Murga para todos: Karina Sosa y su historia como intérprete de lengua de señas con Los Diablos Verdes

Nació en La Teja y creció escuchando a los conjuntos del barrio. Por su trabajo como maestra estudió lengua de señas y hoy sale en carnaval.

Compartir esta noticia
Karina Sosa con Los Diablos Verdes.jpg
Karina Sosa con Los Diablos Verdes. Foto: Pata Eizmendi<br/>

Por Soledad Gago

Primero fue en una prueba de cámara. Karina Sosa entró alTeatro de Verano vacío. Se subió al escenario y sintió que desde ahí todo se veía distinto. Después se sacó una foto y pensó en cómo sería el día en el que el teatro estuviera repleto de personas. Luego fue en el sindicato del vidrio, en la calle Laureles, en La Teja, el lugar de ensayo de la murga Los Diablos Verdes. Karina se recostó contra una pared y se quedó ahí, sintiendo todo el peso del cuerpo caerle sobre la espalda. Estaba tan nerviosa que pensaba que en cualquier momento podía desvanecerse. Después fue en el viaje desde allí hasta el Teatro de Verano, junto a los integrantes de Los Diablos, con quienes venía trabajando desde octubre de 2022 para interpretar su espectáculo en lengua de señas.

Era 24 de enero y era la primera fecha de la murga allí. Llegó y junto a su compañera Cynthia Moreira, la otra intérprete que trabaja con el conjunto, se acomodaron en el set de VTV y se prepararon para lo que sería, dice hoy, una noche mágica.

Entonces empezaron los gritos del público -“vamos los Diablos”- y Karina creyó que el corazón se le saldría del cuerpo. Se abrió el telón, sonaron los primeros acordes y supo que a partir de entonces tenía que hacer todo lo que habían preparado durante tantos meses. Y que tenía que hacerlo bien.

Los Diablos Verdes tienen 84 años de historia, son un conjunto con mucho peso. Y yo sabía que ese era un día muy importante para ellos, tenía que estar a la altura y que no importaran los nervios. Era una responsabilidad muy grande para mí. En la despedida la gente empezó a aplaudir antes de que terminara y yo pensé que iba a quebrarme y que no iba a poder terminar. Al final, después de encontrarme con los gurises y que nos dijeran que todo había salido muy bien, lo único que pensé fue: no me despierten nunca de este sueño”.

Esa noche de carnaval fue algo parecido a un sueño cumplido para Karina. Y también fue una certeza: que las personas con sordera puedan disfrutar de ver a cinco conjuntos en carnaval gracias a los y las intérpretes de lengua de señas es una pista de que algo está pasando. Como le dicen sus compañeros de Los Diablos: “Es el inicio de algo muy grande”.

Del otro lado

Nació en La Teja, en Montevideo. Aunque su familia no es carnavalera, todos los años, cuando se acercaba enero, Karina veía que el barrio empezaba a vibrar de otra manera. Murgas como Los Diablos o La Reina de La Teja empezaban a ensayar y con ellas sucedía algo diferente, algo que no pasaba el resto del año.

No las dejaron, ni a ella ni a su hermana, ir a ver a las murgas hasta la adolescencia, cuando decidieron que iban a ir igual, por su cuenta.

Desde entonces no se alejó más del carnaval: ensayos, tablados, teatros y también, después, la conducción del programa Momo no duerme, en El Puente FM, con el que hacía la cobertura de todo el concurso.

Lo otro llegó después, el primer año que Karina trabajó como maestra en un grupo con niños de cuatro años. Entre ellos había un chico con un autismo que aún no había sido diagnosticado y otra con lesiones en el cerebro que hacían, por ejemplo, que usara pañales. Al año siguiente estuvo al frente de un grupo en el que había un niño con Síndrome de Down.

“Y en todo eso que fue muy intenso me empecé a preguntar qué pasaría si llegara un niño con sordera. Y empecé a buscar herramientas, así como había hecho con los casos anteriores, y llegué a la Asociación de Sordos, empecé a tomar clases de legua de señas con ellos, hice cinco años y acá estoy. Pero todo empezó por eso, por plantearme qué pasaría sí y adelantarme”.

La primera murga en sumar a intérpretes de lengua de señasen su espectáculo fue, en 2022, Metele que son Pasteles. En 2020, en una jornada de InclusionArte Karina había participado como intérprete junto a La gran muñeca, que hizo un repertorio en ese encuentro. Así, cuando supo que Los Diablos Verdes estaban buscando a intérpretes para el carnaval 2023, no lo dudó y fue.

El proceso fue, más o menos, así: leer la letra del espectáculo, pasar horas interpretándola, pasársela a una persona sorda que la ayudara y le devolviera eso en lengua de señas.

“Lo más difícil de esto son los chistes, el doble sentido, la ironía. Porque quizás lo que para nosotros es un chiste, para una persona sorda no lo es, no tiene sentido. Lo mismo con las metáforas, hay una transformación que hay que hacer porque se produce un encuentro de dos culturas, entonces es importante que la persona sorda me ayude a interpretar en su lengua”.

Así, entre interpretaciones y gestos, Karina, Cynthia y todos los intérpretes que están participando junto a cinco conjuntos en este carnaval, están logrando algo que no había pasado nunca antes: que las personas sordas puedan entender qué es lo que sucede entre los colores, los brillos, los cantos y los bailes.

Y ella sabe que lo están haciendo bien. Porque a veces, en los tablados, cuando se sube al escenario y se para contra una esquina, mira hacia adelante y ve que hay personas emocionadas. Y porque después, al final, casi siempre alguien las saluda, a ella y a su compañera, y les agradece. “Se siente el agradecimiento. Hay algo que está pasando. Empezamos por un encuentro en InclusionArte, después fueron los Pasteles y ahora hay cinco conjuntos con intérpretes. Es un proceso, pero algo está pasando y vamos por más”.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

Carnaval 2023

Te puede interesar