SALUD Y TECNOLOGÍA
Héctor Pourtalé, director del Movimiento Salud 2030, destacó que Uruguay está adelantado 5 años en la región y que hoy es tiempo de afianzar la telemedicina y de acompañar al usuario donde esté.
"El Paciente 2030 hoy” fue el lema del Simposio Oncolatino celebrado en Uruguay los pasados 30 y 31 de agosto. Uno de los expositores fue el argentino Héctor Pourtalé, MBA especializado en gestión de proyectos con amplia experiencia en el área farmacéutica, que dirige el Movimiento Salud 2030, una red de innovación en el sistema de salud que busca co-crear soluciones disruptivas que promuevan sistemas de salud sostenibles y centrados en las personas. Con él mantuvo la siguiente charla El País.
-¿En qué se basó su ponencia?
-Vinimos a presentar lo que estamos haciendo desde el Movimiento Salud 2030 para modernizar los sistemas de salud de Uruguay, de la región y del mundo. ¿Qué necesita el paciente 2030 para tener un sistema de salud como el que anhela y qué estamos haciendo nosotros para eso? Para llegar a ello es necesario hacer cambios.
-¿Cuáles serían esos cambios?
-El primero es un involucramiento más activo del paciente en la visibilidad y toma de decisiones de los procesos o tiempos de espera, informarse dónde puede tomar decisiones tempranas para prevenir. Que los sistemas de salud sean más preventivos va a hacer que sean más sustentables porque hoy estamos viendo en todo el mundo que es un problema cómo financiamos nuestra salud ahora que vivimos más y tenemos enfermedades que nos acompañan más tiempo durante nuestra vida.
Para empoderarnos como usuarios tenemos que saber los riesgos que tenemos que evitar a tiempo y estamos lejos de eso si es que no empezamos a trabajar en qué podemos hacer y qué no podemos hacer para tomar decisiones en relación a nuestra salud.
-¿Cómo está Uruguay al respecto?
-Lo positivo que tiene el país es que, en relación a la región, está adelantado cinco años en lo que es armar la infraestructura digital. Un ejemplo bien concreto es que Uruguay ejecuta la llamada Conectatón (evento para mostrar el funcionamiento de la Historia Clínica Electrónica Nacional) allá por el 2016, mientras que Colombia recién este año estuvo haciendo un ejercicio igual junto con Chile basados en los aprendizajes de Uruguay. Las mismas discusiones que se tuvieron en Uruguay hace cinco años se están teniendo ahora en otros países: cuáles son los lenguajes que se tienen que usar, en qué temas el gobierno tiene que poner marcos que generen referencia.
Mientras otros países tímidamente empezaron a armar agencias de salud, Uruguay con la Agesic (Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información y del Conocimiento) y salud.uy lo priorizó, defendió y lo hizo gestión de gobierno. Eso hace que ya tenga mucha más base para migrar de sistemas en hospitales donde todo es presencial o todo es con papel, hacia sistemas preventivos digitales, con pacientes más empoderados.
-¿Qué pasó con los sistemas de salud en la pandemia del covid-19?
-El subsecretario de Salud Pública, José Luis Satdjian, informó que Uruguay en la pandemia trabajó fuerte en capacitar para que la población entienda los riesgos y los pueda manejar. Y eso es una de las cosas súper importantes de seguir, que podamos tener una población que conozca su sistema de salud, que conozca los riesgos y oportunidades, que sepa cómo transitar una enfermedad, para qué sirve la atención primaria a diferencia de una atención secundaria especializada, que trate de no congestionar los hospitales sino que intente tener consultas cuando la gravedad lo amerita.
-Un ejemplo de algo que se busca mantener y fomentar es la telemedicina.
-Una de las oportunidades que tenemos como usuarios es darnos cuenta de que no podemos seguir tratando a la salud distinto a cómo tratamos otras facetas de nuestra vida. Obviamente tenemos que buscar humanizar la salud en la forma cómo manejamos esas herramientas digitales y que no se pierda la relación, el tacto, la empatía.
Hay muchos lugares que dicen ‘bueno, el contexto de telemedicina se dio en un marco de emergencia; ahora se levanta el estado de emergencia, volvemos a cómo estábamos’. Si no se toman medidas de priorización de la sociedad civil en conjunto con los tomadores de decisiones políticos eso nos va a llevar a una inercia donde vamos a despriorizar todo lo que hemos ganado.
-En el caso de Uruguay, el Movimiento Salud 2030 está trabajando en el tema con la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII).
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-Estamos trabajando en la primera participación público privada en un desafío de innovación abierta en salud con la ANII, el Hospital de Clínicas, CASMU, CAMS y siete emprendedores. Con ellos abordamos dos de las prioridades que tiene el sistema público de salud del Uruguay.
La primera prioridad es la interoperabilidad para tener sistemas más amigables en el manejo de enfermedades crónicas donde haya más información para el usuario y que no necesite estar yendo al hospital para cualquier problemática. Empezamos por la diabetes, donde hoy el Hospital de Clínicas tiene una visión 2030. La verdad que fue muy fácil empezar a trabajar en esta transformación en un hospital que atiende sobre una base digital con esa aspiración.
La segunda prioridad son los centros de cirugía. Cómo podemos ser más eficientes en los tiempos de uso de los quirófanos con un mejor manejo de los recursos existentes. A veces hay huecos que de haberse visibilizado podrían haberse habilitado para una cirugía que quizás requería menos tiempo.
-¿Cómo fue ese proceso de trabajo?
-Hicimos un llamado abierto desde diciembre/enero y luego una selección de siete emprendedores en la que participó también el Ministerio de Salud Pública y otras entidades del país. Se empezó un proceso de trabajo a partir de mayo, donde definimos estas dos áreas de trabajo sobre las cuales en los siguientes doce meses estaremos generando resultados para que pueda ser instrumentado en otras áreas del sistema de salud.
La verdad que es un tremendo orgullo trabajar con instituciones como la ANII, muy sólida e interesada en poner a disposición de la salud de la población toda su capacidad de innovar y generar inversión local a través de herramientas que después puedan ser exportadas para resolver problemas de salud fuera de Uruguay.
-Con los cinco años ya ganados a los que usted hacía mención, ¿sobre qué tendría que avanzar ahora Uruguay?
-Hay dos cosas que son clave. La primera es que sobre la historia clínica digital se van a tomar medidas en tiempos reales en salud pública. La pandemia nos dejó muy en claro que era importante el tratamiento individual, hacer un sano acompañamiento de personas que estaban en situación de riesgo. Tenemos que ver cómo podemos llevar esas experiencias a que sean la práctica cotidiana del sistema de salud. Hay un concepto nuevo que es la medicina pública personalizada: cómo gracias al uso de datos no solo podemos tener transparencia y completa visibilidad, sino también que se pueden tomar decisiones en tiempo real. Necesitamos decidir con lo que está pasando hoy. Si eso ya era un problema, el covid-19 hizo que la situación fuera tal que si hoy decidimos con los datos de antes de la pandemia nuestras decisiones pueden ir en la dirección completamente equivocada.
El segundo punto es usar un sistema sobre matriz digital, o sea que Uruguay incorpore a su práctica de salud las herramientas de telemedicina, de teleconsulta, de telediagnóstico, de acompañamiento al usuario donde el usuario está. Uruguay tiene una ventaja que no tiene casi ningún otro país de la región: gracias a que no presenta grandes accidentes geográficos tiene una conectividad digital que abarca toda la geografía del país y una red de conectividad vial. Entonces tiene la posibilidad de tener una cobertura muy capilar, muy granular, con el desafío que obviamente tienen todos los países de América, que es enfrentar una alta concentración del personal médico en los centros urbanos. Pero con esa infraestructura digital podés lograr que la equidad en salud genere los mismos resultados en el paciente urbano que en el rural o en el que está más alejado de centros urbanos con profesionales médicos de especialidad.
-¿Cuál sería entonces el mensaje a destacar?
-La invitación es a que acompañemos estos proyectos porque le dan escalabilidad al sistema de salud del futuro y nos preparan con mayor resiliencia no solo para posibles riesgos como eventualmente puede ser una pandemia. Este tipo de visión adentro del sistema de salud, a través de alianzas público privadas, nos da el músculo para viabilizar la salud digital y una salud mucho más cercana al usuario gracias a las herramientas que ya tenemos disponibles.
Pensemos en toda la digitalización que está viviendo el mundo de la banca. Si lo pudimos hacer para manejar activos, cómo no lo vamos a poder hacer para manejar el activo más importante que es nuestra vida.
Cabeza de ambicioso movimiento
Héctor Pourtalé es Head del Movimiento Salud 2030, una cruzada mundial que reúne a instituciones públicas y privadas para cocrear soluciones que respondan a prioridades del sistema de salud.
Aparte de Argentina, suma aliados en Costa Rica, Chile, Perú, Colombia, Brasil, México, Ecuador y Uruguay, además de otros 20 países.
Su meta es desarrollar en los próximos 10 años planes a largo plazo para transformar el modelo de salud.