Por Ana Laura Pérez, gerenta de Innovación y Digital de El País
STEM es una sigla que proviene de las palabras en inglés Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. Una sigla que engloba mucho más que esas disciplinas porque recoge una manera de pensar, de aprender y de resolver problemas vinculada al pensamiento científico, matemático y computacional.
En el marco del videopodcast Aprendiendo del Futuro de Ceibal, Fiorella Haim, ingeniera eléctrica, máster en Ingeniería Eléctrica y gerente general de Ceibal, y Emiliano Pereiro, sociólogo y jefe de Pensamiento Computacional de la Gerencia de Ciencia y Tecnología de Ceibal, conversaron sobre los desafíos y oportunidades que se presentan en la promoción de STEM en particular entre las niñas.
El punto de partida de la conversación fue la percepción que existe entre los docentes, y surge de la encuesta de Pensamiento Computacional que se realiza desde 2018 hasta hoy, de que los los varones son más hábiles para las "ciencias exactas" o "duras" y las niñas son más hábiles para las ciencias sociales, el lenguaje y el trabajo en grupo. En concreto, un 39% de los docentes considera que las niñas tienen más habilidades que los varones en programación y un 51% considera que los varones son quienes tienen más habilidades que las niñas.
En esta línea, Ceibal desarrolló un tablero de indicadores para medir la brecha de género en todos sus programas STEM y así determinar qué resultados tienen las acciones que implementa. Este tablero está, además, disponible para que otras instituciones puedan usarlo para cumplir esos mismos objetivos.
Si bien la brecha de género en STEM existe, lo curioso del estudio que realiza Ceibal es que los equipos docentes encuestados mantienen su percepción (a favor de los varones), incluso, cuando a sus estudiantes mujeres les fue mejor en las pruebas realizadas. La mediana de aciertos en niñas es de 50% y las de varones es de 43%. Pero además los rendimientos de las niñas son más homogéneos que los de los varones: hay unos pocos varones que son mucho mejores que las niñas, pero en promedio los varones alcanzan peores rendimientos en la prueba Bebras.
El estudio evidencia que socialmente hay una percepción de que los niños son natural o genéticamente mejores que las niñas en estas áreas. Sin embargo, se plantea la pregunta acerca del grado de influencia de estas percepciones en el rendimiento de las niñas. Es decir, deja entrever que las niñas pierden confianza en sus habilidades para las "ciencias duras", producto del entorno y la cultura.
Estos sesgos entre los docentes, como explicó Emiliano Pereiro, son parte de nuestra construcción cultural, donde aún hoy cuando pensamos en ingenieros o científicos, pensamos invariablemente en varones. “En el imaginario popular, te imaginás un varón. Si buscas en Google y ponés una imagen te va a tirar un varón. Son sesgos que tenemos en la sociedad”, explica.
Fiorella Haim coincide y aporta además desde su experiencia personal como ingeniera y mujer: “Me decían ‘Ingeniería Eléctrica, ¿pero eso no es una carrera de hombres?’. Y la verdad que con los años, yo cada vez estoy más convencida de que es una carrera para mujeres, ideal para mujeres”.
Pero, ¿por qué es importante la percepción de los docentes sobre el desempeño de los niños y niñas? Haim nos ayuda a responder esa pregunta explicando que existe evidencia a nivel internacional de que las creencias de los docentes “influyen mucho en el desempeño futuro de sus estudiantes mujeres y después en las opciones que toman”. “Entonces es un tema para accionar, para preocuparnos, para cambiar, porque lo que está detrás de esto -además de que es bueno que todos tengamos las mismas oportunidades de hacer lo que queramos- (...) hay un tema que es que la calidad del trabajo que hacen las empresas aumenta muchísimo con equipos diversos”, explica la ingeniera.