Más inclusión para las personas con discapacidad visual a través de la lectura

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CONVENIO DE COOPERACIÓN

IMPO y FBU se unieron para preservar el sistema Braille mediante la producción de textos.

El pasado miércoles 3 de agosto se firmó un convenio entre la Dirección Nacional de Impresiones y Publicaciones Oficiales (IMPO) y la Fundación Braille del Uruguay (FBU) con el objetivo de “mantener vivo el sistema de lectoescritura de Braille”, señaló Fernando Abellá, director general de IMPO. La idea es producir textos accesibles para personas con discapacidad visual cuyo contenido esté vinculado al cometido de la organización, que es “brindar herramientas reales para que las personas puedan conocer sus derechos y sus obligaciones”.

Motivaciones.

Según Carla Trivelli, directora de la FBU, desde la fundación siempre están buscando la posibilidad de incrementar la producción de textos en Braille (sistema de lectoescritura para personas ciegas) y Macrotipo (sistema para personas con baja visión). “A nivel mundial solo entre un 1% y un 7% de la producción en texto está en formato accesible y en Uruguay estamos más cerca del 1% que del 7%”, indicó.

Por su parte, Abellá contó que en IMPO están “trabajando fuertemente el tema de la inclusión” y, como parte de esa búsqueda, se han acercado a la FBU. Fue entonces que surgió la idea de apoyar la producción de textos en formato Braille y Macrotipo, “sobre todo para el interior del país donde hace mucha falta”.

“Si nosotros nos manejamos solamente de forma tradicional estamos dejando afuera a un número grande de personas y nuestro deber es para con toda la ciudadanía y para cada rincón del país”, puntualizó el director de la organización.

Cuando surgió la FBU en 1978, el Braille era el único sistema accesible para personas ciegas, pero hoy en día existen otros formatos como los lectores de pantalla y los audiolibros. No obstante, es importante preservar el Braille en tanto “es esencial para que los niños y niñas tengan un proceso adecuado de aprendizaje de nociones básicas como la ortografía”, explicó Trivelli. Lo mismo sucede con el Macrotipo, que funciona con letras grandes, gruesas y de buen contraste con el fondo.

Asimismo, estos sistemas de lectoescritura también son importantes para los adultos: “Las personas ciegas que adquirieron la lectura en Braille desde niños siempre están demandando tener contenidos para poder practicar y no perder esa forma de lectura”.

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Fernando Abellá y Carla Trivelli.

El proyecto.

La cooperación convenida entre IMPO y la FBU incluirá la producción de material vinculado a la normativa, “pero puede ser material adaptado, no tiene por que ser solamente una Constitución”, comentó Abellá. Según Trivelli, tienen pensado hacer una adaptación de la Constitución para niños y luego seguirán conversando sobre otras propuestas de contenido: “Cualquier cosa que se pueda hacer será bienvenida”.

La idea es producir textos tanto en Braille como en Macrotipo, “porque de hecho cuantitativamente hay más niños con baja visión que ciegos”, dijo la directora de la fundación. En cuanto a los plazos, Abellá señaló que aún no tienen un cronograma pautado, pero la próxima semana tendrán una reunión para comenzar con la planificación. Y añadió: “Estamos abiertos a que las distintas instituciones que se quieran sumar lo hagan. Siempre apuntamos al trabajo interinstitucional”.

A su vez, Abellá contó que desde IMPO supieron que la FBU se había quedado sin central telefónica, por lo que les donaron los equipos para que puedan tener nuevamente una central en su institución.

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Sistema Braille.

El trabajo de la fundación y el contacto con maestros.

La Fundación Braille del Uruguay cuenta con dos áreas de trabajo: una de producción de materiales adaptados para personas ciegas o con baja visión, y otra de atención a niños con discapacidad visual y sus familias.

A su vez, Trivelli mencionó que están en contacto permanente con los maestros y maestras especializadas y “lo que están demandando más allá del texto que usan de forma curricular son libros atractivos que capten la atención del niño y que le den ganas de leer”.

Según el comunicado de prensa de IMPO, “a nivel de Educación Primaria funcionan las Escuelas 198 y 279 para discapacitados visuales, donde se atiende de forma especializada a los alumnos ciegos. En el interior se crearon aulas especiales en Dolores, Paysandú, Tacuarembó y Rivera”.

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