ASTRONOMÍA
Descubierto el pasado enero, se espera que Leonard sea el cuerpo más brillante de este año y se muestre el 12 de diciembre.
Espere que esté por amanecer. Mire hacia el este y busque la estrella Arturo en la constelación del Boyero. Aunque debe hacerlo a principios de diciembre, puede que la encuentre fácilmente si recuerda que forma parte del Triángulo Otoñal con Régulo (Alfa de la constelación del León) y Espiga (Alfa de Virgo). A mediados de mes la verá hacia el oeste luego de la puesta del Sol. Aparecerá el cometaLeonard, el más brillante del año.
Poco se sabe de él puesto que se descubrió hace bien poco. Greg Leonard, investigador del Observatorio Mt. Lemmon (Arizona, EE.UU.), lo vio por primera vez el 3 de enero de 2021, exactamente un año antes del perihelio (el punto de la órbita más próximo al Sol). Los cálculos orbitales revelaron que su viaje lo comenzó hace 35.000 años.
El 12 de diciembre hará su aproximación más cercana a la Tierra: pasará a 34,9 millones de kilómetros. Esto es relativamente cerca, dado que son 91 veces la distancia de la Tierra a la Luna.
No es fácil predecir el brillo de un cometa recién descubierto. Así lo explicó Tabaré Gallardo, profesor agregado del Departamento de Astronomía de la Facultad de Ciencias: “El brillo observado en el descubrimiento corresponde a cierta distancia del Sol y de la Tierra. Conociendo como varían esas dos distancias se puede predecir cómo será el brillo con el tiempo. Pero también existe el factor de la actividad gaseosa en la superficie del cometa que es muy difícil de predecir por lo que el cometa puede brillar mucho más o mucho menos que lo estimado dependiendo de si tiene mucha o poca actividad superficial a medida que se acerca al Sol”.
Luego de la visita del cometa NEOWISE (C/2020 F3) el año pasado, en 2021 ha tenido una escasez de objetos a simple vista. Casi sobre el final aparece Leonard que puede alcanzar una magnitud 4 o más potente.
“La magnitud es una medida del brillo. Los objetos más débiles visibles a simple vista desde un cielo no contaminada (desde el campo, por ejemplo), tienen magnitud 6. Magnitudes menores significan mayor brillo. Magnitud 4 no se traduce en un espectáculo en el cielo; más bien a algo apenas visible a simple vista pero bien definido con prismáticos o pequeños telescopios”, comentó Gallardo a El País.
Actualmente, Leonard brilla con una magnitud 12 en el sur de la Osa Mayor y es visible en el hemisferio norte. Se dirige lentamente hacia el este, cruzando la constelación de Canes Venatici y la de Coma Berenices. A fines de noviembre se espera que alcance una magnitud 7. Ganando altura en el cielo muy rápido, sus condiciones de visibilidad mejorarán día a día mientras cruza rapidísimamente Sagitario en dirección a la constelación del Microscopio.
Según reportes, Leonard luce ahora una pequeña “pero exuberante” cola de polvo.
Si su tasa de producción de polvo aumenta en las próximas semanas a medida que se acerca al Sol y se vuelve más activo, podrá aumentar su brillo por encima de las predicciones.
El verdadero espectáculo ser vería desde Venus porque Leonard cruzará la órbita del planeta el 17 de diciembre. Dos días después, Venus pasará a solo cuatro millones de kilómetros del rastro de polvo, lo cual es suficientemente cerca para atravesarlo y ver una lluvia espacial en el cielo.
Volverá a ser observable desde el hemisferio sur a finales de febrero de 2022, esta vez antes del amanecer a muy baja altura hacia el sureste y casi inmóvil sobre la constelación del Microscopio.