores imágenes?

Cámaras semiprofesionales y hasta celulares de alta gama son suficientes para practicar la astrofotografía. El resultado será mejor si el dispositivo cuenta con sensores full frame y APS-C, ya que logran una buena calidad en condiciones de baja luz. La recomendación es que se use un equipo que permita utilizar modo manual y guardar en formato RAW. Respecto a las lentes, los grandes angulares son los indicados para abarcar gran parte de la Vía Láctea e incluirle paisaje. Con focales de entre 12mm y 24mm se van a obtener muy buenas imágenes. También se necesita que el lente sea luminoso para captar la mayor cantidad de luz de las estrellas en cada exposición. Una apertura de f/2.8 o mayores (f/1.4 o f/2.0) son ideales.

No hay que olvidarse del trípode. Las exposiciones son largas –de entre 15 y 30 segundos– y, cuanto más estable sea, el viento no moverá la cámara y la foto será nítida. Para ayudar a estabilizar el trípode, se le puede cargar una mochila.

El equipo debe estar en modo manual. El fotógrafo debe utilizar la mayor apertura disponible en el lente y la focal más angular. Luego hay que enfocar manualmente hacia el infinito y chequear el tamaño de las estrellas hasta que aparezcan en foco.

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