Estudio afirma que tomar un poco de alcohol genera beneficios en adultos y causa polémica

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Una copa de vino al día sí resulta beneficiosa para la salud.

PUBLICADO EN THE LANCET

El análisis indica que "una pequeña cantidad" se asocia a ciertos beneficios, pero científicos no relacionados con la investigación marcaron sus dudas.

No hay un nivel de consumo de alcohol seguro para los jóvenes, pero en algunos adultos mayores de 40 años tomar "una pequeña cantidad" se asocia a ciertos beneficios, según un estudio publicado por Lancet y sobre el que científicos no relacionados con la investigación han apuntado dudas.

La investigación encabezada por la Universidad de Washington se basa en datos del informe "Global Burden of Deseases" (Carga global de las enfermedades) e indica que, según estimaciones de 204 países, unos 1.340 millones de personas, sobre todo hombres, consumieron cantidades perjudiciales de alcohol durante 2020.

Los autores señalan que los riesgos del consumo de alcohol para los mayores de 40 años difieren según la edad y la ubicación geográfica, debido a la compleja relación en el mundo entre este y las enfermedades, indica The Lancet.

Los adultos a partir de 40 años sin problemas de salud subyacentes "pueden obtener algunos beneficios del consumo de pequeñas cantidades de alcohol", incluido un menor riesgo de enfermedad cardiovascular, accidente cerebrovascular y diabetes.

En cuanto a la cantidad, señala como ejemplo beber entre uno y dos vasos de 100 mililitros de vino tinto.

Según el trabajo, una bebida estándar se define como 10 gramos de alcohol puro, lo que equivale a un vaso pequeño de vino tinto (100 mililitros) con un 13% de alcohol por volumen; una cerveza (375 mililitros) con un 3,5% de alcohol por volumen, o un chupito de whisky u otros licores (30 mililitros) con un 40% de alcohol por volumen.

El análisis acumula evidencia de varios estudios y realiza modelos estadísticos "complejísimos, pero no lleva a nada relevante que decir en el tema de riesgo", en opinión de la investigadora María del Carmen Climent del Winston Centre for Risk and Evidence Communication (Reino Unido).

Climent, que no participó en la investigación, agregó, citada por el Science Media Center de España, que la investigación "no incluye la magnitud en el incremento del riesgo en los jóvenes y la disminución del riesgo en los adultos mayores, por lo tanto, no hay cómo sustentar y explicar esas afirmaciones".

En lo que se refiere a los jóvenes entre 15 y 39 años, el estudio sugiere que el consumo de alcohol "solo tiene riesgos para la salud" y destaca que, en 2020, un 59,1 % de ese grupo tomó "cantidades inseguras", de los que un 76,7 % eran hombres.

El consumo nocivo de alcohol se concentró especialmente en los hombres jóvenes de Australasia, Europa occidental y Europa central.

Los autores reconocen algunas limitaciones, como que no se examinaron los patrones de consumo de alcohol, por lo que no distingue entre los individuos que beben de forma episódica y los que consumen la misma cantidad durante varios días, además la ingesta fue autodeclarada, lo que "podría haber introducido un sesgo".

En un artículo que acompaña al estudio, Robyn Burton y Nick Sheron, del King's College de Londres y que no participaron en la investigación, indicaron que estos resultados "parecen contradecir" una estimación anterior del "Global Burden of Deseases", en la que cualquier consumo de alcohol, independientemente de la cantidad, provoca pérdidas de salud en todas las poblaciones".

Los autores del comentario señalaron que las diferencias "se deben al novedoso método de ponderación de las curvas de riesgo relativo según los niveles de la enfermedad subyacente, junto con el cálculo de estimaciones más desagregadas por sexo, edad y región geográfica".

Otro estudio publicado en la revista Plos Medicine y dirigido por la Universidad de Óxford señala que el consumo de "siete o más unidades de alcohol por semana se asocia con mayores niveles de hierro en el cerebro".
Esta acumulación se ha relacionado con las enfermedades de Alzhéimer y Parkinson y "es un posible mecanismo de deterioro cognitivo relacionado con el alcohol".

En el estudio participaron unas 21.000 personas con una edad media de 55 años y aunque el 2,7% se clasificó como no bebedor, la ingesta media fue de unas 18 unidades por semana, lo que se traduce en unas siete latas y media de cerveza o seis vasos grandes de vino.

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