Verano 2021

Si bien las primeras construcciones del Fasano se hicieron en 2010 y el edificio Locanda, diseñado por la arquitecta brasileña Carolina del Proto, se inauguró en 2016, el hotel Fasano se popularizó entre los uruguayos porque, en diciembre de 2019, el futbolista Luis Suárez y su esposa Sofía Balbi celebraron allí su renovación de votos matrimoniales. Además, la presencia de figuras del fútbol mundial, como Leonel Messi, Neymar, Sergio Busquets, Jordi Alba, o los artistas invitados a la fiesta como Karol G y Anuel AA, convirtieron al evento en una jornada que dio al hotel mucha visibilidad.

Pero, ¿cómo es alojarse en el hotel?, ¿qué comodidades tiene y cuáles son sus diferenciales? El País recorrió las instalaciones para comprender por qué el Fasano es una de las joyas de la zona.

Enclavado en la sierra, a ocho kilómetros de la Barra, departamento de Maldonado, la ubicación del Fasano hace que las vistas que ofrece sean únicas.

Desde las terrazas del edificio Locanda –que tiene 10 habitaciones– se ve la figura de Punta del Este recortada en el horizonte y el curso del arroyo.
Durante todo el día se pueden ver cuervos que utilizan las corrientes y vuelan muy cerca del hotel, ofreciendo un espectáculo de naturaleza en su estado puro.

Debajo de Locanda, se encuentran los 20 bungalows que completan las 30 habitaciones que tiene el hotel.

Sin embargo, eso no es lo único que la propiedad tiene para ofrecer. El hotel está ubicado dentro de una propiedad que tiene 490 hectáreas y va desde Camino Eguzquiza hasta la rivera del arroyo Maldonado.

Una serie de caminos, destinados a ser recorridos principalmente en carros de golf, hacen que la conexión con la naturaleza sea muy sencilla.

Lechuzas, caranchos, chimangos, garzas, ibis, nutrias y zorros son solo algunos de los animales salvajes que los visitantes cruzan mientras pasean por la propiedad. Al llegar a la costa pueden verse cangrejos y peces muy cerca de la orilla.

 Quedarse en el hotel cuesta entre US$ 399 y US$ 519 la noche, dependiendo del tipo de alojamiento.

Lejos de la opulencia que podría suponer un hotel de estas características, el hotel Fasano ofrece el lujo de lo sencillo. Se caracteriza por ser muy armonioso con su entorno y elegante sin entrar en los excesos, donde lo que prima es lo servicial que es su personal.

Desde la vajilla blanca en la que se sirve la comida y para la que el sabor debe ser lo más atractivo, hasta los detalles de decoración de las habitaciones (por ejemplo, un antiguo botellón de leche Conaprole es usado como florero y obras de artistas nacionales), hacen que la estadía sea considerada de lujo.

Además, ofrece servicio de actividades ecuestres, canchas de tenis, campo de golf, playa privada con actividades acuáticas, spa, masajista y un gimnasio muy completo. También tiene varias piscinas, tanto al aire libre como climatizadas, y sauna húmedo y seco.

Durante el 2020, la llegada de extranjeros se vio limitada. Hasta el verano pasado, la mayoría de las personas que se hospedaban en el hotel eran brasileños, seguidos por argentinos y un pequeño porcentaje de europeos y estadounidenses. Durante la pandemia, más uruguayos se animaron a descubrir el hotel.

Según explicó a El País la gerente general del hotel, Virginia Scherer, las instalaciones del hotel cerraron durante muy poco tiempo y reabrieron con los estándares de una baja temporada (algo que mantendrán durante el verano).

Hubo un proceso de adaptación del funcionamiento de las instalaciones para seguir los protocolos como, por ejemplo, pasar a usar servilletas descartables o reducir las días que están abiertos al público.

Para los primeros días de enero se espera que el hotel funcione con un tercio de sus habitaciones ocupadas; la temporada pasada estuvo completo todo el mes.