Alejandra Hernández Torres, El Tiempo/GDA
Son muchas las personas que buscan diferentes técnicas para mejorar sus expectativas de vida, sobre todo teniendo en cuenta que actualmente la esperanza de vida al nacer es de 88,68 años para mujeres y 83,17 años para hombres, según calculó Jay Olshansky, profesor de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Illinois, en Estados Unidos.
En los últimos días, se conoció la inusual historia de Kayla Barnes-Lentz, una mujer de 33 años, que cada año gasta grandes cantidades de dinero para mantener su estilo de vida, ya que desea "poder vivir sanamente hasta que tenga 150 años".
Kayla Barnes-Lentz se autodenomina como "Biohacker" y en una entrevista con The Telegraph reveló detalles de su estricto programa para "esquivar" los años. Asegura que consume hasta 20 suplementos al día, camina 15.000 pasos cada día, duerme en una jaula y usa un "tratamiento de oxígeno".
La autodenominada biohacker es cofundadora de una "clínica de mejora biológica" en Los Ángeles, EE. UU., llamada LYV The Wellness Space. Además, tiene podcast llamado "Optimización de la longevidad", en el que cuenta cómo se pueden conseguir “minutos extra de vida” utilizando métodos de "biohackers".
La mujer asegura que con este estilo de vida y tratamientos ha logrado revertir su edad biológica en 10 años, “utilizando pequeños cambios en el estilo de vida”.
En los últimos años, el estilo de vida que llevan los "biohackers" ha ganado gran popularidad, ya que, motivados por la curiosidad y el deseo de optimizar su salud y rendimiento, experimentan con diversas técnicas y tecnologías para modificar su biología.
En esencia, buscan ‘hackear’ su propio cuerpo para alcanzar un estado de bienestar óptimo y expandir las capacidades humanas, para que siga funcionando más allá del promedio.
La mujer, asegura que no pretende vivir para siempre, sino que su objetivo "es vivir tanto como mi marido, no para siempre". Vale la pena tener en cuenta que Warren Lentz, su esposo, también sigue su costoso e inusual régimen de vida. En diálogo con The Telegraph contó que cuando se conoció con su pareja, ella le pidió análisis detallados de salud, con el fin de asegurarse de que fuera un compañero adecuado.
En sus podcast comenta que pasa varias horas del día practicando métodos de ejercicio, respiración y alimentación que ella misma diseñó para alargar la vida. Indica que su rutina diaria inicia a las 5:00 a.m., ya que naturalmente se despierta a esta hora.
La mujer resalta que en su estilo de vida es importante cada aspecto, entre ellos el "microbioma oral", pues se somete a una rigurosa rutina de higiene bucal que incluye raspado de la lengua y "tratamiento con ozono", que consiste en enjuagar la boca con aceite de coco.
Luego, se somete a una terapia de campo electromagnético pulsado para reducir la "inflamación" y estimular la "microcirculación".
Todo esto antes de las 7 de la mañana, pues a esta hora y tras completar el entrenamiento, toma un café fortificado con proteínas, realiza meditación y una sesión en la sauna.
Kayla Barnes-Lentz asegura que únicamente consume “alimentos orgánicos y cultivados de manera regenerativa” y normalmente prepara un desayuno repleto de huevos y vegetales fermentados.
Tras completar la extensa rutina diaria, indica que siempre cena a las 17:30 en punto y seguido a esto realiza nuevamente ejercicio, hasta que llega la hora de irse a dormir, pues generalmente se queda dormida antes de las 21:00.
Indica que cada noche duerme en una jaula de Faraday, un recinto utilizado para bloquear los campos electromagnéticos.
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