El viernes 22 de diciembre de 2023 pasará a la historia por haber sido el inicio del último baile que hizo Susana Giménez arriba de las tablas.

Ese día estrenó una nueva temporada de La piel de Judas en Enjoy y aunque en los banners, letreros y carteles que circularon por doquier se leía "Susana se despide de los escenarios" ella se encargó de confirmarlo al finalizar la primera función a sala llena, con un ramo de flores en mano y ovacionada por sus fanáticos: "Es verdad: me retiro del teatro, esta ha sido la primera función y faltan bastantes. Me retiro del teatro porque agota, cambiarte ahí atrás en un segundo (tiene tres cambios de vestuario en esta obra), ver que viene tu letra y no llegás ¿Viste que me equivoqué? ¡Dije Marion!", confesó con esa autenticidad que la caracteriza y esa capacidad de reírse de sí misma.

Foto: Rosana Decima

El error en mitad de la obra fue real: le repitió dos veces Marion (el nombre de su personaje) a su partenaire en la escena, Manuela Pal, cuando debió decirle Nicole, y salió del paso con ese sello susanesco que retrotrajo al público a aquella vez que preguntó si los dinosaurios estaban vivos y a otros tantos bloopers de la semana que solían mostrarse cada viernes en su histórico Hola Susana.

Foto: Ricardo Figueredo

Dos horas antes del comienzo, Gustavo Yankelevich merodeaba los alrededores de la sala, iba de un lado al otro y estaba atento a todos los detalles. Aunque circulaba por Enjoy bastante antes: lo sorprendió enterarse que su querida Susana había ido al teatro cinco horas antes y se acercó a hacerle compañía.

"Nos quedamos charlando más de una hora en el camarín. Le dije, 'podrías haber venido un poco más tarde', y me contestó, 'ya estaba ansiosa por venir y el camarín te relaja'", contó Yankelevich a El País.

Un Papá Noel y un duende irrumpieron en el salón Monte Carlo a las 21:18, a una hora de que se abriera el telón, cuando aún no había muchos fanáticos.

Todos los que llegaban tenían cita obligada con el banner que decía "Susana se despide de los escenarios": foto o selfie para registrar este hito de la escena teatral.

Patricio Giménez llegó de gorro, a eso de las 21:35, y contó a El País que a pesar de los nervios, su hermana ese día lo había llamado preocupada por su perra Rumba que estaba sin comer: "Estaba pendiente de cómo estaba, quería saber cómo me iba con la ecografía", contó.

Volvió a repetir que está fascinado con vivir en Uruguay ("me cambió la vida y me sacó 10 años de encima", dijo) y relató que aprovecha para compartir con Susana muchas actividades: "Somos muy compañeros, tenemos mucho en común (la naturaleza, las plantas, los perros) y nos permite valorar esos momentos juntos".
 
A pocos minutos de las 22:00 hizo su ingreso triunfal Ángel De Britoy fue el centro de los flashes. Las fanáticas lo rodearon y no se negó a una sola foto, siempre con su mejor sonrisa.

"Es un hecho histórico. Me encontré con un montón de argentinos que la vienen a ver porque saben que no la ven más arriba del escenario", remarcó el conductor de LAM y jurado del Bailando.

La salida a escena de Susana es entre gritos y aplausos del público. Le toca encarnar un personaje que le calza justo. Tiene el timing de la comedia súper aceitado y más allá del blooper, se pone al público en el bolsillo. Tal como dijo De Brito, "una obra justa para ella y la levanta 100.000 veces más".

Cuesta caer que Susana Giménez dé un paso al costado y se baje de las tablas. Cuesta porque luce espléndida, radiante, porque pareciera que los años no le pasan y porque uno siempre anhela que los ídolos nos engalanen con su talento para siempre.

Cuesta caer y los fanáticos se lo hacen saber: al finalizar la obra la ovacionan, le gritan "no te vayas", se acercan al escenario para sacarle fotos, tirarle besos y ella les devuelve el amor.

Casualidad o no, el estreno fue un 22 y comenzó a las 22:22. Los místicos y amantes de la numerología podrán decir que lo eligió adrede: el 22 es un número poderoso que simboliza la manifestación de grandes deseos, y se dice, entre otras cosas, que en las horas espejo los ángeles escuchan las peticiones. Y si algo sabe esta diva es de deseos que se hacen realidad. Habrá Susana Giménez para rato, pero en la pantalla chica.