Donación

El Club de Leones del Uruguay, a través del distrito J3, y con la ayuda de la Lions Club International Foundation (LCIF), donó una nueva bomba de nitrógeno para la criopreservación de médula ósea y otros tejidos a la Fundación Pérez Scremini.

Luis Padrón, representante de la fundación del Club de Leones en Uruguay, explicó a El País que la organización se encarga de colaborar con distintas causas globales como la juventud, el medio ambiente y el cáncer infantil, el que se entiende como una prioridad.

“Nos contactamos con la Fundación Pérez Scremini y ellos nos comentaron que se le estaban venciendo los plazos de la bomba de nitrógeno. Allí se preservan las médulas óseas que se extraen y se usan para los transplantes, así como sangre”, señaló Padrón.

El representante de los Leones explicó que la fundación está próxima a inaugurar una nueva sala en el cuarto piso del Centro Hospitalario Pereira Rossell y una donación de este estilo suponía una gran inversión. “El equipamiento costó US$ 25.000 y durará alrededor de 10 años. Por lo que nos propusimos juntar el dinero y hacerlo posible”, añadió.

La LCIF donó el 75% del costo –alrededor de US$ 19.500– y el resto se recaudó dentro de la propia comunidad de Leones en Uruguay.

Padrón adelantó que para la inauguración del nuevo piso de la Pérez Scremini, los leones de Uruguay también colaborarán con la compra de un citómetro de flujo, que es un dispositivo que se utiliza para detectar la leucemia, el tipo de cáncer pediátrico más detectado, para el que ahora están recaudando fondos para hacerlo posible.

Padrón remarcó que, si bien la donación fue posible gracias a todos los integrantes del club, detrás de la iniciativa estuvieron las autoridades del distrito J3 como Martín Sánchez y Enrique Vispo.

Además, el león destacó la importancia de que más leones y la sociedad en general conozcan estos aportes para animarse a colaborar, por más pequeña sea su contribución.

El Club de Leones existe en más de 200 países y tiene cerca de 1.400.000 socios. Alrededor de 3.000 personas forman parte del Club de Leones del Uruguay, que a su vez se dividen en tres distritos.

“Nosotros decimos que donde hay una necesidad hay un león, entonces cuando alguien quiere participar simplemente tiene que acercarse al club que le quede más cercano y cómodo”, señaló.

Padrón añadió que, gracias a la digitalización, hoy es más sencillo acercarse a la organización porque existen instancias virtuales.

Además, sobre el funcionamiento del club explicó: “Con esta pandemia que vino para quedarse tuvimos que crecer y adaptarnos al sistema”.
También destacó que la pandemia por el nuevo coronavirus ayudó a que la comunicación sea más democrática.

“En la parte positiva creo que los mensajes llegan de forma más fluida, más clara y hay menos ‘secretos a voces’”, dijo.
Pero no todo es digital, los leones también siguen encontrándose en sus clubes.

“Hacemos reuniones presenciales siguiendo todos los protocolos. No hay que olvidar que vamos desde los 12 años hasta los 100 años. Si bien trabajamos separados, estamos juntos”, detalló.

Más allá de las grandes obras, los leones también contribuyen con causas más pequeñas. “El año pasado entre abril y septiembre organizamos 23 ollas solidarias en diferentes barrios de Montevideo”, relató Padrón al diario El País. Además tienen diferentes iniciativas en el interior.

Por otro lado, el programa Leones Educando se encarga de formar a niños en distintos centros educativos para que puedan decir que no ante situaciones como drogas y otros vicios, concluyó Padrón.