La Nación/GDA
El eclipse solar anular de este miércoles 2 de octubre se verá desde Uruguay y será el último que ocurre este año. La Luna se posicionará por delante del Sol y formará así un "anillo de fuego", es decir, el círculo oscuro de la silueta lunar rodeado de un borde luminoso con los rayos solares de fondo. Para los creyentes del esoterismo, resulta ideal para iniciar nuevos ciclos, soltar lo que ya no sirve y aprovechar su energía transformadora mediante rituales.

En la región, solo será visible en su totalidad en la provincia de Santa Cruz, en el sur de Argentina. En Uruguay, en tanto, se verá como un eclipse solar parcial. Montevideo tendrá el primer contacto a las 16:26 horas y el máximo de visualización será a las 17:39, con un aproximado del 40% de cobertura, informó el Observatorio Astronómico Los Molinos (OALM). El evento en la capital culminará a las 18:44 horas, cerca de la puesta del Sol, pero los horarios variarán levemente en el resto del territorio nacional.

Los rituales para el eclipse de este miércoles son varios y cada uno tiene su intención.

Este eclipse es ideal para sembrar nuevas intenciones y proyectos a largo plazo. Para esto, se recomienda hacer un ritual para manifestar, detallando las metas de uno e impulsando a que se vuelvan realidad. En este procedimiento, se necesita una vela dorada o amarilla (que representa la energía solar), un cuenco con agua, una hoja de laurel, papel y algo para escribir.

El procedimiento del ritual es el siguiente:

1. Encontrar un lugar tranquilo donde uno se pueda concentrar sin distracciones
2. Encender la vela amarilla o dorada
3. En el papel, escribir las intenciones o metas que se desea manifestar en los próximos meses
4. Tomar la hoja de laurel, frotarse las manos con ella y colocarla en el cuenco con agua
5. Visualizar cómo la energía del eclipse potencia esos deseos
6. Imaginar cómo la vida cambiará cuando las intenciones se materialicen
7. Quemar el papel de forma segura, mientras se repite las intenciones en voz alta
8. Dejar que la vela se consuma por completo y que el laurel se seque, como símbolo de que las intenciones están en marcha

Este evento es ideal para conectarse con su esencia y alinearse con el nuevo ciclo que inicia. La meditación es una herramienta poderosa para activar la intuición y manifestar nuevos comienzos.

Para llevar adelante esta práctica, es importante encontrar un lugar cómodo y silencioso, con una luz tenue o incluso a oscuras, para conectarse más profundamente con la energía del eclipse solar.

Foto: Freepik

Una vez encontrado este lugar, se debe tomar una posición cómoda, cerrar los ojos y respirar profundamente varias veces. De a poco, se podrá sentir cómo el cuerpo y la mente se relajan. Durante este proceso, se puede visualizar el eclipse solar frente a uno e imaginar que su energía lo penetra suavemente. A su vez, se puede meditar sobre lo que se quiere atraer y cómo la energía de este fenómeno brinda claridad y determinación. Después de entre 10 y 15 minutos, se pueden abrir los ojos lentamente y agradecer por la experiencia.

Este último eclipse de 2024 es un momento ideal para dejar atrás todo lo que ya no sirve, tanto a nivel emocional como material. Hacer un ritual en ese sentido puede ayudar a eliminar aquello que puede hacerle mal a la persona y hacer lugar para lo nuevo.

Para este rito, hace falta tener sal marina o de Epsom, un cuenco o recipiente de barro, hojas secas (pueden ser de laurel, romero o cualquier otra planta), un papel en blanco y algo con qué escribir.

Las instrucciones para el ritual son las siguientes:

1. Llenar el cuenco con la sal marina y colocar las hojas secas encima
2. Escribir en el papel todo aquello que se desea soltar o dejar ir. Puede ser un hábito, una emoción negativa o una situación que te esté bloqueando. Mientras se escribe, se puede sentir cómo el eclipse da la fuerza para liberarse de esas cargas
3. Quemar el papel en el cuenco y observar cómo el humo se eleva, llevándose todo lo que se ha decidido dejar atrás
4. Si uno lo desea, se puede dispersar las cenizas y la sal en la tierra para devolverle todo aquello que ya no sirve