RECETAS

Una vez más, la comida nos conecta, sin importar las tradiciones que traigamos a cuestas y los kilómetros que con el tiempo recorrimos para estar, de una u otra manera, juntos. Sabores, colores y recetas que hablan de nuestras raíces y de las raíces de quienes hoy comparten una misma tierra: todo eso se verá reflejado en Mi receta migratoria, un libro que contará sobre platos e historias de inmigrantes en Uruguay.

El proyecto es llevado adelante por un grupo de jóvenes uruguayos que forman parte de la organización internacional Global Shapers, que en español significa “transformadores globales”. Se trata de una fundación sin ánimos de lucro, formada por una red internacional de personas comprometidas a mejorar el mundo.

Los participantes comenzaron a reunir recetas de distintos inmigrantes a finales de 2019 y hoy en día ya casi está pronto. El libro tendrá platos e historias de personas que hoy viven en Uruguay, pero que llegaron de los destinos latinoamericanos más variados como, por ejemplo, México, Venezuela, Costa Rica, Colombia, Ecuador, Argentina, Bolivia, Puerto Rico, Panamá, Chile, Guatemala, República Dominicana, Cuba, Brasil, Paraguay, Nicaragua.

Así, la ecuatoriana Jessenia enseña a hacer bolón verde con fritada, mientras cuenta lo difícil que fue conseguir trabajo; una venezolana da consejos para cocinar una arepa de maíz pilado, mientras relata que ser inmigrante ha sido “un renacer” o una colombiana explica el paso a paso para llevar a la mesa uruguaya una bandeja de pescado frito, arroz con coco frito y patacones mientras habla de su vida. Claudia, por su parte, habla de que una verdadera empanada chilena, la empanada de Pino, lleva mucho relleno: carne, huevos, pasas, cebolla, aceitunas negras y más.

El objetivo de este material es romper las barreras y prejuicios sobre la inmigración, llevando a todo el país un mensaje de agradecimiento a los inmigrantes y a las fortalezas que brinda la diversidad cultural, definiendo a la gastronomía como la excusa perfecta para sensibilizar, compartir, empatizar e incluir.

María Eugenia González, curadora de la agrupación Global Shapers en Uruguay, detalló en diálogo con El País que este proyecto surge de otro anterior que realizaron en el año 2018 y se llamaba Gracias a vos.
“Con ese trabajo fue que comenzamos a tratar el tema de la nueva oleada migratoria latinoamericana en Uruguay e intentamos identificar problemáticas que nos gustaría cambiar para, a partir de ahí, hablar con expertos, hacer investigaciones y desarrollar proyectos de impacto social”, contó.

González recordó que, en aquel momento, se estaba dando la llegada de inmigrantes de todas partes de Latinoamérica y algo que tuvieron en consideración “fue una situación de xenofobia que se daba hacia los nuevos orígenes latinoamericanos que llegaban a nuestro país. Eso lo confirmamos con algunos estudios que se hicieron, por ejemplo, uno realizado por la Facultad de Ciencias Sociales en el año 2015, que hablaba de que un 45% de los uruguayos no estaba de acuerdo al afirmar que era bueno para el país que vengan inmigrantes a vivir aquí".

La idea de Gracias a vos, detalló la curadora de la agrupación, era “hablarle a ese 45% y demostrarle que la diversidad cultural nos enriquece como sociedad”. Así, en 2019, presentaron el proyecto de Mi receta migratoria al Mañana Lab, el laboratorio de innovación ciudadana de la Intendencia de Montevideo. “Lo que hicimos fue presentar la idea y ellos nos ayudaron con la mentoría del proyecto, convocaron a que se sumaran más voluntarios que tuvieran ciertos conocimientos específicos como, por ejemplo, fotografía o diseño. Y la mayoría de ellos, más allá de que eso era algo puntual, sigue en el proyecto hasta el día de hoy”, detalló González a El País.

Cuando la agrupación logró que la idea tomara forma, comenzó la búsqueda de los inmigrantes. “Cada una de estas personas cuenta su historia y una receta típica de su país. Pero la idea es que la receta se pueda hacer con ingredientes que se encuentren en Uruguay, también para mostrar la mistura de lo que hay acá y de lo que ellos traen con sus saberes, que nos enriquece”, agregó.

Los inmigrantes cuentan por qué esa receta es importante para ellos, cuál es su carga simbólica y cómo se sintieron al venir a Uruguay. González añadió que los inmigrantes que participan en el libro con sus platos tradicionales se mostraron felices por la forma en que se sintieron recibidos.

La idea es que Mi receta migratoria esté publicado antes de fin de año y las impresiones se harán con apoyo económico de la Intendencia de Montevideo y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

“Lo que nos interesaba era visibilizar todas las migraciones latinoamericanas que hay en Uruguay, porque todas tienen sus particularidades. Por eso optamos por la gastronomía, porque es una manera de abrir conversaciones, es algo que nos gusta a todos y que nos conecta con el otro”, dijo González.

Global Shapers nació en 2011 a partir de una iniciativa del Foro Económico Mundial con sede en Ginebra y desde 2012 opera también en Uruguay.

Los integrantes de esta agrupación son jóvenes que tienen entre 20 y 30 años, con una trayectoria profesional, que trabajan en equipo para generar impactos positivos en sus comunidades. La premisa en la que se basan es “pensar global, actuar local”. Las iniciativas que impulsan están enfocadas en mejorar la educación, combatir el desempleo juvenil y promover el cuidado del medioambiente, entre otras.

El movimiento Global Shapers está presente en más de 420 ciudades y supera los 9.000 jóvenes involucrados.

Hoy, en Uruguay hay 20 voluntarios que trabajan en dos proyectos para la comunidad y uno de ellos es Mi receta migratoria, se espera tener este año en formato físico y en línea.

El calor de hogar se hará sentir, en medio de colores e historias. Muy pronto la magia de la cocina se hará presente en las mesas uruguayas, pero llena de los sabores latinoamericanos más variados.