El día que un avión colisionó contra pájaros y la decisión extrema que tomaron para salvar a 155 pasajeros

En 2009, el piloto 'Sully' Sullenberger realizó uno de los aterrizajes más recordados de la aviación civil. "A unos tres o cuatro minutos de vuelo, el motor izquierdo simplemente explotó", relataron.

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Parados en las alas del avión, los pasajeros aguardan el rescate minutos después de haber amerizado
Parados en las alas del avión, los pasajeros aguardan el rescate minutos después de haber amerizado.
Foto: La Nación/GDA.

La Nación/GDA
En una tarde de enero de 2009, el vuelo 1549 de US Airways, pilotado por Chesley 'Sully' Sullenberger y Jeffrey Skiles, despegó de La Guardia, Nueva York, rumbo a Charlotte, Carolina del Norte.

Sullenberger, un veterano piloto militar con casi 20 mil horas de vuelo, y Skiles, con más de 20 mil horas, enfrentaron un desafío inesperado poco después del despegue. A unos 900 metros de altura, el Airbus A320 colisionó con una bandada de barnaclas canadienses, aves de gran tamaño, lo que causó graves daños en el parabrisas y las turbinas.

En cuestión de segundos, Sullenberger y Skiles intentaron, sin éxito, reiniciar los motores. Ante la imposibilidad de regresar a La Guardia o alcanzar otro aeropuerto, el piloto tomó una decisión crítica: amerizar en el río Hudson.

Esta maniobra, descrita por el pasajero Jeff Kolodjay como un momento de extrema tensión, resultó en el salvamento de las 155 personas a bordo. A pesar de las dudas iniciales sobre su decisión, la National Transportation Safety Board confirmó posteriormente que era la mejor opción dadas las circunstancias.

“A unos tres o cuatro minutos de vuelo, el motor izquierdo simplemente explotó. Salieron llamas y yo estaba mirando directamente hacia él porque estaba sentado allí. Y había mucho olor a gasolina y un par de minutos después el piloto dijo: ‘Tienen que prepararse para un impacto fuerte’. Y ahí fue cuando todos empezaron, para ser honesto, a decir oraciones. Pero miramos hacia el agua y pensamos que teníamos una oportunidad porque, ya sabes, hay algo de agua”, contó Kolodjay.

El éxito de este amerizaje no solo se debió a la pericia de Sullenberger, sino también a la rápida respuesta de los equipos de rescate. En menos de 24 minutos, todos los pasajeros estaban a salvo. El incidente, que resultó en heridas leves para la mayoría y piernas rotas para una persona, destacó la habilidad y el coraje del piloto.

Posteriormente, Sullenberger fue honrado por el entonces alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, y recibió el reconocimiento tanto del mandatario George Bush como del presidente electo Barack Obama.

¿Qué pasó con 'Sully' después del incidente? A pesar de la fama, Sullenberger continuó volando durante un año más hasta completar 30 años de servicio, retirándose luego de la aviación comercial. No obstante, su carrera no terminó ahí; se dedicó a la formación de jóvenes pilotos y a la escritura, publicando libros y dando conferencias. Su historia inspiró la película 'Sully', dirigida por Clint Eastwood y protagonizada por Tom Hanks.

Hoy, a los 72 años, Sullenberger sigue activo, sirviendo como representante de Estados Unidos ante la Organización de Aviación Civil Internacional, nominado por el presidente Joseph Biden.

El destino del avión

El Airbus A320, conocido por su amerizaje "milagroso" en el Río Hudson, enfrentó un destino distinto tras el incidente. Rescatado del agua el 17 de enero de 2009, dos días después del aterrizaje forzoso, fue trasladado a Kearney, New Jersey.

Allí, especialistas realizaron un análisis exhaustivo de los daños, concluyendo que la colisión con las barnaclas fue la causa única de la pérdida de propulsión. Con esta determinación, la aeronave perdió su funcionalidad operativa.

En 2010, Chartis, la compañía de seguros, puso el Airbus en subasta, pero no encontró compradores. Un año más tarde, en un gesto de preservación histórica, la aeronave fue donada al entonces Carolina’s Aviation Museum.

La incorporación de este avión icónico, junto a otros artefactos de aviación como cazas y helicópteros militares, transformó al museo en un punto de atracción significativo, incrementando notablemente el número de visitantes.

Hoy, el Airbus A320 permanece en exhibición en el mismo museo, que ahora lleva un nombre diferente: Sullenberger Aviation Museum.

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