PATRIMONIO CULTURAL
Bandoneón a la clase recorre centros de enseñanza de todo el país para mostrar de qué se trata, cómo se oye y buscando que las nuevas generaciones se interesen en aprender a tocarlo.
Ramiro Hernández llega a la clase con su bandoneón, lo presenta por dentro y por fuera, toca un poco, escucha las devoluciones y preguntas de los presentes y luego ofrece la posibilidad de que el que quiere se anime a tocar. Ese es el esquema básico de Bandoneón a la clase, el tercer eje que abarca el Proyecto Bandoneón: Sonido del Tango, una iniciativa para salvaguardar el bien patrimonial tango en el Uruguay a través del sonido de su instrumento insignia.
El pasado viernes 29 de julio se puso en marcha el eje “puesta en valor”, que consiste en una gira departamental por centros de enseñanza para generar un intercambio entre docentes de bandoneón y alumnos de escuelas y liceos de distintos departamentos del país con el objetivo de fomentar el interés del instrumento en los más jóvenes.
Ramiro es el docente encargado de ponerlo en práctica en Montevideo, con una modalidad que apuesta mucho a la espontaneidad. “Cada instancia es diferente. Yo tengo algunos puntos de referencia por los que quiero pasar y después veo lo que va ocurriendo ahí y le doy a la gente la experiencia de tocar un poquito, escuchar cómo suena…”, contó a El País y aclaró que no se trata de una clase de bandoneón.
“Hablamos un poco del mecanismo de funcionamiento del instrumento, de sus orígenes, de algún bandoneonista reconocido que ellos conozcan o sino yo menciono alguno. Empiezo tocando algo para que escuchen el sonido y vean si lo reconocen. Luego se da una charla espontánea según lo que va pasando en el lugar”, detalló.
En la segunda parte los invita a tocar haciendo que uno de ellos oficie de director.
“Es una experiencia sencilla, no es cuestión de que aprendan a tocar, sino que tengan la oportunidad de estrujarlo para ver cómo suena, cómo es apretar los botones… una experiencia más vivencial”, agregó sobre lo que ocurre entre 45 minutos y una hora de encuentro.
Al momento de la charla con El País, Ramiro ya había pasado por tres instancias: una en la Escuela de Educación Artística de Primaria Hugo Balzo, otra en una escuela de Punta Gorda y la tercera en un liceo de Carrasco.
“Me encontré con muchísima curiosidad y también con algo muy lindo, que es que el bandoneón sigue produciendo esa misma fascinación que me produjo a mí y que me produce hasta el día de hoy. Me acuerdo de la primera clase a la que fui, la vez que escuché un bandoneón por primera vez y quedé fascinado. Me gusta ver que eso sigue sucediendo y que la gente se copa a tocar, a probar”, destacó quien da clases en el Taller Uruguayo de Música Popular (TUMP) y en la Escuela del Bandoneón.
Hace 12 años que Ramiro interpreta este instrumento. Hoy forma parte del dúo Hermanos Hernández junto a su hermano, en la banda Juana y los Heladeros del Tango, en la orquesta típica Randolfo y en la orquesta típica Uruguay es Tango, armada por el Ministerio de Educación y Cultura para recrear arreglos de las viejas orquestas de los años 40.
Sobre Bandoneón a la clase señaló que es una experiencia muy positiva “que habla de que todavía hay mucho camino para recorrer y hay un interés que está ahí presente. Está bueno que la gente se entere de que esto está sucediendo para que se anime a tocar”.
Por ejemplo, al finalizar una de las charlas una chica se le acercó para preguntarle dónde podía aprender bandoneón.
“Le mencioné la Escuela del Bandoneón, pero también en la Escuela Municipal de Música se enseña y hay clases particulares. Está sucediendo, está vivo”, comentó a El País.
Hasta el momento no se ha encontrado con preconceptos tales como que el tango es una música para viejos. “De hecho muchas veces lo mencioné yo como algo en lo que no creo”, apuntó.
Lo que Ramiro quiere especialmente que se sepa es que el bandoneón es un instrumento que se puede tocar, que es accesible. “Más allá de que tiene una mística linda, esa mística muchas veces genera un poco de ruido y la gente piensa que es algo raro, que es difícil y no es más difícil que otros instrumentos. Se puede aprender y hay dónde hacerlo y hay música nueva que se está haciendo para bandoneón todo el tiempo”, destacó.
Participan 19 centros de enseñanza de la Red PEA
El Proyecto Bandoneón: Sonido del tango trabaja en tres ejes fundamentales: enseñanza, inventario de bandoneón y puesta en valor del instrumento y sus intérpretes. Dentro de este último es que funciona Bandoneón a la clase, que se estará desarrollando entre agosto y setiembre en 19 centros de enseñanza de la Red PEA (Red del Plan de Escuelas Asociadas de la UNESCO) en Montevideo, Maldonado, Río Negro, Tacuarembó y Soriano.
El Proyecto Bandoneón: Sonido del Tango es un proyecto desarrollado por la Fundación Cienarte en conjunto con la Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación y la Comisión Interministerial de Apoyo al Tango y al Candombe, con financiamiento del Fondo de Patrimonio Cultural Inmaterial de UNESCO y con el apoyo de la Comisión Nacional de Uruguay para UNESCO.