Luz Ángela Domínguez Coral, El Tiempo (GDA)
En Gibraltar, el pasado 2 de mayo, un yate llamado Bavaria 46 fue embestido por varias orcas. La ballena que las comandaba fue llamada por los investigadores del hecho como "Gladis" y los científicos aseguran que el comportamiento de este mamífero se debe a que en el pasado el animal fue víctima de pescadores ilegales que intentaron cazarla.
Gladis quedó "traumatizada" al chocar con un bote y haber estado atrapada por las redes de estos pescadores, indicaron. Lo más extraño del caso es que este comportamiento está siendo copiado por otras orcas que habitan el lugar, lo que ha causado varios daños en botes y barcos que frecuentan estas costas.
Según el diario Telegraph, estas conductas aumentan la posibilidad de que generaciones futuras de estos mamíferos continúen una guerra contra los humanos, que suelen navegar por este lugar. El útlimo ataque del grupo de orcas fue presenciado por una pareja de Cambridge, Inglaterra, Janet Morris, de 58 años, consultora de negocios y Stephen Bidwell, de 58 años, fotógrafo, quienes estaban a bordo de un bote para un curso de navegación.
Los ingleses le manifestaron al medio: “Es una experiencia que nunca olvidaré. Me recordaba a mí mismo que teníamos un bote de acero de 22 toneladas, pero ver a tres de ellas venir a la vez, rápido y al ritmo con sus aletas fuera del agua fue desalentador. No podía creerlo cuando las vi, éramos presa fácil".
La persona que estaba dirigiendo el bote, Greg Blackburn, de Leeds ya se encontraba presentando dificultades en la navegación por los fuertes vientos, por lo que al ser embestido por las orcas manifestó: “Pensé 'oh cielos' cuando los vi. Después de leer los informes y saber lo que ha estado pasando, pensé que ahora estábamos en un viaje". El bote tuvo varios daños y regresó con dificultad al puerto.
En noviembre de 2022, un bote en las costas de Portugal también fue atacado por el grupo de ballenas. Esta vez el barco llevaba tripulación francesa a bordo y fue hundido por las grietas que las orcas causaron en el casco.
Según informes de la costa ibérica, los primeros ataques iniciaron en mayo de 2020 y en ese año las autoridades españolas prohibieron la navegación en el lugar, luego de presentarse más de 20 ataques de orcas.