Uruguay es el país de Latinoamérica con mayor incidencia y mortalidad por cáncer de piel. El dato lo aporta la dermatóloga Sofía Nicoletti y es suficiente para saber que hay que tomar recaudos ya que mucho depende de nuestra conducta personal.
“Sabemos que la radiación ultravioleta está directamente relacionada con el origen del cáncer de piel y, por lo tanto, tenemos que hacer cosas para disminuir el riesgo; una de las principales es protegernos de esta radiación”, subrayó quien coordina, junto a Alejandra Larre Borges, la Campaña de Prevención del Cáncer de Piel de la Sociedad de Dermatología del Uruguay.
La especialista aclaró que no está diciendo que no se puede ir a la playa o hacer actividades al aire libre. “Simplemente lo que queremos es dar las pautas para que tengan una exposición lo más segura posible”, manifestó.
Horas recomendadas
“Yo diría que el horario es uno de los temas más importantes a tener presente”, señaló Nicoletti en diálogo con El País.
Se recomienda tratar de evitar la exposición solar entre las 10 y las 16 horas, sobre todo cuando hablamos de la parte más recreativa, es decir tiempo de vacaciones, ir a la playa o hacer vida al aire libre.
Elegir la sombra
Se aconseja siempre preferir la sombra, sea de un árbol, un techo o una sombrilla. En cuanto a esta, hay que tratar de que sea de colores oscuros; las sombrillas de nylon y blancas no sirven. “Igual hay que tener cuidado por el reflejo o rebote del sol en la arena, el agua o el pasto”, advirtió Nicoletti.
Tampoco hay que confiarse de los días nublados porque la radiación ultravioleta siempre está y más en los meses de verano. “Obviamente, cuando no está nublado uno siente más la radiación y la evita; cuando se nubla se queda más al sol porque existe el falso concepto de que no te pasa nada”, apuntó la dermatóloga.
Protectores adecuados
“El protector solar es un complemento, nos sirve para proteger esas zonas que no podemos cubrir con la ropa”, detalló Nicoletti haciendo referencia a la cara, el dorso de las manos, a veces el cuello y, por supuesto, las partes del cuerpo que elegimos no cubrir con ropa.
“No se puede usar cualquier protector solar, sino que el producto debe cumplir determinadas características: tener un FPS (Factor de Protección Solar) de por lo menos 30, que sabemos que nos cubre de la radiación ultravioleta (UVV), y que tenga una protección UVA alta o muy alta”, recomendó la especialista.
Se debe aplicar 20 minutos antes de exponerse al sol y recolocarlo cada dos horas.
Esta recomendación se extiende a aquellos que trabajan al rayo del sol (guardavidas, trabajadores rurales, empleados del sector de la construcción).
Lo ideal es que sea resistente al agua, lo que no significa que no haya que volverlo a aplicar. Los que dicen “resistente al agua” no perduran más de 40 minutos y los que dicen “muy resistente al agua” no mucho más de 70 minutos. Luego de ese tiempo hay que secarse y volverlo a poner.
En cuanto a las presentaciones cosméticas, Nicoletti dijo que hay muchos tipos. Lo mejor son las cremas porque todo lo que es spray o lociones, si bien funciona bien, son más livianos y se van más fácil.
Para quienes hacen actividad física una buena opción son los que vienen en barra porque adhieren más a la piel y la transpiración no los hace desaparecer. Por eso también son buenos para los niños que están mucho tiempo en el agua.
La diferencia entre protectores para el rostro y protectores para el cuerpo es sobre todo cosmética. Los primeros se usan todo el año y sirven también para combatir arrugas o manchas solares, además de contar con una buena absorción. Algunos incluso vienen con color y se usan como base de maquillaje.
Pero a la hora de ir a la playa el protector corporal también sirve para proteger el rostro.
Los labios también deben protegerse, sobre todo el labio inferior porque es uno de los lugares donde la radiación ultravioleta cae directamente y es allí donde se produce sobre todo el cáncer de labio.
Es importante saber que los protectores solares tienen fecha de vencimiento. “Lo ideal es no dejarlos abiertos de un año para el otro porque pueden perder la protección total; lo mejor es abrirlos cada verano”, aconsejó.
“El protector solar evita la quemadura solar, que te quedes rojo o te ampolles. Con su uso sabemos que indirectamente vamos a estar disminuyendo la incidencia del cáncer de piel. Más de tres quemaduras solares durante la niñez o adolescencia duplica el riesgo de contraer cáncer de piel”, sentenció la especialista.
Vestimenta, sombrero y lentes de sol
Un elemento clave para cuidarse del sol es lo que se denomina la protección física y encierra todo lo que es la vestimenta.
“Sabemos que lo mejor es que haya algo entre la piel y el sol, o sea que la ropa es lo más importante y hasta lo más barato a lo que acudir”, destacó la dermatóloga Sofía Nicoletti.
Se debe optar por telas que no sean caladas, sino de una trama bastante apretada. El jean es una buena posibilidad, al igual que las telas tipo picket o de algodón. Lo mejor, si no fuera por el calor, sería usar manga larga.
En cuanto a los colores, lo ideal son los colores oscuros, lo que no significa que deba apelarse al negro; puede ser rojo, verde o azul oscuro, por ejemplo. “Lo que pasa con el color claro es que es más liviano y deja ventilar un poquito más, mientras que el oscuro absorbe el calor y entonces calienta la ropa y da la sensación de ser mucho más caluroso”, explicó Nicoletti.
La especialista indicó que las prendas que vienen con filtros son muy buenas y muy útiles para que las usen los niños, sobre todo porque están mucho tiempo en el agua. “Sabemos que los protectores solares se van desgastando con el agua y es muy difícil sacar al niño del agua, secarlo, recolocarle protector y esperar los 20 minutos que se exigen para que empiece a actuar y ahí dejar que el niño vuelva al agua”, comentó la dermatóloga.
Otra prenda fundamental es el sombrero, que debe ser de ala ancha de manera que cubra las orejas y la parte trasera y lateral del cuello. Lo ideal es que el ancho del ala sea de 7,5 centímetros. “Los modelos tipo legionario, que son los que tienen una tela atrás, son los ideales sobre todo para las personas que trabajan al sol”, acotó.
Por último están los lentes, que debemos tratar que sean anchos, envolventes, que tapen la parte de la sien y tengan filtros. Además de proteger el ojo en sí, también deben cubrir la piel de los párpados, que es un sector muy frecuente del cáncer de piel.
En cuanto a las personas que trabajan al sol, caso de guardavidas, trabajadores rurales o empleados de la construcción, se recomienda que usen ropa adecuada -sobre todo de manga larga- y sombrero con las características mencionadas.
Una ley que eduque y le saque el IVA a los protectores solares
“La importancia de educar a la población es clave”, remarcó la dermatóloga Sofía Nicoletti quien, junto a su colega Alejandra Larre Borges, presentó en diciembre un proyecto de ley en el que básicamente se busca regularizar el uso de las camas solares, instalar la fotoeducación en las escuelas, dar protección a quienes trabajan al aire libre y descontar el IVA de los protectores solares.
El proyecto se encuentra en Diputados y luego pasaría al Senado para finalmente aprobarse. “Tenemos toda la esperanza de que salga”, comentó.
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