¿Está por morir la estrella más brillante de la constelación de Orión?

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SUPERNOVA

Betelgeuse perdió brillo y se presume que morirá; será la primera vez que se verá de cerca este fenómeno. ¿Puede haber consecuencias en la Tierra?

Betelgeuse es la estrella alfa de Orión (Alpha Orionis), una designación reservada para la estrella más brillante de una constelación. Es la gigante roja que marca uno de los hombros del cazador pero que, a pesar de su definición, se encuentra en su punto de menos brillo en casi un siglo. Es una estrella bastante masiva: posiblemente tiene más de 15 veces la masa del Sol. “Su tamaño es comparable a la órbita de Júpiter”, ilustró el astrónomo Gonzalo Tancredi. Esto significa que si cambiáramos el Sol por Betelgeuse, esta se engulliría a Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, el cinturón de asteroides y al planeta más grande del Sistema Solar. Pero algo le sucede desde hace meses.

Betelgeuse era una de las 10 estrellas más brillantes del cielo; ahora quedó relegada a una posición superior al vigésimo lugar. Este “descenso en el ranking” de brillo estelar se debe a que lo ha ido perdiendo y no se percibe una recuperación. Una publicación en el Telegrama del Astrónomo informó que la temperatura de Betelgeuse bajó en 100 Kelvin y su luminosidad bajó en un 25% desde setiembre de 2019.

El astrónomo explicó que Betelgeuse es una estrella ya evolucionada; es decir, ya consumió la mayor parte del hidrógeno en su interior. Primero lo transforma en helio y luego, en carbono; y así en elementos más masivos para acercarse a la “etapa final”. ¿Qué viene ahora? Se expandirá hasta explotar como supernova. Las grandes estrellas rojas tienen una vida rápida –Betelgeuse es considerada joven: solo tiene 8,5 millones de años– y una muerte violenta. “Probablemente se convierta en una estrella de neutrones o en un agujero negro”, apuntó.

“Siempre se ha observado una variación en su brillo del orden de un poco más de un año; pero ahora viene desciendo y no aumenta”, señaló Tancredi. Y añadió: “Estudiar las etapas finales de una estrella es complicado y poco frecuente. Hay bastante incertidumbre”. Los motivos de estos cambios son desconocidos y la hipótesis es que está muriendo. Si esto sucede, será la primera vez en la que se podrá registrar este fenómeno de cerca.

Por el momento, los expertos no saben cuándo ocurrirá la explosión. “Podría ser en un plazo muy corto, pero también podría ser dentro de cientos, miles o hasta decenas de miles de años. No sabemos cómo se da este proceso”, dijo Tancredi. O quizá Betelgeuse ya explotó y aún no lo hemos visto. Si detonara hoy, en realidad, significaría que explotó hace 700 años.

¿Pero nos pasará algo cuando explote Betelgeuse? “No habría demasiadas consecuencias para la Tierra”, indicó Tancredi. Betelgeuse está a 700 años luz de nuestro planeta: astronómicamente eso puede parecer cerca, pero es lo “suficientemente lejos” como para descartar “algún tipo de catástrofe a escala global”. El esperable aumento del flujo de rayos cósmicos por su explosión no impactará en la capa de ozono. “Si estuviera un poco más cerca –algunas pocas decenas de años luz– destruiría la capa de ozono”, explicó.

Pero está lo suficientemente cerca como para impresionarnos: algunos creen que se verá tan brillante como una luna llena; Tancredi cree que no llegará a tanto. De todas formas, por varias semanas o incluso meses, Betelgeuse será observable durante el día y será uno de los objetos más brillantes del cielo antes de desaparecer.

Otras supernovas.

Una supernova en la Vía Láctea es un evento raro. El último que se observó fue en 1604 y ocurrió a 13.000 años luz de distancia. Se conoció como la supernova de Kepler, dado que la documentó el astrónomo alemán Johannes Kepler. El evento más reciente fue el de 1987, en la galaxia vecina de la Gran Nube de Magallanes, a 168.000 años luz de distancia.

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