¿La humedad aumenta dolor corporal?

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Hombre con dolor de rodilla. Foto: Christin Klose/dpa
Zum Themendienst-Bericht vom 12. August 2019: Schnell ist es passiert: Ein Stolperer oder Sturz beim Joggen und schon sind die Schmerzen da.
Christin Klose/picture alliance/dpa/dpa-tmn

RESPUESTA MÉDICA

Es un mito que la enfermedad reumática empeora en los días húmedos, pero es realidad que nos sentimos peor

"Cerrá los ojos, estirá tu dedo y subí la mano hacia el techo. Bajá la mano. ¿Dónde está tu dedo? Abajo. Con los ojos cerrados, ¿quién te da esa información?” El ejercicio lo propone el reumatólogoMiguel Albanese para mostrarnos que la información sobre la diferencia de presión atmosférica que hay entre el nivel del piso y el nivel del techo la recibimos de nuestras articulaciones.

“Son tan sensibles que teniendo los ojos cerrados te dan ese dato”, explicó el actual presidente de la Liga Panamericana de Asociaciones de Reumatología (PANLAR) quien, allá por la década de 1980, cuando estaba a punto de recibirse de reumatólogo, tuvo la idea de hacer un trabajo sobre el vínculo entre el estado del tiempo y los dolores reumáticos.

“La humedad me está matando” es una frase muy común entre aquellos que padecen enfermedades reumáticas. Albanese quiso saber si existía una relación entre los cambios climáticos y la presencia del dolor.

“Tenía la misma fantasía que tiene la gente sobre la influencia de la humedad en las articulaciones. Entonces con un grupo de compañeros hicimos un trabajo experimental en el que tratamos de buscar interrogatorios, la correlación que existe y ficha bibliográfica”, recordó.

Si bien no fue una investigación muy sofisticada, la principal conclusión que sacaron no ha cambiado con los años: “Es un mito que la enfermedad reumática empeora con el estado del tiempo pero es una realidad que te sentís peor”.

¿Cómo se explica eso?

“En las articulaciones tenemos lo que se llaman barorreceptores, que son receptores de presión atmosférica. La presión atmosférica es la columna de aire que está sobre nosotros. Cuando hay un cuadro tormentoso y la persona dice ‘me duelen las articulaciones’, cayó la primera gota y se le calmó el dolor. Lo que pasó fue que la presión que estaba alta, cayó con la tormenta y el paciente se alivió”, detalló.

Eso no quiere decir que la enfermedad está ni mejor ni peor, sino que la diferencia de presión hace que se sienta más o menos dolor. “La enfermedad sigue exactamente igual, la persona se siente peor porque tiene una capacidad de sentir el dolor aumentada porque están más a flor de piel los receptores. Si una articulación está inflamada y está alta la presión, es muy doloroso”, indicó el reumatólogo.

Dos análisis en pacientes con artritis.

Un artículo publicado por las investigadoras Arancha R. Gortázar e Irene Tirado Cabrera (Universidad CEU de San Pablo) en The Conversation indica que una de las primeras referencias científicas sobre la relación entre los factores meteorológicos y las enfermedades reumáticas procede de un estudio de 1948 realizado en 18 pacientes con artritis reumatoidea, enfermedad autoinmune del cartílago. En él se concluía que un ambiente seco y caluroso mejoraba los síntomas y signos de la enfermedad. Mucho más reciente es otra investigación sobre la relación entre el cielo nublado y los dolores articulares, del profesor William G. Dixon, director del Centro de Epidemiología contra la Artritis de la Universidad de Manchester. Se estudiaron 2.658 pacientes con artritis durante 15 meses. Diariamente cada uno registraba sus síntomas de dolor mientras que sus teléfonos archivaban a través de una aplicación el tiempo en el lugar donde estaban. El análisis de los datos mostró una relación significativa entre el dolor y la humedad relativa, la presión y el viento. En días de mal tiempo aumentaba hasta un 20% el dolor de los pacientes.

Yendo a ejemplos más concretos, cuando se padece una artrosis de rodilla o a nivel de la mano se tiene una alteración de la cápsula articular los receptores están más sensibles, más deshilachados, entonces hay más capacidad de sentir los cambios atmosféricos. Lo mismo pasa con una artritis, en la que la cápsula articular está distendida. Es decir que ocurre con todas aquellas enfermedades inflamatorias o degenerativas que alteran las articulaciones.

Las patologías reumáticas son enfermedades del aparato locomotor. El reumatismo afecta la expresión, la movilidad y la vida de la persona. “Fernando Herrera Ramos, gran maestro de la reumatología uruguaya, decía que las articulaciones de los miembros inferiores son las que nos trasladan, las que nos conectan con la tierra. En cambio las articulaciones de los miembros superiores son las de la expresión, con las que trabajamos, con las que escribimos”, explicó.

El estudio hecho por aquellos estudiantes de los años 80 sirvió para confirmar el nivel de sensibilidad de esta parte tan importante de nuestro cuerpo. Nivel tal que permite que nos informen sobre nuestra presencia en un determinado lugar sin necesidad de que lo veamos con nuestros propios ojos.

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