PALEONTOLOGÍA
El proyecto Ruta de los Dinosaurios recibió el aval del MTOP después de casi dos años; las obras deben empezar antes de marzo para no perder los fondos
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A mediados de agosto, los uruguayos asistieron a una noticia histórica: en Río Negro se descubrió una nidada correspondiente al grupo de los saurópodos, un herbívoro de grandes dimensiones que habitó hace 65,5 millones de años.
Los técnicos del departamento de Paleontología de la Facultad de Ciencias estudian ahora ocho huevos que consideran que pertenecieron a titanosaurios. Los trabajos fueron señalados como “muy tediosos y detallados” e implican, por ejemplo, la limpieza meticulosa de cada pieza. Se estima que no habrá novedades hasta 2020.
Si bien Uruguay posee materiales mucho más escasos y fragmentarios que los países vecinos, los expertos han encontrado piezas en varios departamentos que, de acuerdo con el paleontólogo Matías Soto, representan a los tres grandes grupos de dinosaurios. Esto ha ocurrido en la llamada formación Tacuarembó, con una edad de unos 150-130 millones de años (jurásico tardío – cretácico temprano); y en las formaciones Guichón, Mercedes y Asencio, con una edad de unos 85-65 millones de años (cretácico tardío).
En Tacuarembó, por ejemplo, rocas sedimentarias han aportado los restos de los dinosaurios más antiguos del país, los que comprenden dientes de dinosaurios terópodos, carnívoros, de tamaño viable (de pequeño a gigantesco), correspondientes –se presume– a la familia de los ceratosáuridos. Y en la localidad de Cuchilla del Ombú se encontró un conjunto de 19 huellas de 80 centímetros de largo identificadas con un saurópodo y con otra especie. “Son huellas enormes, de un metro de diámetro, en un trillo de 10 metros”, comentó Pablo Toriño, integrante del Instituto de Ciencias Geológicas de la Facultad de Ciencias.
Las huellas, declaradas monumento histórico departamental y nacional, no solo han tenido que sobrevivir al paso de millones de años, sino a lo que podría contribuir a su desaparición: la burocracia.
Museo en Cuchilla del Ombú
El último conjunto de huellas –descubierto hace 10 años– no fue destapado para asegurar su preservación. La decisión de los paleontólogos fue determinante para que no se vieran sometidas al “estrés ambiental” que contribuyó a la erosión y pérdida de tres huellas.
Desde 2017 se está a la espera de una estructura techada que permita continuar con los trabajos en el sitio. La Intendencia de Tacuarembó, con el asesoramiento de la Facultad de Ciencias, presentó el proyecto llamado “Ruta de los Dinosaurios” que, recientemente, consiguió el aval del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) para concretar un mirador sobre la Ruta 26. En su interior, habrá pasarelas y rampas para observar a una altura de 1,50 metros.
El director de cultura de Tacuarembó, Carlos Arezo, afirmó: “La burocracia nos ha sorprendido a todos. Es el primer registro de pisadas de dinosaurio en Uruguay con un potencial histórico, turístico y cultural de primera línea que está siendo desaprovechado”. Y agregó: “Las huellas están cercadas, pero la gente para (su vehículo) para verlas. Es inminente un problema”.
Después de un año y medio de vaivenes burocráticos, se decidió que se instalará un mirador al costado de la ruta y el acceso se hará desde la entrada de Cuchilla del Ombú a 500 metros.
“La gente no va a estacionar al lado, sino que lo hará en la entrada de la localidad. Que se pusieran de acuerdo ingenieros y arquitectos en esta estrategia llevó muchos meses de trabajo”, dijo Toriño. Si bien ha pesado la lentitud de los trámites entre distintas oficinas, sostuvo que “la falta de antecedentes” hizo más largo el proceso de lo que se pensaba en un principio.
Carlos Arezo: “La burocracia nos ha sorprendido a todos. Es el primer registro de pisadas de dinosaurio en Uruguay con un potencial histórico, turístico y cultural de primera línea que está siendo desaprovechado”
“Más que un anhelo es una necesidad que las obras comiencen este año. Tenemos el compromiso asumido con la intendencia para hacer uso de los fondos antes que se termine el actual periodo de gobierno”, comentó el paleontólogo. El proyecto cuenta con $ 4 millones de la comuna y $ 2 millones del Ministerio de Educación y Cultura. El dinero se perderá si no se utiliza antes de marzo.
Un proyecto ambicioso
Mientras que no se construye el mirador, Arezo expresó que no se puede dar comienzo a otros proyectos. Uno es la creación de un parque de esculturas a escala real. La idea es colocar dinosaurios a la entrada de Cuchilla del Ombú y en los predios de los vecinos.
El encargado de materializar a un titanosaurio y otros especímenes es Daniel Cóppola, creador del dinosaurio de la entrada del Museo Nacional de Historia Natural (MNHN). “¿Por qué no convertir a Cuchilla del Ombú en un segundo San Gregorio de Polanco con un museo de dinosaurios?”, dijo a El País.
Arezo y Cóppola han conversado para realizar varias esculturas. Algunas pueden alcanzar los 20 metros. No obstante, es un plan ambicioso. El valor de cada dinosaurio puede oscilar entre los US$ 15 mil y US$ 30 mil. El artista plástico propuso construirlas en madera, un material más económico que el poliuretano y fibra de vidrio que utilizó para el ejemplar que se exhibe en el MNHN. “Estamos todos con la expectativa, pero aun no tenemos lo básico para proteger las huellas. El resto de las ideas están encadenadas”, comentó el director de cultura.
Otros hallazgos en Uruguay
En la formación Guichón, cerca a la localidad de Quebracho, se han encontrado numerosas vértebras de cola y fragmentos de huesos largos. Estos restos corresponden a saurópodos del grupo de los titanosaurios. También se descubrieron cáscaras de huevos. En 1934, aparecieron en Guichón dientes de ornitisquios y un probable diente de terópodo, cuyo paradero actual es desconocido.
En la formación Mercedes aparecieron vértebras y fragmentos de huesos largos de saurópodo y también cáscaras de huevos y huevos completos de forma esférica. En 1980 algunos de los huevos fueron bautizados como Sphaerovum erbeni. Otro huevo, pequeño, elíptico y de cáscara fina, fue descrito como Tacuarembovum oblongum. Si bien originalmente fue asignado a los ornitisquios, existen evidencias que apuntan a terópodos.
En la formación Asencio se han descubierto vértebras y fragmentos de huesos largos en Soriano y Río Negro asignados a titanosaurios en 1929.