La Nación (GDA)
Este martes 13 de agosto da un nuevo motivo para que muchas personas en Uruguay y el resto del mundo hispanoparlante vuelvan a repetir la conocida frase “no te cases ni te embarques”. Sin embargo, para muchos no queda claro por qué el martes 13 se vincula a la mala suerte, y por qué es un día culturalmente cargado de malos presagios.
Por otro lado, una pequeña minoría de la población elige el día martes 13 para contrarrestar la tendencia general y considera esa fecha como la oportunidad de dejar de lado aquellos presagios que lo definen como malo o simplemente para echar por tierra aquellas creencias que no están validadas por ningún argumento fáctico.
Sin embargo, a la hora de tomar una decisión importante, el martes 13 es una fecha esquiva, como un mecanismo de defensa y, si algo sale mal, no tener la responsabilidad por haber seleccionado ese día del año.
Referencias mitológicas al número 13 y la mala suerte
El día martes está ligado a la mitología romana en la que el Dios Marte representa, entre otras cosas, la guerra, la violencia y la destrucción.
Desde la superstición se trata de un día guerrero, en el que difícilmente se encontrará un clima agradable o propenso para emprender nuevos planes. Además, existen creencias que indican que tanto el martes como el viernes son días adecuados para la magia o los hechizos.
Dos hechos históricos, como la caída de Constantinopla y la confusión de lenguas durante la construcción de la Torre de Babel, se presume que ocurrieron un día martes. Allí radica parte de la carga negativa de esta jornada.
Por qué el número 13 tiene mala fama
Dentro de la astrología y la superstición, el número 13 está vinculado a la muerte según las cartas del Tarot, e indica el momento posterior a la disolución y al vacío que responde a la disociación entre cuerpo y alma. Además, el número 13 está relacionado a la Última Cena de Cristo y sus 12 apóstoles.
Tras la era cristiana, el 13 estuvo cargado de una connotación negativa o directamente maligna. A esto se suma que en el libro de la Apocalipsis, en su capítulo 13, se desarrolla el concepto del anticristo y demonio.
Las supersticiones vinculadas a las creencias religiosas, la mitología e incluso la astrología definieron al martes 13 como una jornada de malos presagios; no obstante, muchos se animaron a desafiar esos preconceptos y no dudaron en elegir esa fecha para casarse o emprender un viaje, o comenzar un proyecto nuevo.