SALUD
Es una enfermedad inflamatoria que se puede confundir con un dolor lumbar y llevar hasta siete años para su diagnóstico si no se recurre al especialista adecuado: el reumatólogo.
"El reumatismo no es de la gente joven”, reza la leyenda urbana. Error, hay una enfermedad llamada espondiloartritis axial, que puede confundirse con un dolor lumbar y es una patología inflamatoria que suele aparecer entre los 15 y los 35 años, incluso a veces antes de esas edades.
Como no es una enfermedad frecuente y ofrece una variada forma de presentación, tiene un enorme retardo diagnóstico que posterga un tratamiento que es más efectivo cuanto más temprano se aplique.
Lo primero que hay que decir es que la espondiloartritis axial es uno de los dos grandes grupos en los que se divide la espondiloartritis; el otro es la espondiloartritis periférica. La axial toca básicamente la columna y la periférica las articulaciones de los miembros.
“Se dice que es predominantemente axial o predominantemente periférica. Eso abre la puerta a que un compromiso axial puede tener un toque periférico y viceversa”, explicó el doctor Daniel Palleiro, profesor agregado de la Cátedra de Reumatología de la Facultad de Medicina de la Udelar.
El especialista indicó que la prevalencia de esta enfermedad en el mundo caucásico está entre el 1% y el 2% de la población. En Uruguay no existen datos al respecto, pero se cree que está por debajo del 1%, lo cual se traduce en 30 mil o 35 mil uruguayos.
Genéricamente es una enfermedad que presenta una clínica muy heterogénea, con elementos reumatológicos y no reumatológicos que tienen una imagenología similar y una base genética.
“Los antecedentes familiares son muy importantes. No es raro encontrar que un paciente tenga alguien en la familia con espondiloartritis, básicamente del primer grado y menos frecuente del segundo grado de consanguinidad”, señaló Palleiro.
El marcador genético de esta patología es el HLA-B27, pero una cosa es ser B27 positivo y otra es tener la enfermedad. “Si bien el B27 predispone a la enfermedad es importante tener en cuenta que la mayoría de los pacientes positivos no están enfermos, son portadores sanos. Lo más probable es que nunca tengan espondiloartritis”, aclaró el reumatólogo.
Cómo se diagnostica.
Esta enfermedad tiene una variada forma de presentación y muchas veces su sintomatología es asincrónica, eso significa que no aparecen todos los síntomas al mismo tiempo.
“Yo siempre digo que el paciente tiene varias cartas sobre la mesa, pero va a jugar las cartas que tiene, no las que no tiene. Entonces el diagnóstico a veces se hace largo”, señaló Palleiro.
Según el Grupo Uruguayo de Espondiloartritis, que integra Palleiro, en el último corte que hicieron el diagnóstico demoraba un promedio de siete años, lo cual dijo que “es inadmisible”.
Si bien la espondiloartritis axial se manifiesta básicamente por un dolor lumbar, la mayoría de las lumbalgias son banales, mecánicas. “En su enorme mayoría no se relacionan con la espondiloartritis, lo más común es que tengan que ver con un desgaste de las articulaciones, artrosis o sufrimiento de los discos vertebrales, muchas veces condicionado porque levanté un peso exagerado o porque estuve en una posición forzada sostenida o mal sentado”, aclaró el reumatólogo.
Esos dolores aumentan con la actividad física, mejoran con el reposo y no duelen de noche. De quienes padecen lumbalgia mecánica solo un 5% tiene una espondiloartritis. Eso hace que para poder diagnosticar una espondiloartritis axial se deban agregar otras herramientas.
“En primer lugar la lumbalgia tiene que tener más de tres meses de evolución. Mejora con la actividad física y empeora con el reposo, a diferencia de una lumbalgia mecánica. Como también tiene componente nocturno, muchas veces el paciente se despierta en la noche con dolor, tiene que salir de la cama y caminar y eso lo mejora. Y se acompaña además de un marcador muy importante que es el envaramiento, rigidez o entumecimiento de la columna, que puede durar horas. Cuanto más horas dure, más inflamado está”, describió Palleiro.
Otro elemento que se suma es si el paciente mejora tomando antiinflamatorios.
De todas formas, solo con la lumbalgia inflamatoria no se llega al diagnóstico. Se debe considerar si es una persona joven, si tiene antecedentes familiares y si se asocia con otras manifestaciones. Entonces se abren dos capítulos: lo reumatológico y lo no reumatológico.
Dentro de lo reumatológico está: la inflamación de la rodilla; se suele inflamar la zona donde los tendones se pegan a los huesos (entesis) y duele la parte inferior o la parte posterior del talón; aparece el dedo en salchicha (dactilitis), que es cuando uno o más de los 20 dedos se hincha o se pone rojo o violáceo.
En cuanto a las manifestaciones no reumatológicas, básicamente pueden aparecer en la piel (psoriasis), en los ojos (uveítis, que provoca visión borrosa, disminución de la agudeza visual, dolor) o en el tubo gastrointestinal (diarrea, sangre o mucosidad en la materia).
Dados los elementos mencionados está claro que la detección puede comenzar tanto con un médico general como con un dermatólogo o un oftalmólogo, pero todos ellos deben terminar derivando el paciente al reumatólogo. “Es una enfermedad clarita para que la evalúe y la estudie el reumatólogo”, destacó Palleiro.
El especialista añadió que el reumatismo inflamatorio no tratado se asocia a una disminución de la expectativa de vida. “Pero si la enfermedad está controlada no pasa nada, así que a la gente no le tiene que venir una crisis de pánico, no se va a morir. El reuma no mata”, remarcó.
Se trata con fisiatría y antiinflamatorios
“El tratamiento de la espondiloartritis axial va a ser para un individuo que tiene un dolor de columna que es inflamatorio, entonces la terapia se divide en dos ramas igual de importantes”, explicó el reumatólogo Daniel Palleiro.
La primera rama es la fisiatría. Se indican, por ejemplo, ejercicios de control de movimiento y para evitar el dolor y las posiciones viciosas. Una de esas posiciones es la del esquiador, que si no se realiza un tratamiento precoz queda fija y puede causar dificultades incluso para respirar. Otra posibilidad es la hidroterapia.
La segunda rama son los fármacos, en este caso los antiinflamatorios a dosis plena, es decir la dosis más alta en forma reglada. “Eso quiere decir que lo tiene que tomar por lo menos 15 días. No a la uruguaya de cuatro días, me mejoré y lo dejo”, advirtió Palleiro.
El objetivo tienen que ser ir reduciendo la dosis hasta llegar a la mínima necesaria y que el paciente se mantenga en asintomático. “A veces la persona se desteta del anitiinflamatorio, mejora con la fisioterapia y pasa a tomar un antiinflamatorio cada 10 días”, apuntó el reumatólogo.
Si a los 15 días de estar tomando un antiinflamatorio la enfermedad sigue en actividad, hay que cambiarlo por otro que también se usa por 15 días a dosis plena y reglada. Si en la nueva evaluación no mejoró queda candidato al uso de agentes biológicos, que son medicaciones que proporciona el Fondo Nacional de Recursos (FNR).
“Hay cuatro del mismo tipo, pero como su suministro comenzó en 2013 la tecnología y la ciencia han avanzado y hoy existen otros tratamientos que estamos tratando desde las asociaciones de pacientes y la reumatología que el FNR los cubra”, comentó Palleiro.
Cerca del 30% de las espondiloartritis axiales llegan a los agentes biológicos.
Diagnóstico: Imágenes y resonancia magnética
“Un paciente puede ser B27 positivo y ser sano, entonces el diagnóstico genético sirve solo en algunas circunstancias”, explicó Daniel Palleiro.
Habitualmente la imagenología puede redondear un diagnóstico cuya sospecha tiene que ser clínica. “Es la clínica que orienta al diagnóstico, como decimos ‘la clínica es soberana’”, señaló el especialista.
El problema es que el diagnóstico basado en elementos radiológicos sigue siendo tardío.
El procedimiento que sí permite el diagnóstico precoz es la resonancia magnética, lo que abre el capítulo de la espondiloartritis no radiológica.
En cuanto a los exámenes de sangre, se puede evaluar inflamación en algunos parámetros, pero casi siempre son inespecíficos.
Recuperar individuos jóvenes para la vida plena
El doctor Daniel Palleiro señaló a El País que el tratamiento de la espondiloartritis axial permite recuperar a individuos jóvenes para que puedan gozar de una vida plena. “Es algo que no está estudiado en Uruguay, pero sí en otras áreas”, indicó.
De esa manera el paciente no tiene dolor y puede cumplir con su rol profesional o con su trabajo en un momento de la vida en que se está en pleno desarrollo de muchas actividades, ya sea laborales, deportivas o recreativas.
“Con un tratamiento y seguimiento adecuados la espondiloartritis es perfectamente compatible con una vida de trabajo o de actividad física. Lo fundamental está en llegar a un diagnóstico precoz porque eso va a permitir actuar tempranamente con la herramienta que tenemos disponible. Es un tema de captación y adecuada derivación del enfermo en tiempo y forma para la valoración con el reumatólogo”, concluyó Palleiro.