TURISMO

Mercedes es una mujer rural que vive en un campito de colonización a los pies de los Cerros de Ojosmín, en el departamento de Flores. Desde 1990 produce quesos artesanales junto a su familia, quesos que al principio le compraban y se los llevaban a vender en otras partes del país. Pero Mercedes comenzó a capacitarse y a participar de ferias regionales, logró habilitar su quesería artesanal y hoy sus productos están en las góndolas de los supermercados de su departamento.

Quesería N51, como se llama el emprendimiento, es uno de los tantos que ostenta en Flores el sello Tierra del Geoparque, un reconocimiento que concede la intendencia floresina a todos aquellos productos que cumplen una serie de requisitos que van desde ser elaborados en forma artesanal en el territorio y con materias primas del departamento (en su mayoría), hasta contar con procesos de elaboración y comercialización de bajo impacto ambiental.

“El sello es la expresión de un departamento que en su momento innovó en su perfil de desarrollo. Antes a Flores lo asociabas tradicionalmente a los rubros de carne, lana, las semillas, que siguen siendo el motor de nuestra economía, pero tuvo la osadía de pensar en el turismo y en la naturaleza para incluirlos en la estrategia de desarrollo”, señaló Diego Irazábal, uno de los grandes impulsores de la creación del sello Tierra del Geoparque.

Irazábal fue intendente de Flores entre febrero y noviembre de 2020, suplantando a Fernando Echeverría que dejó el cargo para hacer campaña por la reelección. Pero su trabajo para hacer del turismo un punto fuerte del departamento lo hizo desde su cargo como Director de Desarrollo.

El Geoparque Grutas del Palacio, que está en el departamento de Flores y fue reconocido por la UNESCO, fue la semilla para empezar a diseñar una estrategia de promoción de Flores asociada al turismo.

“Flores tiene una identidad vinculada al Geoparque y eso representa ciertos atributos de cuidado del medio ambiente y de valorización de la herencia geológica y del patrimonio que tenemos”, destacó Irazábal a El País. Añadió que “los geoparques ponen énfasis en que la comunidad debe estar dispuesta a apropiarse de su lugar”.

Es en ese escenario que apareció un grupo de mujeres muy emprendedoras, deseosas de que sus productos fueran reconocidos y valorados como parte de esa identidad floresina.

En ese camino, gracias a una campaña diseñada por Irazábal desde la comuna, se creó el sello Tierra del Geoparque, que hoy engloba a 18 mujeres o familias lideradas por mujeres.

Quesos, dulces, mieles y alfajores artesanales; cosméticos y jabones naturales; artesanías en madera y porcelana fría; artículos de decoración; prendas de lana; artículos en tela; reciclaje; restauración de muebles y florería forman parte de una amplia oferta para la que ya hay nuevos aspirantes haciendo los trámites para sumarse.

Antes de crear el sello, cada uno de los productos traía una etiqueta en la que se explicaba de dónde venía y cómo se elaboraba. “Tratabas de explicar cómo un producto es fruto de la geología del territorio y que eso nos ha moldeado como sociedad. Comprabas el producto y aprendías de geología, del Geoparque y de la naturaleza. Ibas promoviendo un cambio de concepción en el consumidor”, destacó Irazábal.

El sello continuó esa idea y se preocupó por vincularlo más al turismo, “como manera de responder a la demanda de los visitantes que quieren consumir productos locales; descubrir nuevos sabores y técnicas, y que los productos tengan un sello que diga ‘esto está elaborado bajos las normas bromatológicas correspondientes’”, apuntó.

El gran objetivo hoy es seguir potenciando Tierra del Geoparque y confirmarlo como un valor que todos quieran tener.