Estudiantes de Ingeniería crean una mano robótica para asistir en las comidas

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fingbot brazo robótico

TECNOLOGÍA

Diseñaron un equipo que asiste a las personas con discapacidades motoras; prevén comercializarlo en la región

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El proyecto fue seleccionado por la Teletón para colaborar en el tratamiento de un paciente de 9 años

Estudiantes de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República diseñaron un brazo mecánico para asistir en la alimentación a personas con discapacidades motoras severas. El proyecto, denominado Fingbot, fue seleccionado por la Teletón para colaborar en el tratamiento de un paciente de 9 años y recibirá financiación de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII). Pero el equipo no quiere quedarse en un caso particular: quiere desarrollar soluciones que se adapten a niños y adultos con diferentes problemáticas como, por ejemplo, Mal de Parkinson.

Una de las claves es proponer una alternativa que resulte más económica que las que están disponibles en el mercado. El costo de un dispositivo similar al que actualmente está en funcionamiento en la Fundación Teletón oscila entre US$ 5.000 y US$ 7.000. “Nosotros estimamos que el nuestro esté en el rango de entre US$ 200 y US$ 300 por lo que se podría entregar uno a cada familia”, dijo el docente Gabriel Usera.

El prototipo consiste en un brazo mecánico que mueve la cuchara hasta el plato, carga los alimentos y los acerca hasta la boca de la persona. El movimiento del brazo es controlado por motores y sensores y es accionado por un pulsador.

Las piezas utilizadas en esta primera instancia fueron las de un kit de robótica.

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El prototipo consiste en un brazo mecánico que mueve la cuchara hasta el plato, carga los alimentos y los acerca hasta la boca de la persona

En los próximos seis meses, el equipo conformado por cuatro estudiantes de grado en Ingeniería Mecánica –Agustín Freitas, Gonzalo Romay, Fernando Sellanes y Víctor Silveira– y un estudiante de Ingeniería Civil –Juan Manuel Ferrés–, con la asesoría de los docentes Henry Figueredo y Gabriel Usera, deberá revisar el diseño y crear un aparato totalmente funcional para ser entregado a la Teletón. El primer paso es comprar piezas nuevas e imprimir otras y programar. Para ello se usarán los $ 93 mil que serán otorgados por la ANII y la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE).

“Vamos a cambiarlo. Ya sacamos algunos motores y estamos haciendo el diseño del plato. Queremos que acompañe el movimiento del brazo mecánico para que sea más fácil el traslado de la comida”, apuntó Romay, de 20 años. La idea es que el dispositivo gire el plato para que la persona elija la sección y que este tenga una forma en el centro que facilite el servicio cuando queda poca comida. Ferrés, de 22 años, apuntó: “Para simular la función del pancito”.

Estas características no están incluidas en el aparato que funciona en Teletón, el cual, además, fue construido en la década de 1990; además, es de grandes dimensiones y de mucho peso. Fingbot es relativamente pequeño y portátil.

“Vimos cómo agregarle un valor distinto, más allá de reducir el costo”, agregó Freitas.

Uno de los objetivos es que el producto final pueda transportarse en una mochila para brindarle autonomía al usuario. Del punto de vista comercial, se espera comercializarlo también en la región.

Para el niño que es paciente de la Teletón, el dispositivo se acciona con un pulsador; pero los estudiantes quieren que el producto final pueda adaptarse a distintas interfaces; por ejemplo, que pueda operarse con distintas partes del cuerpo según las capacidades del usuario.

Así lo explicó Figueredo, docente del Departamento de Diseño Mecánico del Instituto de Ingeniería Mecánica y Producción Industrial: “Algunos pueden accionarlo con botones, con el pie, con la cabeza o con la lengua. El desafío es adaptarlo”.

La Fundación Teletón atiende a más de 4.200 niños y adolescentes; cada uno con necesidades diferentes para su autonomía e inclusión. Este año, por primera vez, organizó el Desafío Ingenio-tón por el que daba tres meses para la presentación de proyectos de soluciones para ocho problemas.

Fingbot fue uno de los seleccionados. Otras iniciativas se abocaron a la asistencia para la movilidad de miembro superior, un sistema de uso portátil para transferencia auto-silla, un sistema de transferencia para espacios reducidos, una silla de ruedas para desplazamiento en terrenos irregulares, una base motorizada con bipedestación y asiento tipo pony y asistencia para la higiene perineal.

Un desafío también educativo

“Estábamos un poco asustados. No sabíamos para dónde encarar, pero los profesores nos dieron para adelante y se sumaron unos amigos. No habíamos estado metidos en ningún proyecto”, dijo Agustín Freitas, de 20 años.

Los estudiantes creadores de Fingbot cursan tercer año de facultad y ninguno de los involucrados tenía antecedentes en programación o en electrónica. Por ejemplo, tuvieron que aprender a programar una placa de Arduino.

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