NUTRICIÓN

Este contenido es exclusivo para nuestros suscriptores.

En la sociedad actual el hecho de comery no engordar generalmente es visto como algo bueno: se les llama “afortunados” a quienes comen de todo y no ganan peso, se dice que “quién pudiera”, que “cómo hacen”.

Y aunque estos comentarios no se hagan con malas intenciones, en la mayoría de los casos se hacen desde el desconocimiento.

Porque ser delgado no tiene por qué ser sinónimo de una vida saludable, eso ya es más que sabido, pero también porque el que algunos “coman de todo y no engorden” tiene su explicación y, si bien en algunos casos es simplemente una cuestión de genética, muchos otros son por cuestiones relacionadas a la salud. Estas varían y van desde algunas que se pueden evitar o revertir, hasta otras crónicas y de mayor gravedad.

La nutricionista Lorena Balerio, columnista de Eme, explicó que el hecho de que haya personas a las que les cuesta ganar peso se puede deber a muchos factores, desde, por ejemplo, la genética, que es un componente muy importante, hasta el metabolismo basal.

Respecto a este último, la profesional explicó que “puede ser más alto de lo habitual en la persona” y que, “a grandes rasgos, el metabolismo basal es la cantidad de energía que el cuerpo gasta para mantener las funciones básicas, los procesos físicos y químicos del cuerpo que convierten o usan energía como la respiración, la circulación sanguínea, contracción muscular y la digestión de alimentos entre otros”.

La nutricionista Raquel Villegas añadió que, en relación al metabolismo, hay algunos aspectos puntuales que influyen como, por ejemplo, la microbiota intestinal, que “incide, porque hay cierto patrón de bacterias que favorece a asimilar mejor las grasas o absorber más los nutrientes, entonces quienes tienen ese perfil tienen más tendencia a la obesidad que los que no”. Por tanto, prestar atención a los alimentos que ingerimos para que la microbiota sea saludable es importante: una dieta equilibrada y con alto consumo de alimentos naturales como frutas y verduras es básica.

Entre las muchas causas que hay detrás de un paciente que no logra aumentar de peso, también están el uso de medicamentos específicos o tener enfermedades como hipertiroidismo, diabetes, depresión o ansiedad.

Villegas señaló que también pueden estar presentes antes este tipo de dificultades “la alimentación emocional y la gestión del estrés, ya que hay quienes tienden a compensar sus estados emocionales con comida”, por lo que tanto para los que quieran bajar, subir o mantener el peso ese puede ser un problema.

Villegas recordó que el peso nunca será “un indicador de salud” y que en lo que hay que poner el foco es en si el paciente tiene una buena composición corporal, una buena gestión del estrés, un buen descanso nocturno, una alimentación variada que sea en la cantidad que su cuerpo necesita”.

La nutricionista opinó que “es un error centrar nuestro objetivo en un peso; es mucho mejor conciliar en el cómo somos y focalizarnos en estar sanos en el tipo de cuerpo que tenemos”.

Dejando de lado los casos en los que no poder subir de peso se debe a enfermedades o causas puntuales como un estrés elevado y teniendo presente que la consulta con un profesional que evalúe cada caso en particular es imprescindible, a grandes rasgos para ganar peso hay algunos consejos a seguir.

Balerio sostuvo que para lograr esto es importante aumentar el consumo de las calorías, de manera que sean más de las que se gastan. También hay que intentar comer en intervalos de tiempo regulares, evitar saltearse comidas y largos periodos sin comer y manejar el volumen de lo que se come aparte de las comidas principales; las colaciones deben ser de pequeño volumen pero sí con calorías.

Es fundamental, agregó la experta, que si estas personas realizan una actividad física, deben regular las ingestas antes y posteriormente al ejercicio “y cuando se vea que no se puede cubrir las calorías con la alimentación, recurrir en última instancia a la suplementación con supervisión de un profesional, porque siempre es mejor comer, ya que así conseguimos los nutrientes y la fibra que no tiene el batido de proteínas”, explicó.

“Tanto para aquellas personas que quieran bajar de peso como subirlo, la recomendación es que vayan tomando pequeñas acciones, pequeños objetivos, ir cambiando los hábitos, tanto de alimentación, como de actividad física, mejorar el descanso, cuidar la salud mental”, dijo Villegas. Y esos cambios, añadió, es importante sostenerlos en el tiempo.

En la lista de alimentos para ganar peso de forma saludable, la nutricionista mencionó, por ejemplo, “aquellos que contienen grasas saludables como un aceite de oliva, frutas más calóricas como la banana y el mango. También los cereales, pero no cualquiera, sino que es ideal combinar los más refinados con otros integrales que son más nutritivos”

. Si se busca algo bien calórico una buena opción puede ser avena con leche y agregarle crema de maní, coco, semillas y una banana para endulzar. Estos tipos de preparaciones, explicó Villegas, darán mayor saciedad, motivo por el que “hay que ser consciente de que llegar al cambio que buscamos no será algo a corto plazo, sino que se irá trabajando de a poco.

Balerio señaló que, dejando de lado los casos en los que el hecho de no poder ganar peso se deba a enfermedades o motivos como sufrir un estrés elevado, hay ciertos alimentos que se pueden tener en cuenta en la rutina y que pueden ayudar a que finalmente la balanza se mueva.

“En este aspecto, juega un rol muy famoso la avena, porque es un alimento muy nutritivo y que con poco volumen nos da más aportes. Otro caso es, por ejemplo, si la persona come una tostada, en vez de ponerle una mermelada, puede usar mantequilla de maní, lo que subirá el aporte calórico de la misma. Otro caso sería, si se bebe un licuado, será mejor con leche o con una bebida vegetal en vez de agua. Estas son algunas pequeñas estrategias de aumentar calorías sin aumentar volumen porque para que la ganancia sea constante, son fundamentales los cambios de hábitos paulatinos que facilite el mantenimiento de la nueva rutina”, ejemplificó.

Balerio explicó que las personas que buscan aumentar de peso muchas veces cometen grandes errores. Uno de ellos es pensar que el hecho de solamente estar ingiriendo más calorías funcionará y llegan incluso a comer más alimentos fritos, dulces y ultraprocesados, pero así están lejos de conseguir su objetivo.

“Si hacen eso, terminará siendo peor; no solo porque lo único que harán es aumentar los niveles de grasa corporal sin aumento de peso, sino también porque esos productos son muy refinados y van a terminar alterando la flora a nivel intestinal”, detalló la profesional. Otro de los errores que se suele cometer es pasar por alto algunas de las comidas del día: “Las personas que tratan de ganar peso suelen saltear comidas y luego cuando comen se llenan rápidamente. Esto genera que si para ganar peso tienen que comer más calorías, les sea más difícil cubrirlas”.

Una buena estrategia, aconsejó la nutricionista, “es apostar por alimentos con alta densidad calórica y menos volumen como por ejemplo las frutas deshidratadas, el aceite de oliva para condimentar los platos, las semillas y los frutos secos, así como también los derivados como la mantequilla de maní”. Lo importante, añadió, es aumentar el aporte calórico en el mismo volumen de comida, así se evita esa sensación de estar llenos por volúmenes abundantes.

Por último, aclaró que la dieta de una persona que está buscando ganar peso tiene que ser tan saludable como la de aquel que lo que quiere es adelgazar, con la diferencia de que los alimentos como las frutas, las verduras, las nueces y las carnes tienen un límite de ingesta mayor. Insistió en la importancia de consultar siempre a un profesional, ya que este contemplará las individualidades de cada paciente.