HACE 11.000 AÑOS
Los expertos constataron que en ese periodo, durante apenas un siglo, hubo, al menos, dos eventos climáticos que provocaron que la temperatura descendiera bruscamente
Las poblaciones mesolíticas de la isla de Gran Bretaña sobrevivieron a múltiples y abruptos cambios climáticos al comienzo del Holoceno, hace unos 11.000 años, según revela un estudio publicado hoy por la revista Nature.
La investigación, liderada por las universidad de Londres y York, arroja luz sobre la capacidad de adaptación de estas comunidades de cazadores-recolectores a la vida en Europa después del último periodo glacial, así como su resistencia a eventos climatológicos extremos.
Los expertos analizaron capas de sedimentos depositados en el lago Flixton próximo a Starr Carr, un yacimiento arqueológico del mesolítico situado en el norte del condado de Yorkshire (norte de Inglaterra) y muy apreciado por su alto grado de conservación.
De esos estratos extrajeron muestras de plantas y animales fosilizados y restos de ceniza de volcanes lejanos, al tiempo que estudiaron isótopos estables de carbono para establecer líneas de tiempo.
Después compararon esos datos con los obtenidos directamente de Starr Carr y lograron establecer, por primera vez, un registro de los diferentes medioambientes de aquella época y relacionarlos con las actividades de este asentamiento mesolítico.
En sus orígenes, los habitantes de Starr Carr, explican los autores, ya eran capaces de trabajar la madera y otros materiales duros, como las antenas de los ciervos, que creen que usaban para fabricar máscaras y ornamentos para decorar la cabeza en ceremonias rituales.
También se han descubierto estructuras elevadas de madera que podrían haber sido casas y plataformas construidas a lo largo de los humedales que rodean al "Paleolago Flixton".
Los expertos constataron que en ese periodo, durante apenas un siglo, hubo, al menos, dos eventos climáticos que provocaron que la temperatura descendiera bruscamente en torno a 10 y 4 grados centígrados, respectivamente.
Ese enfriamiento repentino, sostienen, afectó al crecimiento de los bosques de la zona, pero, a pesar de la inestabilidad climatológica, los habitantes del asentamiento lograron mantener su estilo de vida.
"Los pobladores de Starr Carr demostraron tener un alto nivel de resistencia al cambio climático, lo que sugiere que las poblaciones posglaciares no fueron necesariamente rehenes del interruptor del cambio climático", señalan los autores en el estudio.
Al contrario, subrayan, "los cambios locales e intrínsecos" detectados en este ecosistema de humedales tuvieron más influencia sobre la actividad humana que "los eventos climáticos abruptos ocurridos a gran escala en el Holoceno Temprano".
Esta conclusión, agregan, es clave para entender los "patrones de colonización de Europa" en aquella época.