El clan Ambani: los exorbitantes lujos del hombre más rico de la India y la austera educación de sus herederos

Con una fortuna de US$ 83.400 millones (el PIB de Uruguay es de US$ 71.177 millones), es propietario de Reliance Industries, el conglomerado más grande de la India.

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Clan Ambani
El clan Ambani: los exorbitantes lujos que se da el hombre más rico de la India y la austera educación de sus herederos
Foto: AFP

Por María del Pilar Castillo, La Nación/GDA
Una torre de 27 pisos se eleva como un oasis sobre la caótica y ruidosa Bombay. El edificio, llamado Antilia, como la mítica isla del Atlántico, es el hogar de Mukesh Ambani, el hombre más rico de la India y el noveno del mundo. Allí vive desde 2011 junto a su familia y otras 600 personas que integran el personal doméstico. Entre sus 37.000 metros cuadrados, la “casa” cuenta con un helipuerto, nueve ascensores, seis pisos de estacionamiento reservados para sus 170 autos de lujo, una estación de servicio, un templo hinduista, un spa y una habitación que escupe copos de nieve de las paredes las 24 horas del día. La construcción, que fue planeada para resistir un terremoto de magnitud 8, costó entre 1000 y 2000 millones de dólares y hoy es la residencia privada más cara del mundo.

Pero Antilia no es la única propiedad del poderoso clan Ambani. Tienen un hotel en Nueva York —el Mandarín Oriental—, una histórica finca en Inglaterra con cancha de golf que sirvió como set de grabación de una película del James Bond de Sean Connery y dos mansiones en Dubái, de 143 y 80 millones de dólares cada una. Además, en 2007, Mukesh le regaló a su esposa Nita un jet de 32 millones de dólares por su cumpleaños 44.

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Edificio Antilia
Foto: A.Savin, La Nación/GDA

Es que para los Ambani –con una fortuna estimada en 83.400 millones de dólares– la palabra “exceso” carece de significado. Quizá el exponente haya sido el casamiento de Isha en 2018, la única hija mujer de Mukesh y Nita. El mega evento, que costó más de 100 millones de dólares contó con un recital privado de Beyoncé y los invitados –entre los que estaba Hillary Clinton— fueron convocados a la cita con una caja de oro con deidades hindúes adentro. Tan sólo el sari de la novia tenía un valor de 10 millones de dólares.

Detrás de esa vida cargada de opulencia, sin embargo, los valores centrales que corren en la familia Ambani son la determinación, el trabajo duro y la humildad. En una entrevista con el programa Rendezvous with Simi Garewal, Nita evocó una anécdota en la que su hijo Akash —hermano mellizo de Isha— levantó la voz a uno de los guardias de seguridad de la casa. Su padre lo escuchó, lo reprimió y lo obligó a disculparse.

También contó que cuando sus hijos eran pequeños les daban cinco rupias a cada uno los viernes para gastar en el quiosco del colegio. Un día, Anant, el menor de la familia, entró corriendo a la habitación de sus padres y exigió un aumento. Cuando su madre le preguntó por qué, el niño respondió que sus amigos se burlaban de él: “¿Acaso sos un Ambani o un mendigo?”.

“Mukesh y yo no pudimos evitar soltar una carcajada”, recordó Nita.

Casa de Mukesh Ambani en Mumbai.png
La lujosa casa de Mukesh Ambani en Mumbai
Foto: News Beats (newsbeats.in), La Nación/GDA

Las enseñanzas sobre austeridad y empeño se han transmitido de generación en generación, algo que Mukesh Ambani recuerda constantemente en sus declaraciones públicas. “Hoy veo a mi padre y a mí en Isha, Akash y Anant. Veo brillar la llama de Dhirubhai en todos ellos”, dijo el día en que anunció que sus hijos se sumarían a la junta directiva de Reliance Industries, el conglomerado que fundó su padre, Dhirubhai Ambani, en 1958.

Reliance Industries —inicialmente Reliance Commercial Corporation— comenzó como una pequeña firma que comerciaba especias e hilo de poliéster. Hoy es la empresa pública más grande de India en términos de capitalización de mercado y ingresos, dice a La Nación Kavil Ramachandran, profesor de Emprendedurismo de la Indian School of Business (IBS). Sus negocios incluyen energía, petroquímicos, gas natural, venta al por menor, telecomunicaciones, medios de comunicación masivos y textiles.

Así como Dhirubhai Ambani preparó a sus dos hijos varones –quienes se pelearon tras su muerte a falta de un testamento y partieron la compañía en dos— para hacerse cargo del negocio familiar, Mukesh, que continuará cinco años más al frente de la compañía, hizo lo suyo con los propios.

“No han heredado el negocio sólo por ser hijos de Mukesh Ambani, es una estrategia bien pensada. Se ha tomado su tiempo para planificar la sucesión, identificando muy claramente las verticales del negocio en función de sus puntos fuertes”, dijo a la BBC Sandeep Nerlekar, director de la firma de asesoría sucesoria Terentia Consultants.

La reciente incorporación de los mellizos Isha y Akash (32) al board fue bien recibida, pero no así la de Anant (28), quien enfrentó la resistencia de dos firmas asesoras que llamaron a los accionistas a votar en su contra citando su inexperiencia y su corta edad.

A pesar de los cuestionamientos, Anant recibió el respaldo de su padre y los accionistas aprobaron el nombramiento de los tres herederos como directores no ejecutivos de la junta directiva en octubre de 2023.

La futura generación

Cada uno de los jóvenes Ambani se ha enfocado en una parte distinta del negocio. Isha, que se graduó en Psicología y Estudios Sudasiáticos de la Universidad de Yale y completó un MBA en Stanford, se centró en las áreas de retail, e-commerce y lujo del conglomerado y jugó un papel central en las negociaciones de un acuerdo con Meta en 2020, para crear una plataforma capaz de competir con Amazon en la India.

Por su parte, Akash estudió Economía en la Universidad de Brown y en 2014 se incorporó al equipo directivo de la unidad de telecomunicaciones del grupo, Reliance Jio. Bajo su liderazgo, la vertical se convirtió en uno de los mayores operadores de telecomunicaciones de la India gracias a sus planes de recarga asequibles.

Por último, Anant, que también estudió en la Universidad de Brown, participa en los negocios energéticos de Reliance, que van desde los combustibles fósiles hasta el desarrollo de la fabricación de paneles solares.

Anant, Isha y Akash Ambani.png
Anant, Isha y Akash Ambani
Foto: La Nación/GDA

El más joven del clan fue diagnosticado de chico con asma severa, por lo que recibió una gran cantidad de esteroides durante un tiempo prolongado. El tratamiento, sumado a la falta de ejercicio y una dieta poco saludable, lo llevaron a desarrollar obesidad. Sin embargo, hace unos años Anant se propuso eliminar el sobrepeso, “sin atajos”, y bajó 108 kilos en 18 meses a raíz de importantes cambios alimenticios y hasta cinco horas diarias de ejercicio.

“Lo sorprendente fue que Anant no pidió días de descanso”, contó en una entrevista con India Today su entrenador, quien destacó la determinación del joven.

Cercanía con Modi

A pesar de todo los impresionantes logros de la familia Ambani, el ascenso estelar de Reliance Industries posiblemente nunca hubiese sido tan espectacular sin la ayuda del primer ministro Narendra Modi.

“Los Ambani y el primer ministro provienen del estado de Gujarat, donde Modi fue el Jefe de Gobierno cuando Reliance ya era el grupo empresarial más grande de la India. Esta proximidad le ha brindado a Ambani un acceso muy cercano al primer ministro”, explica Ramachandran.

En los últimos años, el poder de mercado combinado de las empresas cercanas al poderoso mandatario —Reliance Industries, Tata Group y el Grupo Adani— se ha vuelto gigantesco: las acciones estrella de cada una de ellas valen alrededor de seis veces más que cuando Modi llegó a su cargo, lo que ha llevado a todo tipo de acusaciones de favoritismo, apuntó The New York Times.

A pesar de los señalamientos contra Modi, lo cierto es que el vínculo de los Ambani con la política surge de mucho antes. “Dhirubhai Ambani (el fundador de Reliance) proviene de un origen humilde. Pero patrocinó de manera muy astuta y estratégica a partidos políticos, emergiendo como la familia empresarial más influyente en la India”, sostiene el experto del IBS. “Durante el período del ‘Raj de licencia’, que llegó a su fin en 1992 cuando la economía fue liberalizada y abierta a la competencia, el éxito empresarial dependía en gran medida del grado de influencia que se tuviera en el gobierno. Los Ambani eran maestros en este arte. Se cree ampliamente que varias políticas relacionadas con importación/exportación se diseñaron a medida para favorecer al clan, especialmente en lo que respecta a textiles y productos petroquímicos”, añade.

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