Verano 2022

El llamado cryptoarte, a través de los NFT (Non fungible tokens), marcó un antes y un después para los coleccionistas en 2021. Estos activos digitales que gracias a la tecnología blockchain quedan registrados como únicos e irreplicables, irrumpieron la escena y se convirtieron en una de las subastas más importantes de la historia luego de que el 11 de marzo el artista Beeple vendió su proyecto Everyday: The First 5.000 Days por US$ 69,3 millones. El furor de este hito hizo que los pasados 27, 28, 29 y 30 de diciembre, la Galería de las Misiones de José Ignacio albergara la primera muestra de NFTs de la mano de Aura, grupo dedicado a este formato.

La exhibición montada sobre las paredes de la galería y reproducida en grandes televisores incluyó piezas animadas, algunas con sonido e incluso obras ya conocidas de artistas como José Gurvich, pero llevadas a otro plano.

Entre las obras, que iban rotando en cada dispositivo, aparecieron nombres nuevos como Frenetik Void, Kitasavi o Joaquín Salgado, así como consagrados como Antonio Berni, Eduardo Pla, Carmelo Arden Quin y José Gurvich.

Matthias Ammann, gerente general de la Galería de las Misiones, explicó a El País que este tipo de arte se puede hacer sobre obras ya existentes o que sean creadas específicamente como un NFT.

“Cada una de estas obras es única, no se pueden repetir”, destacó el director de la galería.

El especialista señaló que esto es una realidad y no una promesa en el mundo del arte: “En Estados Unidos ya hace muchos años que existe y ha tenido un impacto muy importante en el mercado mundial del arte y también en sus precios. A pesar de todos los problemas que tiene el mundo, el arte está en auge y no ha sufrido; al contrario, las grandes casas de subasta incrementaron sus porcentajes de venta”.

El objetivo de llevar la muestra a José Ignacio, detalló Ammann, es que el público que no conoce este tipo de arte entre en contacto con él.

“Los estadounidenses y los europeos ya están más acostumbrados, pero nuestro público más abundante, brasileños y argentinos, están sorprendidos de encontrar este tipo de muestra en estas latitudes. Muchos no conocían o habían leído, pero no lo habían visto en vivo”, aseguró.

Juan Pablo Scheinsohn, cofundador de Aura y responsable del montaje de la exposición y representante de algunos artistas participantes, señaló que lo que más atractivo del criptoarte es que “hay una generación de entre 25 y 40 años, que antes no podía ser dueño de sus activos digitales y el NFT llegó a resolver eso”.

Y agregó: “Aura comercializa sus obras en una criptomoneda que se llama Ethereum, la segunda más importante después del bitcoin, y hay obras que están a la venta en 0,2 Ethereum que son US$ 800 o las hay de hasta 10 Ethereum que son unos US$ 40.000. El rango de precios es bastante variado”.