SOLIDARIDAD
Un proyecto fotográfico que busca, a través de retratos e historias de perros de varios refugios, conectar a estos animales con un hogar y fomentar la adopción y tenencia responsable de animales.
El proyecto fotográfico Miradas verdaderas busca a través de retratos e historias de perrosde distintos refugios del país, conectar a estos animales con un posible hogar, así como también fomentar la adopción, la tenencia responsable de animales y contribuir a solucionar este problema que existe en la sociedad.
Detrás de esta idea está el fotógrafo Mateo Silvestri con un equipo de personas que lo ayudan en una tarea que, dijo, solo no sería posible hacer.
En las sesiones lo asiste el también fotógrafo Guillermo Chales y cuenta con la colaboración de varios refugios: APA el refugio, Animal Help Uruguay y La liga bichera de Montevideo.
Mateo contó a El País que este proyecto surgió de sus “ganas de contribuir ante esta problemática puesto que siempre tuve mucha sensibilidad por el tema del maltrato animal y de los perros abandonados. Entonces pensé con cómo podía aportar; yo soy fotógrafo y dije por qué no usar mi herramienta para armar algo que realmente contribuya”.
Los retratos que realiza este fotógrafo son todos en blanco y negro y sobre un fondo negro y eso tiene un por qué: “A través del blanco y negro la fotografía, a mí forma de ver, tiene un punto de conexión más fuerte, ya que quien observa la foto se centra mucho más en el retrato, en la mirada del perro, las luces, la sombra. No hay colores o ambientes que interfieran. Para mí el retrato en blanco y negro es una forma de conectar muchísimo más y, en este caso, al tratarse de una temática tan fuerte, me parecía que era lo ideal”, explicó.
Miradas verdaderas en Intagram:
Los retratos del proyecto están siendo compartidos a través de la cuenta de Instagram del fotógrafo, que se encuentra como @mateo.silvestri
Una vez que tenía pensado la parte fotográfica se contactó con varios refugios con los que coordinaron visitas junto con Guillermo. Un punto fuerte de este proyecto es que las imágenes están acompañadas de un texto que repasa la vida del animal. “Me parecía que esto era algo fundamental para que tenga un plus, como una forma más de poder lograr el objetivo, que es que estos perros consigan un hogar”, señaló Mateo.
Sesiones divertidas, pero también difíciles.
La experiencia de fotografiar perros fue “muy divertida” y también “muy difícil”, dijo Mateo.
“No es fácil hacer fotos de animales. Obviamente entre el nerviosismo y miedo que pueden tener y lo que ellos sienten en el momento de estar ahí sobre un fondo, con una cámara adelante y la luz; reaccionan de manera distinta. Algunos son muy inquietos, corretean, otros se quedan duros de miedo. Cada vez que me traen un perro para fotografiar lo que hago es tomarte unos minutos antes de empezar para jugar, para que me huela y me reconozca y después hago las fotos”, señaló a El País.
Historias que comienzan de nuevo.
A pocos días de comenzar el proyecto hubo buenas noticias. “Adoptaron a Mapache. Empezamos hace una semana y fue el segundo retrato que publicamos. Ese día de la publicación me llamaron del refugio para decirme que pila de gente había preguntado por él y que finalmente una familia lo había adoptado. Fue una gran satisfacción saber que en tan poco tiempo se vieron resultados”, contó el fotógrafo.
Y así como Mapache hay muchos otros perros que están esperando una familia.Uno de los primeros que posó fue Sandor, un cachorro negro que de chiquito solo quería ser eso, un cachorro: una familia lo adoptó, pero al tiempo dijeron que rompía demasiadas cosas y lo devolvieron al refugio.
Le quitaron la oportunidad de conseguir un hogar para toda la vida, algo que es más fácil siendo un perro de corta edad. La iniciativa Miradas verdaderas y APA el refugio, donde vive, buscan que alguien le dé una segunda oportunidad.
“Este proyecto me demostró que se pueden hacer muchas cosas, que la gente si hay una causa se suma y con el simple hecho de compartir, que son dos segundos, das terrible mano y podés lograr que un perro que capaz iba a estar toda su vida en un refugio termina en una casa junto a una familia”, sostuvo el profesional.
La historia de Mapache, un perro que hoy sonríe.
Como lamentablemente pasa con miles de perros, a poco tiempo de nacer, Mapache fue abandonado con otros cuatro cachorros en la puerta de un refugio.
Actualmente tiene ocho meses y una manchita que lo acompaña desde siempre en el hocico, que hace parecer que todo el tiempo está riendo.
Pero más allá de esa manchita y de que parece ser un perro que se ríe todo el tiempo, Mapache ahora sonríe de verdad, porque hace unos días atrás fue adoptado y las noches de miedo, frío y hambre quedaron atrás.
La foto de Mapache, en el marco del proyecto Miradas verdaderas, se compartió en Instagram y en cuatro días se logró lo que no se había podido lograr en meses: nada más y nada menos que un hogar para toda la vida.
“Mapache tiene hogar”, dijo el 1º de junio el fotógrafo Mateo Silvestri en una historia de Instagram. Y agregó: “Esto demuestra que entre todos, compartiendo, se pudo lograr y el proyecto está funcionando. Mapache hoy ya duerme en una casa con una familia”.
¿Pensando en adoptar?
Uno de los refugios que aparece en el proyecto Miradas verdaderas es APA El refugio. Su cuenta de Instagram es@apa.el.refugio y su correo electrónico es infoapaelrefugio@gmail.com.
Por su parte, La liga bichera de Montevideo tiene disponible para adopciones el número 096130638. Su Instagram es@ligabicheramontevideo.
Animal Help Uruguay está en Instagram como @animalhelpuruguay.