El producto final será el resultado de una tecnología emergente que está revolucionando las prótesis
A sus siete años, Faith Lennox nunca pensó que necesitase una mano izquierda; al fin y al cabo, no puede recordar haber perdido la suya a los nueve meses.
Pero si se trata de tener una hecha a medida, fabricada en un solo día con una impresora 3D, la historia cambia.
En particular cuando tuvo que elegir los colores: sus favoritos rosa, azul y violeta, como los de la camiseta que vestía en el momento. No hace daño aunque el apéndice, llamado mano robot, se parece a las de Iron Man, el superhéroe de Marvel Comics.
“¡Es realmente genial!” , dijo el lunes la niña con una enorme sonrisa, rodeada de computadores de alta tecnología en el Build It Workspace en un suburbio del condado de Orange. Build It Workspace s un estudio de impresión en 3-D que enseña a la gente a utilizar estas impresoras y proporciona acceso a máquinas para proyectos. También realiza impresiones comerciales.
Salió de la escuela antes para llegar al lugar junto a su madre, Nicole, y observar con fascinación cómo su nueva mano empezaba a tomar forma. Estuvo absorta durante varios minutos mientras el proyecto pasaba lentamente de la pantalla del ordenador al plástico real. Tiene previsto regresar el martes para probársela.
El producto final será el resultado de una tecnología emergente que está revolucionando las prótesis, dijo Mark Lengsfeld de Build It, especialmente para niños como Faith, a quienes las caras prótesis se les quedan pequeñas pronto y tienen problemas incluso para usarlas por su tamaño y peso.
“ Es increíble hacer una cosa así ” , dijo el presidente y fundador de la compañía sobre fabricar una mano que pesa unos 450 gramos (menos de una libra) y es del mismo tipo de plástico empleado para piezas de coche.
Aunque la empresa de Lengsfeld imprimió desde bombas para empresas de petróleo y gas a partes de aeronaves no tripuladas, esta es la primera mano que crean él y sus tres empleados.
Airwolf 3D, cuyas impresoras fabricaron la prótesis de Faith, hizo otras 200 manos para niños de todo el mundo como parte de una competición internacional para ver qué empresa podía usar la mayor cantidad de máquinas 3-D en el mismo espacio y al mismo tiempo.
Airwolf, con 159 impresoras en marcha, ganó por una, dijo el director creativo de la empresa, Tyler Caros, quien el lunes supervisaba el proceso por el que el plástico se convertía lentamente en la nueva mano de la pequeña.
Faith, la mayor de tres hermanos, sufrió durante el parto una interrupción del flujo de sangre a su brazo izquierdo, lo cual dañó irreparablemente tejidos, músculos y hueso. Tras nueve meses de intentos de salvar el apéndice, los médicos decidieron que había que amputarlo justo por debajo del codo.
Los padres de la pequeña trabajaban con la ONG E-Nable para conseguirle una mano impresa en 3-D, pero la tecnología es muy nueva y hay lista de espera, dijo la madre. Entonces escuchó hablar de la empresa de Lengsfeld tras la visita del hijo de un amigo al centro con su grupo de Scout.
E-Nable proporciona la tecnología de código abierto para construir la mano, dijo Lengsfeld, haciendo que sea accesible para cualquier con la máquina y las instrucciones adecuadas. La de Faith costó solo $50 y cuando crezca puede construir fácilmente una pieza de recambio mayor. “Ha sido un honor ayudarla” , dijo.
La pequeña, que aprendió a nadar a los 3 años y surfea con su padre, ya sabe qué hará cuando tenga la nueva mano. “¡Montar en mi bicicleta!” , dijo con una gran sorpresa. Aunque ya es una ciclista competente, señaló que ahora podrá hacer giros que resultan un poco complicados con solo una mano.
TECNOLOGÍALa Nación, Costa Rica/GDA