FINANZAS
Sugerencias para manejar el dinero y las emociones de manera consciente.
¡Por fin llegó diciembre! Momento de bajar un cambio, de pasar tiempo en familia y de disfrutar de un Sol que cada vez brilla con más intensidad. Para muchos también es momento de vacaciones y de darse algún gustito. Pero, ¿cómo gestionar el dinero en esta época de placeres? La licenciada en Economía Carolina Sur nos trae sugerencias.
Para empezar.
“Mucha gente ahorró todo el año para el verano, entonces es un embole que te digan ‘bueno, ahora tenés que ahorrar’”, afirmó Carolina en diálogo con El País. Por ese motivo, no viene a decir nada de eso, sino que trae cuatro consejos para disfrutar de las vacaciones sin gastar innecesariamente.
Según Carolina, lo primero es decidir cuánta cantidad de dinero estamos dispuestos a gastar en las vacaciones. “Lo podés poner en una tarjeta de débito o en una de crédito para tener descuentos, pero tiene que ser ese dinero y no más, porque sino llega marzo y no solo te querés morir porque tenés que volver a trabajar, sino por todos lo que te pasaste en gastos”, sostuvo.
Luego de tener eso pensado, es hora de definir prioridades: “Cuando sepas cuánto querés gastar en cada jornada, hay que jerarquizar según tus gustos y necesidades”. Allí, cada uno debe establecer cuánto para comida, cuánto para turismo, cuánto para transporte, etc. “Fijate qué es lo que te hace feliz, porque capaz que tenés un presupuesto con el que si salís a comer afuera se te va todo y hay que pensar si eso es lo que realmente te hace feliz”, expresó la licenciada en Economía.
En ese sentido, la organización es clave: “Podés llevarte cosas de tu ciudad natal, como la comida o el protector solar, porque sino vas a tener que pagar un sobreprecio en los lugares turísticos”. Aquí entra otro concepto importante, llamado ‘costo de oportunidad’. Carolina lo explicó así: “Si gastás dinero en un protector solar más caro porque te olvidaste de llevar uno, capaz que estás dejando de tomarte una cerveza en un bar”.
La idea del ‘costo de oportunidad’ implica que “si comprás algo, renunciás a comprarte otra cosa”. Por ejemplo, “si te dan el salario vacacional en enero y lo querés usar en tus vacaciones, pero te vas en febrero, no lo gastes en enero en un televisor, porque es el dinero para tus vacaciones”. Carolina agregó: “No es un tema de privarte, sino de saber elegir”.
Más ideas.
El segundo aspecto importante es entender que es mejor tener más experiencias que cosas. “Está estudiado que las experiencias nos hacen mucho más felices porque la curva de felicidad cuando comprás un bien decrece al momento”, señaló Carolina a El País.
Para explicar lo anterior, dijo: “Si te compraste una silla de playa espectacular, podés estar copado unos días, pero si tenés una linda experiencia eso queda marcado por mucho más tiempo”. Además, “muchas experiencias son gratis”, como ir a la playa, salir a caminar o aplaudir la puesta de sol.
El tercer consejo es “compartir las vacaciones”. “Si tenés la posibilidad de compartir alojamiento y gastos, primero está buenísimo porque abarata costos, pero además es lindo vivir experiencias con amigos o familiares”, expuso la licenciada en Economía. De hecho, “también está estudiado que, si hacés una experiencia con gente, el recuerdo perdura mucho más en el tiempo”.
Por último, Carolina subrayó: “Regálate las vacaciones que puedas pagar, porque los costos fijos no se toman vacaciones”. Por estas fechas “abundan los anuncios de vacaciones soñadas con lugares paradisíacos, pero hay que recordar que eso no es necesario para tener unas vacaciones que nunca olvidarás”.
Muchas veces, elegir opciones que superan nuestro presupuesto nos lleva a abusar de la tarjeta de crédito o de los préstamos. “No solo que las vacaciones te van a salir mucho más caras porque tenés que pagar intereses, sino que, además, vas a estar veraneando y pensando en cómo vas a hacer para financiarlo todo”, señaló.
En este sentido, concluyó: “Yo evitaría financiar las vacaciones y gastaría lo que pueda para que mi mente esté verdaderamente feliz y descansada”.
Emociones.
En mayo de este año, Carolina abrió una cuenta de Instagram llamada ‘Hola, soy Caro’ en donde comparte información para ayudar a las personas a manejar sus finanzas de manera consciente. Pronto, se encontró con que mucha gente necesitaba un espacio que permitiera hablar de dinero con “buena onda” y libertad.
“Muchos me dicen que nunca habían podido hablar sobre sus finanzas con otras personas, pero que a partir de este proyecto pudieron abrirse con su familia o su pareja y charlarlo tranquilamente”, contó.
El emprendimiento también impactó de manera positiva en su propia vida. Desde que comenzó con ‘Hola, soy Caro’, redujo sus gastos en un 40%. “Simplemente me di cuenta de que cosas de las que consumía me hacían verdaderamente feliz y cuáles no”, mencionó. Por ejemplo, entendió que lo que más le gusta del verano es ir a la playa y eso es gratis. “Todas las cosas que después te venden es un extra, pero si a mí lo que me hace feliz es estar en la playa, capaz que alquilo cosas un poco más rústicas, porque no me hace feliz un baño divino o una casa hermosa”, señaló.
Y añadió: “Tampoco me enloquezco con las promociones de ropa divina, porque sé que durante 20 días voy a estar todo el tiempo de malla”.
De esta manera, comprendió que lo importante es saber qué es lo que uno quiere realmente, porque “cuando no sabés lo que querés, te llenás de productos que te imaginás que querés”.
El público que sigue la cuenta es, en su mayoría, gente que “tiene toda su energía puesta en generar dinero, pero no en gestionarlo”. Lo que pasa es que “están 24 horas trabajando y en el trajín de conseguir más ingresos no se dan cuenta de que gastan de más en el delivery, en la poca organización o en comprarse cosas porque están en promoción”.
El cambio no es de un día para el otro, “pero de a poquito te vas dando cuenta”. Mucha gente le escribe cosas como: ‘Logré llegar a fin de mes, no lo puedo creer’ o ‘Este mes logré comprarme esto, me empoderaste’. Y es que “no solo es un tema de dinero, sino también de emociones”.
Al día de hoy, Carolina realiza mentorías personalizadas y tiene dos cursos virtuales. El primero se llama ‘Por qué nos equivocamos con el dinero’ y consiste en “entender qué nos pasa y qué sentimos con respecto al dinero” para lograr una mejor gestión de nuestras finanzas. Luego, está el curso sobre inversiones, que está dirigido a las personas que lograron ahorrar.
“Siempre digo que cuanto antes mejor: apenas tengas algo ahorrado, así sean US$ 100, está buenísimo invertirlo”, indicó. No obstante, “si estás preocupado en llegar a fin de mes, no es momento para la inversión, sino para entender por qué te equivocás con el dinero y poder empezar a mejorar el partido”. Ambos cursos son grabados, para escuchar cuando y donde uno quiera.
Hablar de finanzas no tiene por qué ser aburrido.
Carolina siempre había querido poder ayudar a otros con su trabajo, pero nunca había encontrado la manera. Entonces, cuando surgió la idea de ‘Hola, soy Caro’ el círculo finalmente se cerró.
“En el 2020, pandemia mediante, había desahorrado, así que empecé a llamar a todo el mundo porque quería aprender a manejar mejor mi dinero”, relató. Sin embargo, se dio cuenta de que “había un vacío” en tanto “nadie sabía bien en qué andaban sus finanzas”.
“Había quienes me decían que sí sabían lo que gastaban, pero cuando les preguntaba si estaba asociado a sus objetivos a largo plazo, me decían que ni idea”, recordó.
Continuó investigando sobre el tema y durante el camino descubrió un libro del analista económico estadounidense Morgan Housel que decía que “ser bueno en finanzas no significa ser bueno en tus finanzas, porque nadie te lo enseña y aparte nadie lo habla”. En efecto, su propia experiencia le demostró que “es más incómodo hablar de dinero que de religión o política”.
Entonces, Carolina tuvo su momento eureka. Quería crear un perfil en Instagram que fuera “muy buena onda”, para eliminar el prejuicio de que “hablar de finanzas o tener un consumo consciente es de gente seria o apagada” y promover que, en realidad, “es para todo el mundo”. Con esa impronta nació @holasoycarouy.
“Cómo gestionar las finanzas personales es mucho más de emociones que de finanzas, porque yo soy licenciada en Economía, sé de finanzas y tenía una plantilla en Excel y un presupuesto, pero el Excel no me agarraba la mano cuando era viernes o cuando llegaba el verano”, admitió.