Con información de El Tiempo/GDA
La Luna, el satélite natural de nuestro planeta, tiene un tamaño menor a un tercio del de la Tierra, con un radio de 1.740 kilómetros, y se encuentra alejándose progresivamente de esta, según la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (Nasa).
Se encuentra a 384.400 km de distancia de la Tierra, longitud que equivale a unos 30 planetas Tierra. A pesar de ser considerada como un posible futuro hogar para la humanidad por el agua encontrada en su superficie, la realidad es que este cuerpo celeste tiene implicancias en nuestra vida en la actualidad.
Este satélite ejerce una gran influencia sobre la vida del planeta, debido a que, según la agencia espacial estadounidense, al girar alrededor del Sol, la Tierra se bambolea sobre su eje; de esta manera, la atracción de la gravedad de la Luna suaviza el movimiento, haciendo posible que el clima terrestre sea más estable.
De la Luna también depende la duración de los días y la cantidad de mareas que surgen en el océano. La duración se irá extendiendo con el tiempo, y las mareas, disminuyendo.
El sitio web de National Geographic indicó que el hecho de que la Luna se distancie de la Tierra es un proceso natural. De acuerdo con los datos de esta publicación, nuestro satélite más importante lleva alejándose de la Tierra desde el momento en el que se formó.
Por año, la Luna se aleja de la Tierra a unos 3,78 centímetros por año. "Aunque parezca un ritmo alto, no es realmente así", apuntó el medio.
Los científicos estiman que cuando se empezó a tener percepción de la Luna, esta estaba casi 17 veces más cerca de la Tierra que su distancia actual, es decir, a tan solo 22.500 km. En este sentido, se estima que hace unos 1.400 millones de años los días tenían una duración de tan solo 18 horas.
Ahora, la duda que queda es por qué se aleja la Luna de la Tierra. Respecto a esto, National Geographic señaló que la explicación radica en la tercera ley del movimiento de Newton, que enuncia que "toda acción genera una reacción de igual intensidad, pero en sentido opuesto". Entonces, se puede decir que la Luna y la Tierra están viviendo un fenómeno de acción y reacción.
"La Tierra y la Luna están unidas gravitacionalmente y para cada acción existe una reacción, a medida que el movimiento en la Tierra se ralentiza, el de la Luna se acelera. Como resultado de esta aceleración, aumenta la fuerza centrífuga, que tira del satélite hacia afuera, separándolo progresivamente del planeta Tierra", según el medio científico.