La historia es más o menos así: en 1983, el entonces Secretario de Estado de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Francis Pym, anunció que el gobierno había creado un nuevo programa de becas para estudiantes de todo el mundo. Un año después, el programa, denominado FCO Scholarships and Awards Scheme, recibió a las primeras 100 personas para estudiar maestrías en universidades inglesas. En 1994 el programa cambió su nombre por Chevening. En 2001 habían estudiado en Reino Unido unos 25 mil estudiantes. En 2024 son más de 57 mil.

El 6 de agosto se abrieron las inscripciones para postular al período 2025-2026 de la beca, que actualmente financian el Ministerio de Relaciones Exteriores y Desarrollo británico y otras organizaciones asociadas. Los requisitos para aplicar son sencillos: ser profesional, contar con un título de grado y tener dos años de experiencia laboral. No hay un límite de edad ni un nivel de inglés requerido.

Entre esos 57 mil estudiantes que han sido becados, hay más de 200 uruguayos. En este momento, diez de ellos están terminando sus maestrías. En setiembre, otros nueve viajarán para comenzarlas. Estas son las historias de Fiorella, Mariano y Victoria, y de cómo, sin conocerse, tuvieron el mismo deseo -vivir una experiencia en el exterior, seguir estudiando, conocer el mundo- y la misma forma de intentarlo: postular para una beca en Reino Unido.

Siempre supo que quería estudiar en el exterior. Por eso, Mariano Ayende, 34 años, químico farmacéutico, aplicó por primera vez a la beca Chevening en 2017. Esa vez llegó a la etapa final de un largo proceso de evaluación y selección, pero no estuvo entre los elegidos. Cinco años después, en 2022, durante una revisión de su plan de carrera en la empresa en la que trabajaba y tras hablar con referentes, colegas y amigos, decidió cambiar el rumbo hacia la salud digital, un área clave según la OMS, explica Mariano, “para lograr acceso universal y sistemas de salud equitativos y sostenibles”.

Sabía que Reino Unido estaba avanzado en el tema, entonces volvió a insistir con Chevening. “Es más que una beca para estudiar. Es un programa dedicado a potenciar futuros líderes, ofreciendo la posibilidad de ser parte de una comunidad de profesionales de todo el mundo, que brinda oportunidades de desarrollo profesional durante y después del máster”.

Actualmente Mariano está terminando sus estudios en University College London, una de las universidades más grandes y prestigiosas de Reino Unido, cursando una maestría en Digital Health and Entrepreneurship (salud digital y emprendimiento), al mismo tiempo que está realizando una pasantía en una startup que desarrolló una solución para diagnosticar trastornos mentales a través de inteligencia artificial.

Adaptarse a las formas de enseñanza fue un desafío porque eran diferentes a las que él conocía. "Sin embargo, la universidad te proporciona todas las herramientas y el soporte necesario para que saques el máximo provecho, superando mis expectativas en cuanto al acceso a información y asesoramiento. Incluyendo decenas de eventos de networking con referentes del área y una formación adicional muy completa en desarrollo de carrera profesional".

Más allá de lo académico “he tenido oportunidades extracurriculares únicas, como nadar en el Centro Acuático de Londres, donde se desarrollaron los Juegos Olímpicos, o celebrar el Año Nuevo Chino con la comunidad de estudiantes de ese país. Pero, sin duda, lo más valioso ha sido generar vínculos con personas de todo el mundo, con diferentes formaciones, culturas, enriqueciéndome en lo personal y profesional”.

“Hay un ‘antes y un después’ en mi vida a partir de Chevening”, dice Fiorella Santo, 40 años, licenciada en Estudios Internacionales. Llegó a los 35, después de varios años de experiencia laboral.

“Sentía que era el momento de perfeccionar mi conocimiento académico en temas de logística y supply chain; y en ese entonces Uruguay no contaba con una propuesta acreditada como máster en esas áreas”, cuenta. Aplicó porque, además de la maestría, tenía ganas de vivir la experiencia de estudiar en el exterior.

Eligió tres cursos en universidades diferentes, escribió ensayos relacionados con su experiencia y su plan de carrera, pasó por varias entrevistas y, en setiembre de 2019, empezó sus estudios en Logistics and Supply Chain Management (Logística y gestión de la cadena de suministro) en la Universidad de Huddersfield, una ciudad de la parte oeste de Yorkshire.

“El ambiente allí no se parece en nada a lo que puede experimentar un estudiante en Londres. Se trata de una ciudad muy pequeña que en algún momento fue un centro de producción textil. Actualmente la universidad es el epicentro y alrededor de ella se concentran todas las actividades. En mi curso no había ningún otro estudiante latinoamericano, la mayoría eran ingleses y algunos extranjeros de otras ciudades de Europa. Esto hizo que pudiese perfeccionar bastante el inglés. Sin embargo, lo más importante es que pude generar muy buenos vínculos y redes de contacto que continúan hasta el día de hoy”.

Chevening, dice Fiorella, no solo le permitió ampliar su red de contactos en Reino Unido, sino que también la ayudó a generar nuevos vínculos en Uruguay. "A mi regreso me incorporé a “GBUA - Graduates from British Universities Association”; que es una red de alumni que nuclea a todos los uruguayos que estudiaron en Reino Unido".

Cuando llegó a la ciudad de Cardiff, en Gales, para estudiar un máster en Data Science and Analytics (ciencia de datos y análisis), Victoria Friss de Kereki, entonces 27 años, no conocía a nadie. “Pero la Universidad de Cardiff se distingue por la experiencia del alumno y eso se nota mucho desde el primer momento. Rápidamente me integré en grupos de la universidad, de la maestría, al equipo de hockey, al equipo de pesas, y al grupo de jueces de CrossFit de Reino Unido”, cuenta.

La maestría se sumó a un camino que venía recorriendo tras haber estudiado Contabilidad y Administración y de haber inclinado su carrera hacia los datos. Había hecho un posgrado y un máster para especializarse antes de postular para la beca.

“Elegí la maestría en Data Science and Analytics, entre otras cosas, porque es dirigida conjuntamente por la Facultad de Matemáticas y la Facultad de Computación, lo que representó un gran desafío dado que mi carrera de grado no pertenecía a ninguna de esas facultades, pero también una gran oportunidad de aprendizaje y desarrollo”, dice.

Aunque había estudiado sobre la ciudad y la universidad, la experiencia fue diferente: mucho más intensa y desafiante. Caminar por los parques de Cardiff, participar de las celebraciones tradicionales de Edimburgo, ir a las fiestas temáticas que celebran los equipos deportivos, realizar una pasantía en el Instituto de innovación en seguridad, crimen e inteligencia de la universidad o conocer lugares que ni siquiera sabía que existían hizo de este tiempo algo que va más allá de los estudios.

“Siento que he vivido tantas cosas que he cambiado y madurado mucho. Siento una profunda sensación de pertenencia; sigo siendo uruguaya, claro, pero me he integrado totalmente a la cultura británica. HoyGales y el Reino Unido ocupan un lugar especial en mi corazón”.