"Yo siempre lavo los platos y tú no". "Tú estás acaparando la computadora todo el tiempo". "Tú nunca me pedís prestadas mis cosas".
Estas son disputas comunes y corrientes entre hermanos adolescentes que, en el verano al estar más tiempo juntos, pueden aumentar más de la cuenta.
Sin embargo, la ocurrencia de estos conflictos aparentemente simples en la familia, puede traer consecuencias en el bienestar emocional de los jóvenes. Así lo afirma un estudio de la Universidad de Missouri, en EE.UU., que entrevistó a 145 parejas de hermanos durante un año.
Basados en sus respuestas, los psicólogos encargados de la investigación concluyeron que los enfrentamientos frecuentes desencadenan cambios emocionales en los hijos en edad adolescente.
Al inicio del estudio, los niños con alta autoestima tenían menos conflictos con sus hermanos un año más tarde. Pero los que reportaron los problemas entre hermanos fueron mucho más propensos a desarrollar problemas de estado de ánimo al término del estudio.
Dos motivos de peleas eran los más comunes entre los adolescentes. El primero tenía que ver con cuestiones de igualdad y equidad: a uno siempre le tocan las tareas de la casa, en cambio al hermano no. Situación que a largo plazo desencadenaría depresión.
El otro factor es el tema de propiedad personal, por ejemplo, que uno le saque las cosas sin permiso al otro, o que, si duermen separados, entre al dormitorio de su hermano o hermana sin golpear. Esos conflictos, según el estudio, terminarían afectando la autoestima y aumentando la ansiedad del adolescente afectado.
"Si no han desarrollado las habilidades necesarias para resolver conflictos de forma sana, puede implicar una acumulación progresiva de tensiones, frustraciones y opiniones negativas del uno por el otro, lo que, mantenido en el tiempo, profundiza sentimientos de angustia, rabia y pena que distancia la relación de hermandad", explica Érika Castro, psicóloga y directora del Instituto Familia Educa.
Estos conflictos son parte inevitable del proceso de crecimiento de los adolescentes, ya que a esa edad se protege mucho más el espacio personal y existe una búsqueda de identidad individual y mayor autonomía, advierte el estudio. Pese a eso, los efectos negativos de estas rivalidades y disputas entre hermanos se pueden evitar.
Para lograrlo, los padres deben tener una posición neutral, siempre estableciendo reglas claras sobre temas controvertidos, como el uso del computador, o reglas de cortesía, como pedir permiso al hermano antes de tomar sus cosas, según explicó a la revista Time Nicole Campione-Barr, líder de la investigación.
"Es importante que ellos solos puedan resolver los problemas, sin interferencia de los padres. Para eso, los adultos deben dar un ejemplo de resolución de conflictos sin violencia, así los hijos lo repetirán y conversarán sus diferencias", explica Pamela Soto, terapeuta familiar y académica de la Facultad de Psicología de la U. Diego Portales.
También es importante que los padres puedan escuchar con atención ambas versiones y evitar los prejuicios habituales de la familia, como "él es el hermano mayor, entonces tiene más razón que el más chico", o bien "porque siempre es el que nos da más problemas, entonces está equivocado". Estas frases impiden resolver el conflicto, según Erika Castro.
En ocasiones, los hermanos sienten grandes rivalidades y se comparan en todo, lo que interfiere en una relación sana. Entonces, los padres deben aprender que cada hijo tiene distintos gustos y necesidades. Así el trato justo pasa por entregar a cada uno lo que requiere según sus diferencias, agrega la psicóloga de la UDP.
Como en el verano los niños pasan en casa más tiempo conviviendo, los conflictos pueden estar a la orden del día.
Ambas especialistas concuerdan en que las actividades familiares los ayudan a distraerse, porque el aburrimiento propicia las discusiones.
"Un ambiente divertido, descansado y colaborativo es la mejor protección para los conflictos en la familia", opina Castro.
EL MERCURIO /GDA
, situado en el área de extensiones del navegador (en la esquina superior derecha de la pantalla). Es posible que veas un pequeño número cubriendo parte del icono.
, situado en el área de extensiones del navegador (en la esquina superior derecha de la pantalla). Es posible que veas un pequeño número cubriendo parte del icono.
de modo que se deslice hacia la izquierda.
, situado en el área de extensiones del navegador (en la esquina superior derecha de la pantalla). Es posible que veas un pequeño número cubriendo parte del icono.
. Se pondrá en gris, lo que indica que ya no se bloquearán los anuncios de ese sitio web.
.
Continuá con Facebook 
Continuá con Google