SALUD
En los últimos treinta años, el mosquito tigre se ha extendido desde Asia al resto del planeta hasta convertirse en un problema de salud pública global.
Los recientes brotes de zika, chikungunya y dengue han puesto de manifiesto la necesidad de contar con herramientas capaces de comprender -y anticipar- la propagación de los mosquitos portadores de enfermedades, una lucha en la que la ayuda ciudadana puede ser clave.
Así lo advierte un estudio realizado por investigadores españoles que publicó el martes Nature Communications y que demuestra que los ciudadanos no solo pueden ayudar a combatir la propagación del mosquito tigre (Aedes albopictus), sino que además, su labor es tan valiosa y eficaz como la de los científicos.
En los últimos treinta años, el mosquito tigre se ha extendido desde Asia al resto del planeta hasta convertirse en un problema de salud pública global.
Este mosquito transmite enfermedades como el dengue, la fiebre amarilla, el zika o el virus del Nilo Occidental.
El estudio compara los datos obtenidos por los científicos en España durante los años 2014 y 2015 con los avistamientos de mosquitos comunicados por los ciudadanos a través de una aplicación de móvil denominada Mosquito Alert.
El resultado fue concluyente: la participación ciudadana fue ocho veces más barata que los métodos científicos, la superficie de vigilancia fue mayor y la detección temprana fue más eficaz.
Además, el artículo destaca que los datos aportados por los ciudadanos a través de la aplicación son "tan fiables" como los recogidos por los sistemas científicos tradicionales.
El investigador de los españoles Centro de eEstudios avanzados de Blanes (CEAB-CSIC) y Centro de investigación ecológica y aplicaciones forestales (CREAF), Frederic Bartumeus, puntualizó que, cuando se usa la información ciudadana para analizar la distribución y predecir la expansión del mosquito tigre, se eliminan los errores para que sean válidos.
Además, gracias a la interacción entre el voluntario y el experto entomólogo que permite la aplicación, cada ciudadano recibe la validación de su foto en el móvil, lo que hace que "la ciudadanía aprenda a reconocer al mosquito tigre y que en poco tiempo consigamos datos de gran calidad", destacó Bartumeus.