La Nación/GDA
Baba Vanga no fue la única mística que se dedicó a predecir el futuro. El astrólogo francés Michel de Notre-Dame, mejor conocido como Nostradamus, escribió 942 versos para predecir el futuro en su famoso texto Les Prohéties (Las Profecías) en 1555 y el cual le valió su apodo como “el profeta de la fatalidad”. Una de ellas es sobre el 2024 que acaba de comenzar. A dos días del inicio del año, muchos aseguraron que ya se cumplió una de las fatalidades que estaban previstas.
Nostradamus realizó una gran cantidad de profecías para este año, al igual que lo hizo, según sus creyentes, con los ataques terroristas del 11 de septiembre en Estados Unidos, la pandemia del Covid-19, el auge de Adolf Hitler o el atentado contra John F. Kennedy. Por ejemplo, en alguna de sus predicciones para este 2024 está la abdicación del trono del rey Carlos III, una batalla naval y un nuevo Papa.
Sin embargo, la predicción que alarmó a todos es que el cambio climático empeoraría de una manera particular este año. Es decir, que para el 2024 se esperaba un verdadero desastre. “La tierra seca se resecará más y habrá grandes inundaciones cuando se vea”, escribió.
Rápidamente, esta predicción fue vinculada con el terremoto que ocurrió en Japón el primer día del año y que tuvo un temblor de 7,6 de magnitud en la costa occidental.
Este desastre tuvo como resultado un total de 55 personas muertas, ocasionadas por los tsunamis de 90 centímetros de altura, según se confirmó en las últimas horas, aunque se espera que este número continúe subiendo porque muchas personas quedaron atrapadas. Esto no ocurría desde el tsunami del 2011, pese a que los japoneses fueron alertados a través del Sistema de Alerta Temprana de Terremotos del país.
Más de mil rescatistas tuvieron la difícil tarea de buscar personas que quedaron atrapadas bajo los escombros de los edificios y las casas que se derrumbaron durante el terremoto. Según la Agencia Meteorológica de Japón se detectaron 200 temblores desde que se produjo el terremoto alrededor de las 16 horas del primer día de enero.
Fumio Kishida, primer ministro, manifestó que los rescatistas estaban en una carrera contra el tiempo debido a la cantidad de desmanes que generó esta catástrofe natural. “Se confirmaron daños muy cuantiosos, incluidas numerosas víctimas, edificios colapsados e incendios”, indicó a la prensa tras la reunión para combatir el desastre.
Ante este panorama, habrá que esperar si se darán el resto de las predicciones de Nostradamus: la abdicación del trono del rey Carlos III, una batalla naval y un nuevo Papa.
Así empezó Japón el 2024 con alerta de tsunami
Un primer terremoto de 7,4 grados en la escala de Richter afectó este lunes el centro-norte de Japón, al que luego se sucedieron otros 21 sismos en menos de 90 minutos. Asimismo, un tsunami de alrededor de un metro de altura golpeó partes de la costa a lo largo del mar de Japón.
Mientras tanto, la Agencia Meteorológica Nacional emitió una alerta por posibles tsunamis en las regiones costeras de las prefecturas de Ishikawa, Niigata y Toyama, y las autoridades recomendaron que la población se refugie: “Todos los residentes deben ir inmediatamente a terrenos más elevados”.