Si uno stalkea hoy el Instagram de Patricia Wolf notará que abundan los posteos e historias entre consolas y auriculares, o en fiestas. La faceta de DJ no es nueva en ella, data de una década atrás, aunque adquirió más fuerza y notoriedad en los últimos dos años. ¿La fórmula del éxito? Talento, buen gusto musical, capacitación, trabajo, y los consejos de su pareja Nacho Conti, que desde que la representa la ayudó a profesionalizar su carrera de DJ.

Todo se dio de forma orgánica y natural. Empezó a pasar música en reuniones de amigos, vio que ellos disfrutaban con su set y pensó, ‘puedo ser DJ’.

Se probó tímidamente frente al público en Ronda de Mujeres, se copó, la gente también y la empezaron a convocar para distintos eventos. Hizo un curso con Edu Koolt que abandonó por temas de agenda, después otro con Alana Ley y al presente toma clases con Seba Rodríguez.

En noviembre tocó en La Juanita y el 3 de enero abrirá junto a Diego Ituño la PM Open Air, una de las fiestas más importantes de la temporada de Punta del Este que tiene al alemán Paul Kalkbrenner como estrella. Allí tendrá la chance de codearse con DJs de élite (ver recuadro).

Estas fechas no son una casualidad: eso que arrancó como un divertido hobby hoy tiene un plan maestro, con pienso y esfuerzo detrás. “Meses atrás, con Nacho nos sentamos a pensar adónde queríamos apuntar con mi carrera y le dije, ‘quiero tocar en fiestas’. Entonces nos empezamos a mover para ese lado. Ha sido un camino muy lindo porque se me han abierto muchas puertas en base al trabajo en equipo”, cuenta Patricia.

Es modelo, influencer y comunicadora, pero confiesa que ser DJ es la actividad que más disfruta: “Si pudiera dejaría todo para vivir de esto”. La semana pasada se sintió en una gira: tocó seis días en Melo, Canelones y Punta del Este. “Es alucinante porque estoy haciendo lo que me gusta”, resume. Sueña en grande y se trazó metas claras para el 2024: quiere estudiar producción musical y hacer sus propios temas. “Hasta ahora no compongo pero tengo mucha música en la cabeza. Quiero empezar a producir música y tocar afuera de Uruguay”, dice.

La música es una constante en su vida: la divierte en momentos de euforia y la levanta cuando está triste. Anda siempre con un parlantecito a cuestas para poder amenizar con melodías todo tipo de situaciones: desde un cumpleaños a las horas de maquillaje en los camarines de La Tele cuando fue jurado de La Máscara.

Patricia lleva la música en la sangre. Su padre es fagotista profesional y de niña lo acompañaba a conciertos de música clásica para poder pasar más tiempo juntos, ya que él trabajaba mucho.

Es más, su papá le regaló un oboe cuando era chica porque soñaba con que su hija viajara por el mundo tocando, pero ella tomó clases seis meses y dejó.

“Nunca se imaginó que iba a salir DJ”, dice entre risas. Y acota que si bien está orgulloso de todos sus logros, “es purista: para él no existe más nada que la música clásica, lo demás es ruido”.

De niña se encerraba en el cuarto de su hermana mayor para escuchar sus vinilos e intuye que ahí, mientras disfrutaba esos ritmos más festivos, empezó a gestarse su faceta de DJ.

También tuvo una pianola, luego un órgano y sacaba muchas canciones de oído. “El que salió derechito para la música fue mi hijo Dani (Puig). Aprendió solo a tocar la guitarra y el teclado”, dice.

Cantar era una cuenta pendiente en su vida y el año pasado tomó clases con Anita Álvarez del Toledo. “Cantar me hace feliz pero tengo un tema de aceptación ahí, una pantalla que tengo que superar”, se sincera.

Foto: Gentileza La Juanita Music

Admite ser una bailarina frustrada (fue a la Escuela Nacional de Danza seis meses) y está convencida de que se volvió DJ porque ama bailar. Es más, si bien toca en eventos diversos, si hay baile se copa más.

Toda la vida le pasó de estar en la pista y decir, ‘yo pondría este tema’, pero revela que el clic pasó cuando conoció a su expareja Danilo Astori (hijo), porque conectaron desde la música.

En sus inicios, dice, sintió un poco más el prejuicio del lado del público, no así de sus colegas: “El mundo de los DJs me recibió con los brazos abiertos desde el principio. Me siento afortunada y agradecida”.

Javier Misa fue clave: el reconocido DJ se reunió con ella cuando estaba dando los primeros pasos y le dio para adelante. “Escuchó mi música y me dijo, ‘tenés lo más importante, que es buen gusto musical, lo demás es técnica que irás aprendiendo’. Para mí fue un espaldarazo porque me dio seguridad”, confiesa.

Y se alegra de que la mujer esté ganando terreno en un ambiente tan masculinizado: “Hay Djs muy buenas en Uruguay y es un placer que la mujer esté cada vez más presente en la escena electrónica. De poco vamos ganando lugar”, cierraPatricia Wolf.