ASTRONOMÍA

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En los pocos días que restan de abril se podrán observar dos eventos astronómicos particulares desde nuestro país.

El primero es una lluvia de meteoros que ya se ve cada noche en dirección norte y que estará en su mayor esplendor durante la madrugada de este viernes.

El segundo es un eclipse parcial de Sol que ocurrirá en la tarde del sábado 30.

Se denomina Líridas a las lluvias de meteoros que vienen de la dirección de la constelación de Hércules (un dato: es la quinta quinta en tamaño de las 88 constelaciones modernas).

Vladimir Pérez, docente del Observatorio Astronómico De Montevideo (OAM), explicó a El País que la lluvia de meteoros es un fenómeno que se produce cuando la Tierra atraviesa una corriente de escombros dejada por un cometa.

Estos últimos son cuerpos helados que naturalmente están muy lejos del Sol, muchos de ellos en una región del Sistema Solar que se llama nube de Oort, pero que eventualmente son atraídos por el astro.

“Los cometas pasan por todo el Sistema Solar y en su órbita van dejando esa especie de material residual. Cuando la Tierra lo atraviesa se producen las lluvias de meteoros”, desarrolló.

Estos eventos son bastante normales y por ello en ocasiones es posible determinar el origen y cuando será visible.

El cometa que genera las Líridas en esta oportunidad es el C/1861 G1 (Thatcher). La ventana de observación ya está abierta desde el sábado 16 y así continuará hasta el próximo lunes 25.

La lluvia de meteoritos puede verse todas las noches a partir de las 00:35, momento en que el radiante se observa por encima de la línea del horizonte. En la madrugada del 22 de abril se observará el máximo de este fenómeno.

Oscar Méndez, director del Planetario de Montevideo, especificó que el mejor momento para verla es entre las 5 y 5:30 horas, periodo en el que el punto estará más alto en el horizonte.

Para ver este evento, como cualquier otro de naturaleza astrológica, lo ideal es ubicarse en un lugar con baja contaminación lumínica e idealmente sin luz de luna. Montevideo no es el escenario ideal en ese sentido por lo que a medida que uno se aleje de la ciudad, la tasa de meteoros que se pueden ver por hora será mayor.

De todos modos, es un fenómeno que se ve a simple vista sin mayores dificultades y para el que no hay que tener precauciones específicas como en el caso de un eclipse solar.

El sábado 30, desde las 17:45 horas habrá un eclipse parcial de Sol. No obstante, será muy corto y poco visible en esta latitud. El Sol estará en una altura muy baja, próximo a ocultarse (ese día el ocaso será a las 18:03) por lo que para Montevideo se eclipsará solo un 4% del disco solar aproximadamente. La zona de mayor duración será en el centro de Argentina, cerca de la frontera con Chile.

Ni el OAM ni el Planetario tendrán actividades específicas ese día aunque en el último se hablará del tema y se mostrará algo en las funciones del siguiente fin de semana. De todos modos, para aquellos que busquen mirarlo por su propia cuenta, Pérez y Méndez recordaron las recomendaciones para ver este tipo de eventos de forma segura.

En primer lugar no hay que ver de forma directa al Sol ya que la radiación ultravioleta pasa libremente y puede quemar la retina; si bien al principio puede no doler ni generar molestias, afectará a la vista.

En segundo lugar no se aconseja el uso de placas médicas porque no dan mucha seguridad, así como tampoco las mascarillas de soldador, lentes de sol o cualquier instrumento que genere aumento ya que allí lo que se hace es concentrar aún más la energía del Sol y eso va a quemar y dañar seriamente la vista.

Se insta además a no usar largavistas ni telescopios a menos de que se tenga filtro solar, un accesorio que se compra aparte o que puede hacerse con mucho cuidado utilizando papel baader.

Con la eliminación de la emergencia sanitaria, el Planetario de Montevideo retomó el aforo completo (150 personas) para sus funciones aunque aún se recomienda a los asistentes usar tapabocas.

Las funciones son de jueves a domingo y tienen una duración de entre 30 y 45 minutos. Los jueves son a las 19 horas; los viernes a las 18; y sábados y domingos hay cinco funciones entre las 14 y las 18 en horas en punto. Además recibe visitas de escolares y liceales de martes a viernes, con un promedio de entre cuatro y seis presentaciones cada día.

Todas las funciones son gratuitas y se reservan desde la web planetario.montevideo.gub.uy. Se pueden guardar localidades solamente para la semana en curso y por cada persona pueden tomarse 6 cupos.
Hay edades recomendadas para cada función pero no prohíben a nadie entrar con niños menores.

Méndez explicó a El País que señalar una edad mínima para que participen es “para que no se sientan incómodos por el manejo de la oscuridad y el sonido”. “Todas las funciones son con imagen y sonido envolvente, puede ser muy avasallante para niños muy pequeños que no hayan tenido experiencias similares”, indicó.

La programación cambia en todas las estaciones y la del otoño se mantendrá hasta el 19 de junio con tres propuestas diferentes.

La primera de ellas es De la tierra al universo (sábados y domingos a las 14 horas), una producción del cineasta griego Theofanis Matsopoulos con la banda sonora original del músico noruego Johan B. Monell. Esta pieza propone un viaje por el espacio y el tiempo, desde las antiguas concepciones del Cosmos al estado actual de la ciencia. Es sugerida para mayores de 12 años.

La segunda es El cielo del León (viernes a las 18 horas, sábados y domingos a las 16), un paseo por el cielo del otoño guiada en vivo por los conferencistas del Planetario. En ella se presentan mitos y leyendas que distintas civilizaciones vieron en el firmamento además de una recorrida por los principales objetos astronómicos visibles en el transcurso de la noche. Es recomendada para mayores de 5 años.

La tercera es Arqueoastronomía Maya: Observadores del Universo (jueves a las 19 horas, sábados y domingos a las 18). Esta película, considerada un banquete de colores y sonidos, hace un recorrido por seis sitios arqueológicos mayas (San Gervasio, Chichen Itzá, Uxmal, Edzná, Palenque y Bonampak) y sumerge al espectador en el mundo del conocimiento maya del firmamento y de la importancia de las orientaciones de sus templos respecto a las posiciones del Sol, la Luna y Venus a lo largo del año. Esta presentación se complementa con un breve recorrido en vivo de las principales constelaciones y astros que se ven en el cielo montevideano. Se sugiere para mayores de 12 años.