Con información de El Tiempo/GDA
Todo estaba previsto para que Zé, un perro brasileño, fuera sacrificado en octubre. El animal, anciano, flaco y ciego, enfrentaba múltiples problemas de salud para los que no tenía diagnóstico, por lo que sus dueños tomaron la difícil decisión de someterlo a una eutanasia.

Sin embargo para su veterinaria, Sabrina, ese no podía ser el final. La profesional investigó sobre los síntomas del animal y logró concluir que sufría de diabetes y tenía una enfermedad cardíaca.

"Encontré un tratamiento que le dio más tiempo. Y lo más importante fue la calidad de vida que ganó", relató en un video publicado en su cuenta de la red social TikTok.

Después de recibir esta segunda oportunidad Zé subió de peso y empezó a mejorar. Pasaba sus noches en la clínica veterinaria, donde recibía atención personalizada y tenía un lugar solo para él.

Foto: captura de pantalla de @veterinaria.sabri en TikTok.

Sabrina contó que, un día, en la madrugada, unos ladrones entraron a su clínica veterinaria a robar.

"Aunque era un cachorro físicamente débil, Zé se levantó y ladró para defender su hogar", narró la profesional.

Su valentía le costó agresiones, golpes y patadas de los ladrones, pero no se rindió. Sabrina se sintió orgullosa y feliz al verlo luchar por el sitio que le dio una segunda oportunidad.

Sin embargo, debido a la gravedad de sus heridas, el animal empeoró rápidamente durante el curso de tres días y falleció. Su muerte, según explico Sabrina, le dejó un gran vacío, porque se había convertido en su fiel compañero.

"Zé se convirtió en el protagonista de mis reels, siendo siempre el centro de atención, mi compañero, casi como un hijo, era imposible no encariñarme con él", relató.

La pérdida de Zé fue dura para la veterinaria, pero no dudó en hablar sobre lo que aprendió tras adoptar a un perro viejo y con enfermedades.

"Me enseñó que adoptar un perro anciano es un acto de amor y lo más difícil es no saber cuánto tiempo vivirá", concluyó.

Foto: Freepik.