En un artículo publicado por Vox hace unas semanas, el periodista habla de un fenómeno que viene preocupándome hace tiempo a partir de un caso puntual en TikTok (pero muchos de quienes lean esto pensarán que también pasa en Instagram, y es cierto, también pasa). En el artículo se cuenta el caso de Busy Belle, una influencer de TikTok, que le dice a sus casi 30,000 seguidores que el aceite de ricino, si se aplica en el ombligo, puede combatir las infecciones bacterianas y disolver tumores. Muchos de esos contenidos fueron publicados en TikTok Shop, la nueva herramienta de comercio electrónico de la plataforma que fue lanzada en Estados Unidos, promocionando un aceite de ricino específico de una marca que la contrata. Uno de estos videos tiene más de 1.5 millones de vistas y el producto al que enlaza tiene más de 33.000 ventas totales.
Aunque el aceite de ricino se vende como una cura milagrosa desde hace tiempo, ahora se volvió tendencia gracias al impulso de influencers que afirman que puede aliviar una amplia gama de problemas.
Las plataformas de redes sociales como TikTok siempre estuvieron y estarán llenas de vendedores de remedios milagrosos y influencers de bienestar que promueven limpiezas y protocolos cuestionables (si quien lee estas líneas todavía no lo tiene tan claro le recomiendo seguir la cuenta del humorista argentino Ezequiel Campa en Instagram).
Pero el lanzamiento de TikTok Shop en septiembre en Estados Unidos está profundizando el problema de cómo en TikTok y otras redes se reenvasan remedios de salud ineficaces o peligrosos que han estado disponibles durante años para vendérselos a nuevas audiencias que se cuentan por miles.
Para un usuario promedio de TikTok es posible ver promocionados en las páginas "Para ti" a creadores que venden limpiezas de parásitos, bebidas desintoxicantes, curas milagrosas, aceites y tinturas prometiendo falsamente cambiar la vida del que las use. TikTok Shop en sus primeras semanas de lanzamiento en uno de los mercados de mayor consumo del mundo está mostrando ser un flujo constante de ofertas de marcas verificadas, copias estafadoras o falsificadas de artículos populares, y productos económicos de ropa y artículos para el hogar.
Para muchos que leen estas líneas puede parecer que nadie se convence de estas recomendaciones pero lo cierto es que muchos sí lo hacen. A veces, incluso hablamos de adolescentes que pueden consumir productos que sean peligrosos para su salud. Ejemplo de esto es el caso de cuentas que promueven el uso de esteroides y sustancias similares a los esteroides entre adolescentes usando cuentas de TikTok, según un informe reciente del Center for Countering Digital Hate. Los investigadores encontraron que los videos que promocionan estas sustancias, se vieron más de 500 millones de veces en TikTok, en su mayoría por personas menores de 24 años.
Las tendencias de salud “alternativas” tienen éxito en TikTok porque ofrecen recomendaciones que son “económicas, accesibles y explicadas a través de una explicación científicamente adyacente que se siente familiar”, le dijo a Vox la experta Rachel Moran, que estudia la desinformación en salud en la Universidad de Washington. Y a veces, detrás de algo que parece alternativo y fruto de la idea de un influencer, tiene detrás una enorme compañìa y sus intereses. Una reciente investigación de The Washington Post descubrió que American Beverage, un grupo de presión de la industria de bebidas gaseosas, había pagado a 10 dietistas registrados para promover los beneficios de los edulcorantes artificiales en las redes sociales en respuesta a la advertencia de la Organización Mundial de la Salud de que el aspartamo podría causar cáncer.