Cuando Paula Cabano (25) pujó junto a sus compañeros de baile para que Uruguay fuera la sede de un evento internacional de danza en 2019, jamás imaginó que sería su puerta de entrada al universo de las estrellas de la música latina. Ella y sus amigos habían viajado y tenían mucho material para compartir, así que movieron cielo y tierra para traer a talentosos profesionales de Estados Unidos y Europa.

Entre esos virtuosos apareció en escena Cultura -fue bailarina de Ariana Grande, coreografió a Maluma, Wisin & Yandel, Romeo Santos, CNCO- y la vida de Paula dio un vuelco.

Esta joven uruguaya que se subía a bailar en los tablados, que estudiaba danza desde los cuatro años (ballet, tap, dancehall y afro), que había ido a workshops en el exterior y grabado clips con Dame Cinco, Mano Arriba y Mala Tuya, buscó becas para seguir formándose como bailarina en el exterior al finalizar el liceo, pero no encontró y terminó graduándose en Comunicación, convencida de que en su país no había salida laboral para su vocación.

“En mi ignorancia ni sabía que era una profesión, siempre lo hice de hobby. No pensaba en dedicarme a esto”, confiesa Paula a El País.

Sin embargo, nunca dejó de bailar. La historia viró cuando Cultura la vio desplegar su mágica actitud durante un ensayo en aquel evento. La hipnotizó su talento y le ofreció becarla en su academia Cambio Studio. La pandemia retrasó los planes, pero apenas se levantaron las restricciones, Paula voló a Miami.

“La beca era por seis meses pero estando allá conocí a un montón de gente, me empezaron a ofrecer trabajos, y dije, ‘puedo estar acá, tengo el nivel mundial’, que estando en la burbuja de Uruguay uno no se da cuenta”, relata quien tras tramitar su visa de artista giró con Nicky Jam, bailó para Maluma, Thalia, Chayanne, Bad Bunny, Emilia, Manuel Turizzo.

El 30 de diciembre se instaló en una casa en Pinares, Punta del Este, junto a su familia para vacacionar hasta el 15 de enero. Aquí disfruta de la playa y hace deporte pero no sale a bailar, porque no le gusta la noche. “Me encanta la naturaleza, la tranquilidad y es algo que valoré mucho más cuando me fui”, asegura.

Volverá a Miami el 19 de enero para sumarse al tour despedida de Nicky Jam, pero antes dará talleres de danza para inspirar a la comunidad de bailarines uruguayos.

“Hay un montón de cosas que no podía soñar por mi ignorancia y ahora que salí y conocí quiero contarles que se puede”, afirma.

El profesionalismo de Thalia

Describe la experiencia con Thalia como increíble. Con ella trabajó para los Billboards Latin Women 2023 y en el clip de Psycho Bitch. “Me marcó su profesionalismo y buena energía”, dice. Y añade: “Los artistas tan grandes como Thalia son muy meticulosos en cómo quieren las cosas y los que más se involucran en los procesos creativos”.

La cantante mexicana, cuenta, llegó media hora antes a la prueba de sonido y llevó anotaciones para los bailarines: “Nos enseñó unos pasos que quería incluir. Está muy pendiente de su trabajo y de todas las áreas”, cuenta. En el clip, dice, no le tocaba bailar pero se aprendió los pasos para ser consciente de lo que harían los bailarines y poder aportar algún movimiento.

El debut de Paula con una celebridad fue asistiendo a Cultura como coreógrafa y lo hizo desde Uruguay. Se trató de un número de dancehall para Maluma en los Premios Juventud y los ensayos fueron vía Zoom durante la pandemia.

Su primer gran trabajo como bailarina fue en el clip Agua, de Daddy Yankee y Rauw Alejandro, y tocó el cielo con las manos: “Soy muy sentimental y en ese rodaje lloré. Fue bien fuerte decir, ‘ahora estoy acá, haciendo esto’ porque nunca lo imaginé, ni lo proyecté, la vida me fue llevando. No era que mi sueño era bailar ahí, lo hacía por amor, por pasión, siempre estudiando, viajando”, relata con la ilusión intacta.

Se le dio y fue tan emocionante como estresante: tuvo que adaptarse a un nivel de exigencia altísimo. “Es otra producción, otra presión, un crew (equipo) muy grande, entonces de repente tenés 50 personas mirándote y tiene que salir bien”, explica.

Conoció a Daddy Yankee y confirmó en el mano a mano que es tan inmenso por ser una gran persona: “Es impecable, desde cómo saluda cómo te habla, la energía que tiene”, revela.

Bailó con Bad Bunny en los Latin Billboards y con Emilia Mernes en los Latin Billboards de mujeres. Esa vez presentaron el hit No se ve, a dúo con Ludmilla.

“Es una artista que le interesa el baile, siempre está ahí preguntándote. Baila súper bien y aprende en dos segundos”, resalta sobre Emilia.

Fue, además, una de las bailarinas del clip Coco loco y se divirtió mucho con Maluma: “Es muy simpático, habla con todo el mundo. En ese rodaje estaba con su mujer y su equipo es precioso”, elogia.

La relación más estrecha la entabló con CNCO: le tocó asistir a Cultura en el team coreográfico de cara a un tour y compartió meses de trabajo con ellos. “Los fui a ver a México, Puerto Rico y generás una amistad. Son divinos y súper talentosos”, opina.

El año pasado se le dio algo tan impensado como alucinante: se fue de gira por Europa con Nicky Jam, a quien describe como “muy atento con todos”. La experiencia fue inolvidable y le tocó estar a la altura de un reto súper exigente.

“Físicamente es cansador porque tenés shows casi todos los días. La rutina es despertarse, entrenar, desayunar, ir a la prueba de sonido, volver al hotel, tener un tiempo libre, después aprontarte, hacer el show, y en la noche muchas veces viajás a la siguiente ciudad, entonces dormís en el ómnibus, el tren o el avión. Llegás y otra vez la misma rutina”, enumera.

En ese mismo tour coincidió con Manuel Turizzo y luego hicieron una campaña en Miami para la marca Elf. “Hice el casting, quedé y fue una publicidad estilo clip. Después hicimos una presentación en vivo en Los Ángeles y él fue a cantar. Es súper bien, siempre está haciendo chistes”, dice.

Por último, esta fan del afro revela que su sueño es trabajar con Rema (cantó Calm down con Selena Gómez) ya que admira su arte.