ARTE Y EDUCACIÓN

Está más que probado que aprender jugando es de lo más efectivo que hay. Así como también el vínculo que existe entre la práctica del origami (plegado del papel para obtener figuras) y la geometría.

Teniendo en cuenta ambas cosas fue que a Laura Sofi, creadora y directora del Museo del Origami del departamento de Colonia, se le ocurrió armar un curso de Origami y Geometría para ofrecer vía online en tiempos de pandemia.

“Lo que tiene el origami, especialmente para los chicos más chicos, es que es muy bueno para incorporarles conceptos de geometría porque es visual y tangible. Algunos chicos no llegan a la comprensión conceptual de algo abstracto y con el papel lo entienden y no se olvidan más”, destacó Sofi.

Es así que convocó a la profesora argentina Stella Ricotti, autora del premiado libro Geometría y Origami, y juntas diseñaron un curso de 47 lecciones y seis horas y media de videos (van de los tres a los 15 minutos de duración) apto para todo público, pero especialmente recomendado para docentes de matemáticas en escuelas primarias y secundarias y para profesores de arte especializados en origami. No es necesario tener conocimientos previos de este arte japonés para participar.

“El resultado fue muy bueno porque nos dimos cuenta de que atrajo no solo a la gente cercana, sino que se empezaron a anotar de Costa Rica, de México… de prácticamente todos los países de Latinoamérica, y lo que nos sorprendió fue que también se anotó mucha gente de España”, contó Sofi a El País.

Actualmente cuentan con unos 100 inscriptos, “que para nosotros es realmente mucho”, dijo sobre el curso lanzado a fines del año pasado y que entre sus alumnos tiene varios arquitectos.

Toda la información y dudas pueden evacuarse en la web del museo, más precisamente en el link museodelorigami.org/curso-origami-geometria, donde está desde el costo del curso ($ 1.260 en Uruguay o US$ 30 para el resto del mundo), pasando por el temario completo hasta preguntas frecuentes que puedan surgir sobre el mismo.

Sofi definió al curso como un manual de consulta visual. “Yo lo asocio con un libro, que trae una guía, ideas para llevar adelante en el aula, actividades, ejercicios. En lugar de mirarlo en papel lo ves en videos explicativos, lo cual es mucho más ameno y comprensible”, señaló a El País.

Agregó que lo bueno del curso es que el interesado lo puede tomar cuando quiera, no debe estar atado a un horario y el acceso al mismo no caduca.

“La persona toma el ejercicio que quiere, a la hora que quiere. Incluso puede tener interacción con la profesora escribiéndole un mail”, concluyó Sofi sobre el primero de los cursos online que el Museo del Origami quiere brindarle a sus seguidores para no perder contacto.