En 2021, Helaina Hilliard, de Lowa (Estados Unidos), llevaba una vida con total tranquilidad cuando recibió un diagnóstico que cambió radicalmente su vida. Ante un chequeo de rutina, los médicos le dijeron lo que nunca sospechó: tenía leucemia. Si bien la noticia la tomó por sorpresa, no fue un obstáculo para salir adelante y demostró ser un claro ejemplo de fortaleza.
Según consignó la joven de 21 años en declaraciones al medio The Mirror, la información la dejó atónita por el hecho de que nunca en su vida había tenido problemas de salud. Sin embargo, en noviembre de aquel año observó por primera vez pequeñas pecas en su cuerpo. “En solo unas pocas horas, aumentaron de tamaño y se esparcieron por mis brazos y piernas”, recordó.
Inmediatamente, se trasladó al hospital local y los médicos le hicieron análisis de sangre. Los resultados fueron poco prometedores: “Me dieron el devastador diagnóstico y me sometí a casi un año de quimioterapia”, expresó.
Respecto de los motivos por los cuales nunca pensó que algo raro ocurría con su cuerpo, dijo que no había presentado ningún tipo de problema en toda su niñez y adolescencia. “Siempre me sentí completamente saludable y quedé anonadada por la revelación”, aseguró.
A pesar de todo lo que pasó, y en medio de los tratamientos para curar la enfermedad, se llevó una enseñanza que hoy comparte a todas las personas. “Estoy extremadamente agradecida. Ahora aprecio las cosas a un nivel completamente diferente porque no todos sobreviven a esta terrible enfermedad”, sostuvo.
Por otro lado, mencionó que a partir de ese instante se percató de cuestiones sentimentales que antes no veía: “Parece una locura, pero esto que pasé me hizo dar cuenta de lo bendecida que soy y cuánto amor tengo en mi vida”.
Si bien difunde este mensaje de esperanza, remarcó que aún tiene un largo camino por recorrer: “Es para volver a donde estaba antes, en cuanto a la forma física. Sin embargo, sé que es posible que nunca vuelva al mismo nivel, pero si tengo la capacidad para hacerlo, lo haré”.
Con temores y una gran incertidumbre, explicó que en la actualidad aún se realiza sesiones de quimioterapia. Por ese motivo, todavía sufre los efectos secundarios del tratamiento. No obstante, aclaró que los resultados son positivos: “Veo progresos a diario en mi proceso de acondicionamiento físico, tal vez porque tenía mucho espacio para crecer debido a lo que la leucemia le hizo a mi cuerpo”.
Además, por la enfermedad tuvo que interrumpir sus estudios para recibirse como Licenciada en Bioquímica, pero tiene la expectativa de volver a retomarlos en setiembre del 2023. “Ahora estoy pasando por la fase de mantenimiento del tratamiento. La etapa final, donde continuaré con quimioterapia oral y visitas mensuales al hospital, será hasta marzo de 2024″, remarcó.
Pese al complicado contexto que atraviesa, Helaina dice que todo está saliendo como se esperaba. “Fui extremadamente bendecida con mi tratamiento, ya que tuve complicaciones mínimas. Mis médicos y enfermeras hicieron un trabajo increíble en el manejo de los efectos secundarios”, detalló.
Entre los escenarios que más la desmotivaron, se encuentra el día en el que perdió todo el pelo. “Ese fue el principal, pero estoy feliz de decir que ahora está creciendo de nuevo. La parte más difícil probablemente fue ver a mi familia y amigos preocuparse por mí”, sostuvo.
Además de pasar por todo tipo de controles durante 16 meses, y pese a los síntomas que presenta, está dispuesta a continuar con su rutina de la mejor manera posible y con fuerzas para motivar a las demás personas. “Es una locura mirar hacia atrás a toda la cadena de eventos y cómo podría haber muerto fácilmente. Pero, me doy cuenta de que pasar por el cáncer me permitió tener una perspectiva diferente de la vida, lo cual es una bendición”, concluyó.
LA NACIÓN (GDA)