La Nación/GDA
El comportamiento de los gatos puede a veces ser un misterio para los humanos que conviven con ellos, ya que no son tan expresivos como los perros, otra tradicional mascota doméstica en los hogares. Acurrucarse en las piernas de sus amigos humanos es una de las costumbres más adorables de los gatos, y tiene varios significados.
1. Calor y pertenencia
Una de las razones más comunes por las que los gatos se sientan encima de sus dueños es porque buscan calor y comodidad. Los gatos son animales que valoran el calor (su temperatura media es de 38 grados) y, al acurrucarse sobre una persona, pueden aprovechar el calor corporal que esta emite. Además, el contacto con su dueño les proporciona una sensación de seguridad y pertenencia, lo que puede ser reconfortante para ellos. Es como si dijeran: “Este humano es mío”. Es una forma sutil de afirmar su dominio y pertenencia.
2. Atención y afecto
Otra posible razón detrás de este comportamiento es el deseo de atención y afecto. Los gatos son animales sociales que disfrutan de la compañía de sus dueños y pueden buscar su atención sentándose sobre ellos. Al hacerlo, pueden estar buscando caricias, mimos o simplemente la sensación de estar cerca de sus seres queridos.
3. Marcar territorio
Además, sentarse sobre una persona puede ser una forma de marcar territorio para un gato. Al ocupar el espacio de su dueño, el gato puede estar estableciendo su dominio sobre él y reafirmando su lugar en la jerarquía del hogar. Este comportamiento también puede estar relacionado con el instinto de los gatos de buscar lugares elevados para observar su entorno y sentirse seguros.
4. Protección
La necesidad de sentirse seguros y protegidos también puede ser un factor en por qué los gatos eligen sentarse sobre sus dueños. Al estar cerca de una persona, un gato puede sentirse protegido y tener una sensación de seguridad que no encontraría en otro lugar. Esto es especialmente cierto en situaciones nuevas o desconocidas, donde un gato puede buscar refugio en su dueño para sentirse más seguro.
5. Comportamiento aprendido
En algunos casos, sentarse encima de una persona puede ser un comportamiento aprendido o condicionado. Si un gato recibe atención y mimos cada vez que se sienta sobre su dueño, es probable que repita este comportamiento en el futuro para obtener el mismo tipo de interacción. Esto puede llevar a un ciclo en el que el gato continúe sentándose sobre su dueño como una forma de buscar atención y afecto.
6. Placer y empatía
El acto de sentarse sobre una persona puede ser simplemente una forma de los gatos de buscar comodidad y placer. Al encontrar una superficie suave y cálida para descansar, un gato puede optar por instalarse sobre su dueño como una forma de relajarse y disfrutar de un momento de tranquilidad. A su vez, un gato puede percibir el estado de ánimo de su dueño y sentarse sobre él es una forma de ofrecerle consuelo y compañía.