SALUD
Un chequeo oftalmológico de rutina sirve para hacer sospechar la presencia de una enfermedad llamada "el ladrón silencioso" porque no tiene síntomas. En Uruguay el 50% no sabe que la padece.
El glaucoma es la primera causa de ceguera irreversible del Uruguay y la mitad de las personas que lo padecen no lo saben. Teniendo presente esta realidad es que el principal objetivo de la Semana Mundial del Glaucoma (del 6 al 12 de marzo) es concientizar a la población sobre la enfermedad, cosa que en nuestro país realizan hace años la Sociedad Uruguaya de Glaucoma (SUG) y la Asociación Uruguaya de Oftalmólogos.
“El glaucoma se caracteriza por ser una patología que no tiene síntomas hasta fases avanzadas de la enfermedad. La única manera de saber si lo tenemos es acercándonos a un especialista en oftalmología para hacer un chequeo de rutina, porque allí ya se puede tener la sospecha de su existencia y pedir estudios que la confirmen”, explicó a El País la oftalmóloga Rosario Varallo, presidenta de la SUG.
Es una enfermedad que deteriora el nervio óptico y se detecta mediante exámenes oculares periódicos que consisten en tomar la presión ocular y hacer un estudio de fondo de ojo.
“Todos estos estudios forman parte del consultorio de un oftalmólogo general y no son invasivos”, aclaró Varallo.
Los grupos con mayores riesgos de padecerlo son las personas de edad avanzada, con antecedentes familiares, miopes y afrodescendientes.
“Puede ser que en ese chequeo esté todo bien o que el oftalmólogo encuentre una sospecha de glaucoma. En ese caso va a solicitar estudios y cuando el paciente vuelve con ellos, diagnostica si tiene glaucoma, lo descarta o queda en una fase de observación”, detalló Varallo.
El paciente que quedó en observación debe concurrir a los controles anualmente y probablemente se le repetirán estudios. El que fue descartado se seguirá controlando cada dos años y al que fue diagnosticado con glaucoma se le indicará un tratamiento y se le exigirá adherir a los controles.
“Aunque no se pueda creer, la mitad de los pacientes abandona el tratamiento porque, como muchas veces se trata de acordarse de ponerse unas gotitas y no sienten nada, no lo hacen. Los controles son importantes porque el tratamiento busca detener la progresión de la enfermedad, pero si la persona no va a los controles y no se hace estudios no sabemos si está sirviendo el tratamiento o se necesita otro”, señaló Varallo.
Cómo se trata.
Existen tres modalidades para tratar el glaucoma: láser (ambulatorio), gotas oftálmicas (todos los días, una o varias veces) o la cirugía.
“Puede comenzarse por cualquiera de ellos, pero en general se empieza por láser o gotas y la cirugía queda para cuando las otras dos modalidades terapéuticas no fueron efectivas”, indicó Varallo.
La oftalmóloga añadió que estudios multicéntricos internacionales demuestran que lo mejor es comenzar por el láser porque se asegura la adhesión del paciente al tratamiento. Lo que ocurre es que no todo el mundo se lo puede hacer.
Debe quedar claro que los tratamientos no curan la enfermedad ni restablecen la visión, sino que permiten bajar la presión ocular para prevenir la ceguera.
“Lo importante es tener conciencia de la existencia de esta enfermedad y asumir la responsabilidad de la salud de uno mismo”, concluyó Varallo.
Control en el Hogar de Ancianos Schiaffino
Cada año la Sociedad Uruguaya de Glaucoma y la Asociación Uruguaya de Oftalmólogos realizaban jornadas de concientización en las que convocaban a la población a concurrir a un determinado lugar para tomarse la presión ocular e informarse del glaucoma. Así lo hicieron en el Palacio Legislativo, la Intendencia de Montevideo y los centros comunales, entre otros sitios.
La pandemia de covid-19 obligó a modificar esta actividad dado que se deben evitar las aglomeraciones y hacerlo con cita previa resultaba imposible. Por esta razón este año resolvieron que concurrirán al Hogar de Ancianos Schiaffino, en la Quinta de Piñeyrúa (Pedro Trapani 1197), a tomar la presión ocular y pesquisar la enfermedad en sus residentes. Eso será el próximo jueves 10 de marzo, a las 9 horas.
Por otra parte, a nivel mundial se iluminan muchas fachadas de edificios emblemáticos o monumentos públicos con el color del glaucoma, que es el verde, como forma de llamar la atención sobre esta patología. En Uruguay se hace lo mismo, por ejemplo todos los años se ilumina de verde la fachada de la Clínica Oftalmovisión, ubicada en el Parque Batlle.