CREATIVIDAD

En el jardín de su casa, el fotógrafo Federico Ruiz Santesteban tiene cerca de 30 especies de plantas cuyas hojas utiliza para revelar fotografías. El proceso, que implica mucha paciencia y experimentación, lo interpela íntimamente: “Mi vida siempre estuvo vinculada a la naturaleza y siento que hay una continuidad natural en el hecho de que un día me puse a revelar en las mismas plantas que fueron testigos de mi nacimiento”.

Muchas veces, cuando nos encontramos en un callejón sin salida, nuestra creatividad se ve impulsada. Algo así fue lo que llevó a Ruiz Santesteban a experimentar el revelado con materiales naturales: en la crisis de 2002 se vio forzado a dejar el laboratorio tradicional por los costos y la falta de insumos y después empezó a buscar formas de volver a revelar combinando la sustentabilidad, el bajo costo y el vínculo con su entorno.

Optó por este camino por varias razones. En primer lugar, si bien llegó a probar la fotografía digital, siempre sintió que “hay una magia en aquel universo del laboratorio y de la alquimia del revelado que quería mantener”. Sin embargo, los métodos de revelado tradicionales no le convencían, porque implican la utilización de sustancias que son tóxicas y/o dañinas para el medioambiente.

Paralelamente, desde chico cultivó un vínculo estrecho con la naturaleza. “Siempre viví rodeado de plantas y jardín, entonces fue una cuestión natural empezar a experimentar con estas técnicas”, contó. Dado que casi no existía bibliografía al respecto, “fue un cúmulo de ensayo y error hasta llegar a los resultados”. Empezó con sus primeras experimentaciones en el 2011 y al año siguiente expuso sus primeras piezas.

Para el fotógrafo, en estas técnicas “hay algo muy maravilloso que es perder el dominio del proceso”. En este sentido, explicó que “actualmente en la fotografía parece que tenemos el dominio de todo, desde la toma hasta la posproducción”. Sin embargo, en sus procesos de revelado juega mucho el azar: “Es un poco lo que vos querés y un poco lo que el proceso quiere. Dependés del clima, del tipo de hoja, del componente fotosensible. Aunque quieras, no hay dos revelados iguales y eso me resulta muy fascinante”.

El proceso, que puede llevar días, semanas o meses, “comienza cuando la hoja está verde y sigue con un marchitar selectivo que se le va haciendo hasta que aparece la imagen revelada, sin tintas ni químicos adicionales”, indicó Ruiz Santesteban. En lugar de imprimir sobre las hojas, su abordaje implica “aprovechar los componentes que están dentro de las plantas para generar el revelado fotográfico”.

Además, señaló que no todas las hojas reaccionan e incluso “la misma especie puede reaccionar diferente según el momento de la cosecha”.

En cuanto a la permanencia de las fotografías, ha descubierto que hay especies que, con determinados procedimientos y cuidados, permiten mantener la imagen “perfectamente visible” a lo largo del tiempo. “Tengo revelados de mis primeras muestras que tienen más de 12 años y se han expuesto durante mucho tiempo y están en perfectas condiciones”, expresó.
No obstante, añadió que “hay otros procesos que son efímeros e intento cultivar esa poesía de lo pasajero, de que no necesariamente todo tiene que perdurar en el tiempo”.

Además de continuar su abordaje con hojas de plantas y flores, actualmente está trabajando con revelados a partir de tierra negra, “un barro fotosensible que se genera a partir de tierra de jardín junto con agua de lluvia, entre otros componentes”. Según explicó, se trata de un “proceso propio”, libre de bicromatos, cianuros y nitratos de plata, “sustancias usuales en las fórmulas de revelado que son tóxicas y/o nocivas para el medioambiente”.

Este martes 25 de octubre a las 19 horas presentará una muestra con esta técnica en Tribu Espacio Cultural de Montevideo (Maldonado 1858). La serie se llama ‘Tierra Negra’ y formará parte de una muestra colectiva de arte contemporáneo denominada ‘Cósmica’.

A su vez, Ruiz Santesteban es director y docente de fotografía en Espacio Hiedra, un centro cultural cuyo nombre refiere a “una de las plantas de las que tomamos los mejores papeles fotosensibles”.

En noviembre dará un taller de revelados naturales en hojas de plantas, pétalos de flores y papeles fotográficos hechos a partir de pigmentos fotosensibles naturales. El mismo tendrá un mes de duración y será en formato presencial y virtual para que pueda acceder gente del resto del país y del mundo. La información está en www.espaciohiedra.uy.